Los Sims 3 ¡Vaya fauna
Te toca ser la mascota de la casa.
Los Sims 3 Vaya Fauna - Impresiones - Avances
Tras una entrada un tanto precipitada en Nintendo 3DS con Los Sims 3 como juego de lanzamiento, la franquicia de simulación de Electronic Arts se dará una segunda oportunidad en 3D antes de que termine el año con Los Sims 3 ¡Vaya Fauna! Es más o menos lo de siempre pero desde otro punto de vista: ya no toca ser la persona, ahora hay que ser la mascota.
Los productores del título, Graham Nardone y Ken Ogasawara, pasaron por Madrid y tuvimos la oportunidad de echar un vistazo a todas las versiones del juego y entre ellas a Los Sims 3 ¡Vaya Fauna! para Nintendo 3DS. No será como la de PC ni tampoco como la de consolas, aunque se parecerá más a ésta última por concepto y forma de jugar.
Primero hay que tener en cuenta que vas a jugar con animales y no con personas. Habrá Sims por la ciudad con los que interactuar, pero no tendrás el control sobre ninguno de ellos. O bien encarnas a un perro o a un gato (o quizá a alguno de los otros animales confirmados para las versiones grandes como los caballos, no pudimos asegurarlo).
La demo que probamos arrancaba, como siempre, con la compra de una casa. Aunque no manejes al humano la mascota que eres tiene siempre un techo en el que cobijarse y al que volver. Esto significa que no pudimos probar el editor de personajes, que con que sea la cuarta parte de potente que el de PC ya será una maravilla.
Y en esa casa estaba nuestra perrita, una chihuaha que por características ha salido juguetona y aventurera. A la postre eso significó que todo el rato quería jugar y que se acercaba a olisquear en torno a cualquier cosa que se pusiera por delante. Por ejemplo, le encantaba la música y solo con colocarse junto a una radio encendida su satisfacción subía al máximo.
Control intuitivo con el lápiz
Porque en Los Sims 3 ¡Vaya Fauna! el objetivo no cambia. Tendrás que vivir la vida de tu mascota como si de la tuya misma se tratase y satisfacer todas sus necesidades, vitales y sociales, que están todo el tiempo presente en forma de indicadores en la pantalla táctil. Su higiene, su alimentación o su vejiga deben estar al día.
La pantalla táctil es un cajón completo de herramientas ordenadas en ventanas para controlar las funciones básicas, sus amistades y relaciones o el estado del karma. Los menús están completamente a mano. Pero para controlar a la mascota hay que recurrir a los botones: un haz de luz sirve para dirigir al animal por el mapa y ventanas emergentes a escoger qué hacer en cada situación.
Mientras pruebas a hacer tu vida un menú emergente te irá recomendando qué hacer en cada momento en una especie de misiones tutoreadas que sirven para dar algo de sentido al juego, sobre todo al principio cuando no hay una meta clara. Por ejemplo, a esta perrita le apetecía jugar y refrescarse, por lo que la máquina nos invitó a buscar un aspersor, activarlo y darla un baño... aunque después quedó más sucia tras chapotear en el charco de barro que se formó.