Recordando al otro Satoru
Un paseo por su vida antes de llevar corbata.
Posiblemente, tu, que estás leyendo esto, si te preguntan quién fue Satoru Iwata sabes dar una respuesta correcta. Sin embargo, como casi todos, dependiendo del momento en el que estemos en nuestra vida somos una persona u otra. No somos siempre iguales, somos seres cambiantes pese a que nos cueste reconocerlo. Nos mudamos, nos absorben distintos grupos sociales, “maduramos”, cambiamos de trabajo, de ciudad… Hoy os proponemos conocer a otro Satoru, el Satoru que vivía antes de ponerse un traje y ascender a la cumbre de Nintendo.
Satoru Iwata nació un 6 de diciembre de 1959 en Sapporo, una ciudad al norte de Japón, en la Isla de Hokkaido. Vivió rodeado de desarrolladores de videojuegos y esto hizo que desde joven mostrase interés en ellos, lo que le ayudó a entrar en el Instituto Tecnológico de Tokyo para estudiar Ingeniería informática. Allí comenzó a reunirse con un grupo de aficionados a los videojuegos y entre varios de ellos el 21 de febrero de 1980 se fundó HAL Laboratory.
Cuando en 1982 Iwata terminó sus estudios y comenzó a trabajar en HAL a tiempo completo como la compañía era muy pequeña sus padres mostraron su desaprobación, es más, su padre no le habló en 6 meses. Ya por entonces, Satoru Iwata mostraba sus grandes habilidades como programador.
Pronto comenzó a usar sus dotes de programador para Nintendo. Iwata participó en el desarrollo del mítico Balloon Fight que se lanzó en 1985. Cuando desarrollaron EarthBound, el juego estaba repleto de fallos, tanto que no se podía lanzar. Satoru se encargó de arreglar absolutamente todo el juego. Pero no tardó meses y meses en reprogramar todo el juego. Tardó solamente una semana. Algo realmente inimaginable para muchos programadores.
Satoru ayudó a Masahiro Sakurai a crear uno de los grandes personajes de Nintendo, Kirby. Fue una pieza fundamental creando el concepto de juego que tendría nuestro pequeño amigo rosa. El juego, lanzado en 1992 en Game Boy, fue tan exitoso que Nintendo les encargó una secuela para sobremesa.
Era sin duda uno de los mejores programadores del mundo. Cuando se estaban desarrollando Pokemon Oro y Plata, Game Freak se encontraba en apuros porque en el cartucho no les cabían todos los Pokémon. Fue entonces cuando Iwata los ayudó usando sus capacidades de programador para comprimir el código. Lo encapsuló de tal forma que no solo pudieron meter las 251 criaturas sino que también toda la región de Kanto.
HAL creció mucho en aquella época y decidió expandirse. Sin embargo no lograron hacerlo demasiado bien y eso los puso contra las cuerdas, casi en banca rota. Nintendo los rescató de la quiebra y desde entonces todas sus franquicias les pertenecen. Y fue en ese momento de reestructuración donde Satoru fue nombrado presidente de HAL Laboratory.
Con esfuerzo consiguió devolver a su compañía al lugar que le correspondía. Sus grandes dotes de mando le ayudaron. Aumentó la productividad de sus trabajadores haciendo que sus pagas extras se basasen en el rendimiento personal de cada uno. Además hizo otra genialidad con Pokemon Stadium, en el cuál desarrolló el solo todo el sistema de combate del juego. Todos estos logros pasaron desapercibidos de cierto modo por mucho público. Hoy en día nos metemos en páginas que hablan de los juegos que hemos mencionado anteriormente y pocas de ellas hablarán de lo que hizo Satoru en ellos. Pero si había una persona muy especial que se estaba dando cuenta, Hiroshi Yamauchi.
En el año 2000 Satoru Iwata abandonó la presidencia de HAL Laboratory para ocupar un cargo en la directiva de Nintendo. Se involucró en varios proyectos, como The Legend of Zelda: The Wind Waker, Animal Crossing, Super Mario Sunshine, Star Fox Adventures y Metroid Prime. Con ellos se dio cuenta que cada vez era más caro desarrollar un videojuego y que la industria comenzaba a no generar tantos beneficios.
A mediados de 2002 Hiroshi Yamauchi lo llamó a su despacho. El tercer presidente de Nintendo se puso nostálgico y le habló de su vida dentro de la compañía y de como hizo de ella algo grande dentro de la industria. Esas llamadas de Yamauchi se volvieron algo frecuente. Satoru llegó a pensar que querían echarle. Pero era algo completamente distinto, quería nombrarle su sucesor.
En agosto de ese mismo año, en una conferencia para la prensa Yamauchi comentó el por qué. Satoru era una persona muy habilidosa que entendía perfectamente la filosofía de Nintendo. También destacó su edad, mucho más apropiada para hacer viajes (Hiroshi ya tenía más de 74 años) y para relacionarse con el mundo fuera de Japón.
El resto de la historia nos la conocemos mejor. Una historia que tristemente acabó demasiado pronto. Se fue un gran presidente que siempre fue cercano al público, que abrió el mundo de los videojuegos a todas las personas, que no le importaba bajar de su despacho, arremangarse y arreglar todos los bugs de Super Smash Bros Melee para que estuviese listo el día de lanzamiento. Así que este artículo no podía acabar con otra palabra que no fuese la siguiente: Gracias