¡Versus! Ronda 9: ¿Os parece acertado que NX se lance en marzo?
Faltan sólo 8 meses.
Algo en Nintendo está cambiando. Se nota en el ambiente y poco a poco el público generalista también empieza a percibirlo. Más allá del éxito sin precedentes que es Pokémon GO, el reciente anuncio de Nintendo Mini Classic: NES es un canto de cisne que busca reencontrarse con su público fiel, el perfil del nintendero nostálgico que ha seguido cada paso de la empresa a pesar de sus tropiezos y que no puede evitar esbozar una sonrisa cuando ve que regresa al clásico logo rojo que la caracterizó.
Por eso creo que el lanzamiento de Nintendo NX previsto para marzo es un error que la compañía no puede permitirse ahora. La imagen pública que está recuperando en los últimos meses -algo que también se aprecia en su cotización en bolsa- reforzaría una campaña navideña en la que Nintendo podría convertir su nueva máquina en el regalo más deseado. Con una realidad virtual aún a medio gas y la promesa de PS4 Neo aún en el aire (tanto la fecha como las características serán decisivas), no hay producto más esperado que NX.
Los datos hablan por sí solos. Las dos últimas consolas de sobremesa de la compañía salieron a tiempo para las fiestas navideñas y desde un punto de vista comercial está probada su eficacia. Si en Nintendo rehúsan tal ocasión es, casi con total certeza, porque su estreno en marzo venga condicionado de un catálogo inicial acorde a lo que se espera de la máquina. Sin embargo, ¿hasta qué punto The Legend of Zelda: Breath of the Wild, la apuesta más fuerte de Nintendo, condiciona el lanzamiento de la consola y no al revés? La sensación que transmite es que sin el estreno de Zelda acompañando a la consola, da igual que esta salga en noviembre que en junio porque las ventas se reducirán considerablemente y eso me preocupa.
Nintendo no debería dejar que desde el primer minuto NX dependa de un único desarrollo interno porque recuerda a la vieja cantinela que le ha perseguido en los últimos años. En un lapso de tiempo tan corto como son tres meses se juegan mucho. Al final se trata de una carrera de fondo y necesitan de pequeñas victorias como la temporada navideña para calar en el gran público. Comenzaba mencionando el anuncio de Nintendo Mini Classic: NES y no hay que olvidar aquellos días en los que un tiburón de los negocios como Yamauchi no daba puntada sin hilo y convertía cada momento en una oportunidad de hacer de Nintendo el centro de todas las conversaciones.
Mucho ha cambiado la industria y sin duda los tiempos ahora están mucho más medidos. Un lanzamiento para noviembre/diciembre hubiera permitido tener una ventana de exposición de cara a la audiencia y de hacer entender un producto tan importante como es el E3 y la Gamescom. ¿Cómo va a convencer al público y explicar la propuesta la compañía sin estos formatos tan multitudinarios? Es cierto que aún hay lugares como el Tokyo Game Show o un Nintendo Direct donde presentarlo, pero no hay precedentes en ninguno de estos escenarios.
La compañía debería tener claras sus prioridades y jugar de forma inteligente sus cartas si quiere tener un hueco en el mercado que se disputa de cara a los próximos años. Por supuesto un buen catálogo inicial y un precio ajustado son importantes, pero no sé hasta qué punto los jugadores van a aguantar los tres meses siguientes a la campaña navideña por la consola. Si bien se trata de otro contexto, Nintendo 3DS salió al mercado en marzo con resultados catastróficos. Fueron tiempos muy duros para la compañía de Kioto y esos meses que tardó en volver a enderezar a su pequeña criatura (no sin antes reducir el precio de la consola) pasaron factura.
Quiero ver a la Nintendo que convertía el lanzamiento de una máquina en un acontecimiento social, la que colapsaba los centros comerciales agotando todas las existencias, la que protagonizaba tertulias, debates e incluso páginas en periódicos nacionales. Casualidad o no, mi mente solo recuerda estas situaciones en vísperas de Navidad y juro que ni el turrón ni los polvorones me juegan una mala pasada.