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Project C.A.R.S.

Project CARS tiene una oportunidad de oro para hacerse con la Pole en Wii U.

Al volante de Project CARS - Avances

Si hay un género que no se prodiga en consolas Nintendo ése es sin duda el de los simuladores de conducción. Con Nintendo centrada en los arcades puros y desde que las dos geniales entregas de F1 World Grand Prix llegaran a Nintendo 64, no ha habido ningún título capaz de colocarse en lo más alto del ranking (o siquiera suplir el vacío del catálogo) de este tipo de juegos...hasta ahora. Project CARS está aquí para cambiar la situación.

Padres expertos en simulación

Project CARS es el desarrollo más ambicioso hasta el momento del equipo británico Slighty Mad Studios. No puede tener mejor carta de presentación, ya que el estudio cuenta a sus espaldas con entregas conocidas en el mundo del PC como los GTR o GT Legends, juegos que ofrecían un mayor grado de simulación al habitual de la saga en que estaban enmarcados. Lo mismo se puede decir de su trabajo en consolas con la saga Need for Speed, donde sus infravalorados Shift apostaron más que nunca por el realismo consiguiendo un resultado muy destacable a pesar de la feroz competencia.

Los reyes de la simulación en PC (rFactor, Live for Speed, Richard Burns Rally, etc) siempre han destacado por su comunidad abierta, con continuas expansiones y aportes en forma de mods que consiguen que el juego crezca y mejore continuamente. De ello se dieron cuenta en Slight Mad Sturios y coincidiendo con el comienzo de este nuevo proyecto crearon World of Mass Development, una manera cercana al crowdfunding de que los aficionados puedan colaborar creando, testeando e incluso vendiendo contenido para el juego. 

A pesar de esto (o gracias a ello) y cuando el desarrollo había alcanzado ya una envergadura y reconocimiento destacables, Bandai Namco se convirtió en la distribuidora ‘tradicional’ del título, lo que proporcionó al aún pequeño estudio la fuerza necesaria para llevar a buen puerto este proyecto.

Lo primero que cabe destacar es que Project CARS busca la simulación y el realismo en todos los aspectos posibles. Y para conseguirlo el punto clave es el control, donde dicha intención es palpable desde la primera partida. Cada coche se comporta en función de lo que se esperaría de él: tipo de tracción, altura, reparto y transferencia de pesos, desgaste de los neumáticos…todo ello deja ver el especial cuidado con el que se ha trabajado el motor físico del juego. 

También destaca enormemente la fidelidad con la que está recreada la climatología, donde se perciben las diferencias entre conducir en seco, mojado o incluso con la pista húmeda. Lo mismo podría decirse del ciclo día/noche, donde la propia luz del sol o los faros de otros coches pueden llegar a deslumbrarnos de manera sorprendente. Queda la incógnita de saber cómo se gestionarán los golpes e impactos, ya que a pesar de que el estudio prometió una recreación realista de los mismos, aún no han sido implementados en su totalidad.  

Técnicamente el juego impresiona y está al nivel más puntero, pudiendo mirar de tú a tú sin ningún problema a los Drive Club, Forza Motorsport o Assetto Corsa de turno. Los modelados de los coches son impresionantes (más aún sus interiores) y las pistas han sido recreadas al milímetro. Las inclemencias meteorológicas que hemos comentado anteriormente destacan por la suavidad con la que se suceden, así como los cambios en la luminosidad dependiendo de la hora del día. Cabe destacar por último la variedad de cámaras disponibles y lo trabajadas que están, como por ejemplo la cámara en el casco a la que cuesta acostumbrarse por los movimientos pero que ofrece el nivel más alto de realismo.

 El apartado sonoro no se queda atrás. Es el aspecto que a Slighty Mad Studios siempre se le ha dado bien destacando sobre la competencia. Sus anteriores juegos, en especial Shift 2, fueron referencia del género junto con los Forza Motorsport. Los sonidos de los motores parecen sacados de los motores reales y se diferencian los unos de los otros perfectamente, no habiendo ninguno genérico. Tanto el chirrido de los neumáticos sobre el asfalto como los ruidos aerodinámicos destacan también por su calidad. Una delicia para cualquier amante al mundo del motor.  

La IA de los competidores merece mención aparte. Es, al igual que la IA de los porteros de los juegos de fútbol con entrega anual, la eterna promesa de mejora en los juegos del género. En este caso sí se aprecia una evolución notable respecto a los estándares a los que estamos acostumbrados, con rivales que aprenden de nosotros y nuestro estilo de conducción. Siguen trazadas parecidas, atacan donde les hemos atacado nosotros o consiguen acercarse a nuestras mejores marcas.

El catálogo de coches abarca gran cantidad de categorías: desde el karting, que fue la última incorporación, a los deportivos y superdeportitos, pasando por prototipos de Le Mans, GT’s o F1 (llamados aquí Open Wheel por motivos de licencias), todos ellos con representantes clásicos y actuales. En total ronda los 90 coches licenciados y los 40 circuitos reales (contando variaciones), aunque el plantel no deja de crecer. Destaca también que la selección de coches es más del gusto europeo (aquí se nota la procedencia del estudio) con marcas y coches míticos del viejo continente.

Poca información, muchas esperanzas

La versión de Wii U sigue siendo una incógnita no solo por la falta de información o material audiovisual proveniente de esta consola. Tras la cancelación de las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3, la de la consola de Nintendo pasó a ser la entrega más debil, o al menos la que corre sobre un hardware menos potente. El hecho de que al confirmarse Bandai Namco como distribuidor se retrasara esta versión respecto al resto (en la actualidad todas están retrasadas hasta marzo de 2015) nos hizo temer lo peor. Pero el estudio ha reiterado en varias ocasiones que se están esforzando al máximo en aprovechar la plataforma y concretamente su pad para que estos temores desaparezcan.

A falta de confirmación oficial, el singular mando de Wii U parece el ideal para configurar reglajes y estrategias, consultar telemetrías o el mapa del circuito. Falta saber cómo se lidiará con las menores prestaciones gráficas respecto al resto de versiones o cómo se comportará la CPU de Wii U gestionando la IA de los rivales, pero la base sobre la que se sustenta parece inmejorable. En definitiva, Project CARS podría hacer que Wii U pase de 0 a 100 en tiempo record en lo que a simuladores de conducción se refiere.