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Yoshi´s Island

Recordamos Yoshi´s Island, el clásico de Super Nintendo que convirtió a Yoshi en héroe.

Yoshi´s Island es uno de esos juegos que tiene un hueco importante en la historia. De repente, en un mundo en el que Mario era el héroe principal, el dinosaurio cogió el protagonismo en un título que cambió la mecánica de juego y que traía un apartado técnico fabuloso. Se trata de un juego tan querido y admirado que el hecho de que su director participe en la entrega de Nintendo 3DS ha sido motivo de anuncio en una Nintendo Direct.

Con una música preciosa, el juego nos introduce en la situación. Kamek intercepta a la cigüeña que transporta a Mario y a Luigi para raptarlos, aunque sólo consigue hacerse con el hermano menor, cayendo el bebé de gorra roja desde el cielo en la isla de los Yoshis. Ellos, muy majos, deciden ayudar a juntar a los niños gracias al vínculo de gemelos que les hace saber dónde está el otro. Pero su camino no es sencillo, las tropas de Kamek y de Bebé Bowser van a hacerles la travesía imposible, y están al acecho para raptar al pequeño Mario si éste se separa de Yoshi durante varios segundos.

Yoshi´s Island es un premio al amante de los plataformas. Cuando piensas que con Mario lo tienes todo conocido, te das cuenta de que las nuevas habilidades del dinosaurio dan mucho juego. Un salto con pataleo, la introducción del ya utilizado `culazo´, el uso de la lengua y el lanzamiento de huevos con una mirilla precisa. No sólo eso, sino que Yoshi puede transformarse en algunos vehículos en ciertas ocasiones, y también el pequeño bebé puede ser el protagonista durante unos momentos si cogemos una estrella. Se conocen todos los movimientos desde el principio, pero tienes la sensación de constantemente estar aprendiendo cosas nuevas.

Tenemos distintos Yoshi (se nota en el color) para cada nivel para aportar variedad, y tenemos un buen puñado de coleccionables con premio. Cinco flores, veinte monedas rojas ocultas y tener acumuladas cincuenta estrellitas son requisitos necesarios para llegar a los 100 puntos, un premio que va más allá de la satisfacción personal ya que desbloquea una nueva fase si lo conseguimos todo en cada mundo. La dificultad del juego es maravilla y su curva está bien presentada, y la colocación de los coleccionables es precisamente una buena muestra de ello.

En cuanto al diseño de escenarios de Yoshi´s Island, nos encontramos con niveles que tienen mecánicas diferentes. Cavernas más abiertas que podemos explorar libremente, recorridos más lineales, persecuciones, uso de esquís… todo bien hilado y nunca alejándonos de la percepción general del juego, pero sí aportando frescura. También hay una gran variedad de objetos con los que interactuar, como plataformas móviles, nubes, piedras o tocones; y un elenco de enemigos bastante amplio entre los que hay que destacar sin ninguna duda los jefes finales, originalidad pura y con mecánicas para derrotarlos muy variadas.

El apartado gráfico de Yoshi´s Island te choca al principio, pero te enamora en cuestión de segundos. Como si se tratase del trabajo de un niño, los elementos parecen dibujos coloreados que hacen que no veamos tanto el sprite cuadriculado. Además sabe darle un buen uso al chip FX2, con el cual las deformaciones, rotaciones, animaciones de personajes, el vídeo de introducción con elementos en semi-3D y todo lo demás luce sencillamente increíble. Encima, cuando piensas que lo has visto todo, aparecen los jefes de cada mundo para demostrarte que el trabajo logrado llega a más.

El apartado sonoro también sabe hacerse un hueco en esta joya que es Yoshi´s Island. No sólo por los efectos de todos los sonidos de Yoshi y el bebé, sino por su música en sí misma, que sabe ofrecer los ritmos adecuados a cada situación: castillos con  temas misteriosos, jungla algo más marchosa e incluso una música de mapeado que se te mete en la cabeza para tararearla. De nuevo, es para quitarse el sombrero ante el trabajo de Koji Kondo.

Con muchos juegos de Nintendo ocurre que la mejor manera de comprender su magia es jugándolo, y Yoshi´s Island no es una excepción. Sus seis mundos con niveles variados e incluso con bonus, un diseño sobresaliente y una jugabilidad bien pulida te demuestran que aunque no tenga a Mario de protagonista, el hecho de mantenerlo en el título es un buen indicativo de que tiene su calidad (si no más).