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¡Lo que te perdiste! #02 Chibi-Robo (NGC)

El Toy Story de los videojuegos.

Hoy es 4 de Diciembre y sin darte cuanta no has entrado en una Review de Xenoblade Chronicles X para WiiU. Estás en un nuevo episodio de la sección mensual de ¨¡Lo que te perdiste!¨, donde exploramos este vasto mundo de los videojuegos para encontrarnos con esas aventuras que no debiste dejar pasar. Este mes nos rodeamos de robots y aquí no iba  a ser menos. Rescatamos a Chibi-Robo, y no nos referimos de las amenazas de muerte que ha recibido, sino de la aventura clásica para GameCube.

El Toy Story de los videojuegos

Chibi-Robo es un robot de 10cm de altura fabricado con el fin de ayudar a las personas. Con esta premisa este personaje ha protagonizado nada menos que 5 aventuras, ¿a cuántas has jugado tú? Nuestro mini-colega debutó en nuestra (querida por todos) Nintendo GameCube, no teniendo buenas ventas de tal manera que continuó sus peripecias con dos juegos más en NDS de las cuales ninguna llegó a España, la tercera (la segunda en NDS) ni siquiera salió de Japón. No empezó bien pero tampoco pudo remontar el vuelo, sólo iba hacia abajo. Su siguiente aparición fue un experimento en forma de juego menor descargable para 3DS que pasó con mucha pena y poca gloria. Hasta que finalmente, con sed de éxito, decidió transformarse en un juego de plataformas (Zip Slash) el cual pudimos disfrutar recientemente.

Chibi Robo llegó a nuestras tiendas mal, tarde, sin hacer mucho ruido, con un año de retraso respecto a otros mercados, en una época en la que se consideraba a GameCube muerta, en un momento de la generación en la que solo se le prestaba atención a las continuaciones de éxito, y en un periodo en el que todos los jugadores estaban puestos hasta el culo de ilusión por lo que serían capaces de hacer las máquinas de la próxima generación de consolas. No se pudo hacer peor y no le pudo ir peor.

Bajo una fachada barata se oculta una joya que brilla con luz propia, una aventura única.  Sus desarrolladores, el equipo de Skip,Ltd, que por el nombre pocos seremos quien los reconoceremos pero que los conocemos de sobra por esos juegos que nunca pudimos probar. Este estudio son los responsables de juegos tan peculiares  como Giftia para GameCube o el Capitán Raimbow de Wii, títulos que nunca traspasaron las fronteras japonesas para lamentación nuestra pero que con solo verlos en imágenes podíamos comprobar que no se trataban de juegos convencionales. Chibi-Robo no es una excepción dentro del estudio.

Me resulta complicado clasificar a Chibi-Robo dentro de un género propio, ni siquiera creo que haya algo a lo que podamos comparar de forma directa y eso de entrada es bueno. Salvando muchas distancias podría decir que se parece algo al primer Pikmin y en algunos detalles a Little King Story, pero en esencia Chibi-Robo es algo único.

El juego nos sitúa en el hogar de los Sanderson, una familia modesta que no atraviesa su mejor momento. Papá Sanderson, con excusa del cumpleaños de su hija, trae a casa el último modelo de alta tecnología en robots de ayuda que no es otro que el ¨monísimo¨ y compacto Chibi-Robo. De esta manera comienza la aventura, en donde tendremos que indagar en cada habitación, cada mueble y cada rincón  del que dispone la casa, con el fin de limpiar las manchas (con un cepillo de dientes), recoger la basura y recolectar los objetos que están desperdigados, con el fin de conseguir puntos con los que conseguir nuevas herramientas que nos permitirán llegar a más localizaciones de la casa para seguir limpiando, recogiendo basura y recolectando más objetos desperdigados,  al mismo tiempo que avanzamos y nos adentramos en la historia familiar. Pero no serán tareas sencillas, hay un par de condiciones que nos limitarán. Disponemos de un contador de energía, que se irá gastando a medida que demos pasos, utilicemos una herramienta o suframos daño, por lo que tendremos que estar atentos de que no llegue a cero el contador y disponer lo más cerca posible de un enchufe en el que encajar la clavija que le cuelga al personaje, para así recargar la energía y no tener que repetir todo el trabajo realizado. Además tenemos una limitación de tiempo, tanto de día como de noche, en el que tendremos que planificarnos bien que es lo que tocará hacer en cada periodo para no quedarnos  a medias antes de regresar a la Chibi-Casa.

Pero hacer de recadero no es lo único que se nos propone durante las 15 horas de duración del juego.  Ayudaremos a todos los personajes que habitan la casa, a la familia Sanderson como a los juguetes que en ella se encuentran, los cuales nos pondrán ante numerosos minijuegos y situaciones completamente diferentes al planteamiento del resto del juego. Sin palabras ante la humanidad que se le ha otorgado a estos objetos ¨inanimados¨, el carisma tan agudo que poseen y sobre todo a las historias que rodean a todos. Una genialidad.

Qué más os voy a contar, Chibi-Robo es una aventura única, que dispone de un acusado componente de exploración, aderezado con mucha estrategia, plataformas, algo de acción, carreras, agitado con numerosas situaciones random y sobre todo mucha emoción. Así que podéis seguir delante de vuestro ordenador terminando de leer este texto, hacer como que no habéis escuchado nada y seguir pensando en comprar el próximo juego de vuestra aventura genérica favorita de moda mientras seguís pasando de este personaje, pero sabed que os estaréis perdiendo algo que no encontraréis en ninguna de vuestras nuevas consolas: un juego inolvidable. Y si aún os quedáis con ganas de descubrir esos juegos que nunca debisteis dejar pasar no os perdáis la próxima entrega de ¡Lo que te perdiste! porque va a ser muy especial.