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The Conduit

Participamos en la prueba final del modo online con Wii Speak en una hora de tiros transatlánticos.

The Conduit - Online contra High Voltage - Avances

The Conduit será, según los revogamers, "El juego del Verano" de Wii. Y seguro que el vicio online que promete tiene mucha culpa. Gran cantidad de usuarios preparan en esta y otras comunidades europeas los primeros campeonatos en línea para el que quiere ser uno de los títulos multijugador online más completos de la consola, más contando con que los usuarios americanos ya lo disfrutan desde hace unos días.

SEGA España quería paliar esta espera y organizó una cita que sirviera para aligerar la cuenta atrás a los más impacientes (y sedientos de información) y, de paso, permitir a los medios nacionales descubrir al completo el multijugador de The Conduit -como lo vivirán los jugadores en sus casas- y compartiendo arena con los que mejor lo conocen: cinco miembros de High Voltage Software, su estudio desarrollador. Armados con Wiimote, Nunchuk y Wii Speak nos presentamos en el campo de batalla para defender el honor y la bandera de Revogamers y Marca Player.

The Conduit online

 


A las 21:00, por aquello de coincidir en un horario viable para todos, buscamos partida con nuestro único colega agregado a la lista mediante el pertinente Código de Amigo. Tras un nick de lo más común se escondía un miembro de SEGA Europa, que desde Londres hacía de anfitrión de la contienda. Tenía una partida preparada, que servía de sala de espera. Como llegamos pronto, esta sala fue ideal para ajustar el Wii Speak, acostumbrarnos a él e ir conociendo a los chicos de HVS a través del chat.

Había cinco personas del estudio conectadas, reconocibles por sus nicks (empezaban por "HVS_") y, aunque sólo tres utilizaban Wii Speak (un globo de diálogo lo indicaba), bastaba con Rob (Rob Nicholls, Lead Game Designer) para tener charla para rato, mientras esperábamos otras conexiones españolas.

Como nos pasó con Animal Crossing, la falta de costumbre hacía que gritáramos a la tele, como si la lejanía respecto al micrófono nos separara aún más de nuestros interlocutores americanos. Nada más lejos de la realidad, con este aparato hay que tratar de forma más natural, hablando a un volumen normal funcionará alto y claro, y el icono del globo de cada usuario se ilumina para indicar una secuencia de diálogo. Si nos cansábamos del amigo Rob, siempre podíamos dejar de oírle pulsando su icono.

Rob, como el resto del equipo, está emocionado con el lanzamiento del juego, y por lo tanto era su tema favorito en los minutos de espera. Aún no tienen datos contrastados de ventas en su territorio, pero esperan que The Conduit funcione como es debido y les dé una alegría. Asimismo, lamentan que de este lado no hayamos podido empezar a jugar a finales de junio, como ocurrió en América.

Al rato charlábamos naturalmente, los gritos dejaron lugar a las risas y, salvo algún eco (casi siempre debido a los ajustes del interlocutor) o cuando hablábamos a la vez, la conversación siguió sin problemas. Rob estaba deseoso de recibir críticas, y pedía opinión sinceramente, como la primera incursión en este tipo de juegos que The Conduit significa para HVS. Nos preguntó por lo que más y menos nos gustó, por los momentos del modo campaña o por algunas decisiones de diseño, asuntos que trataremos en nuestra review la próxima semana. Quieren tener bien anotadas todas las opiniones sobre su inicio en el género para afinar en The Grinder, el juego con el que pretenden "explotar ideas y tecnología" que han estrenado aquí.

Por fin, comenzaron a conectarse los españoles y los marcadores de "listo" se iluminaban uno tras otro, a la espera del OK del anfitrión.

Las votaciones de modo de juego, grupos de armas, mapas, etc, se intercalaban con las tímidas presentaciones de los nuevos agregados (que no eran ya amigos de toda la vida de Rob, como nosotros). "Yo soy de Viciojuegos", confesaba una voz parpadeante en el icono de un tal "Satsui". "Yo de Vandal", se escuchaba a otro redactor. Uno más descubrimos hoy que era de 3DJuegos.

La gracia era que los usuarios que no cargaban una partida propia se identificaban en la lista con un nick genérico asignado automáticamente. Había dos "Sr. Ford" (la versión española), así que habría que desenmascarar al bueno y al malo. O matarlos a ambos.