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¡Feliz 20 cumpleaños, Pokémon!

Nuestros redactores nos narran su experiencia como entrenadores.

Alberto Comeche (Coky)

Hablar de Pokémon es para mí algo muy especial, es la saga que consiguió aficionarme definitivamente a este mundillo y por la cual ahora mismo le echo el guante a cualquier RPG que se cruza en mi camino. Mis inicios en la saga se dieron antes de que rojo y azul empezaran a despuntar en España, fui de los pocos jugadores que pudo probar esos formidables cartuchos (que, por cierto, jugué en su versión Francesa) antes de que todo el mundo conociera el camino a seguir, de saber que tipos eran más efectivos sobre otros, o de cuales eran los mejores ataques para cada monstruo. Por aquel entonces aún no lo sabía, pero aquellos juegos, no, aquellas experiencias acabarían convirtiéndome en uno de los mayores fans de la franquicia.

Esto sin embargo no pretende ser un repaso por toda mi vida de “pokemaníaco”, esa historia vamos a dejarla para cuando no podáis dormir. El motivo de estas líneas es celebrar el vigésimo aniversario de la saga. Como ya sabréis, hoy, 27 de febrero, Pokémon cumple 20 años y yo, como imagino que muchos de vosotros, tengo muchas razones por las que felicitarle.

Felicidades Pokémon, por haber permitido entrar en los juegos de rol a la gente más joven e inexperta, por minimizar los valores numéricos en pantalla y abrir al mercado sus mecánicas de juego. Muchas felicidades por desplegar el abanico de personajes jugables hasta casi lo inimaginable, dotando a cada uno de ellos con naturalezas, habilidades y movimientos únicos.

Enhorabuena por haber conseguido generar uno de los metagames más complejos y competitivos del mundo de los videojuegos. Por esas historias simples, pero situadas dentro de un universo que gana en matices, emotividad y complejidad conforme aumenta la edad de su público.

Pero sobre todo, felicidades por conseguir que a los jugadores de videojuegos no se nos siga viendo como lobos solitarios. Nos enseñasteis como sociabilizar con un RPG, conseguisteis que saliéramos a la calle en búsqueda de personas con las que compartir teorías y rumores, o que quedáramos con amigos, compañeros o familiares con los que combatir e intercambiar, ya fuera con un molesto cable o a través de la red de redes. 

Por esos 20 años, que espero, y creo de verdad, serán muchos más. Por que me hagáis sentir en los próximos años con Sol y Luna lo mismo que conseguisteis antaño con Oro y Plata o Blanco y Negro. Por toda la gente conocida y la que queda por conocer gracias a esta enorme saga. Por todo eso, una vez más Felicidades, pero sobre todo, GRACIAS.

Gaizka Iruretagoyena (Everdred)

Pokemon para mi es ese juego que siempre me entretendrá y al que le dedicaré cientos de horas. Durante la cuarta generación lo dejé un poco de lado y me arrepiento, no fue hasta Pokémon Blanco y Negro 2 cuando volví a ser el mismo Pokemániaco que fui con la segunda y la tercera generación. Capturar nuevos bichos me ilusiona tanto como la primera vez que lo hice, sufro como siempre con cada giro de la pokeball hasta que ésta por fin se oscurece.

Mi primer juego fue Pokémon Plata que jugué con mi Gameboy clásica con su escala de grises y al que le metí 420h, desgraciadamente la pila de éste ha muerto y con ello todas mis horas y mi Pokedex completa. Mi generación favorita es sin duda la tercera, el juego que más me gustó fue Pokémon Zafiro y aún vive mi partida de 300h en ese precioso cartucho azul de Gameboy Advance, capturé todos los que se podían en esa versión. En cuanto a los primeros juegos de la saga jugué mucho al Pokémon Amarillo, pero éste no era mio. La saga la conocí en el patio del colegio cuando un compañero llevaba la Gameboy Pocket con el Pokemon Rojo y me moría de envidia, después empecé a ir a casa de un amigo a jugar al Pokemon Stadium y poco a poco me volví el Pokemaníaco que soy ahora.

Sin duda alguna mi Pokémon favorito será siempre Haunter. Todos sabemos que la serie de animación deja mucho que desear, pero en la época de los primeros juegos nos flipaba a todos. En concreto el capítulo de Haunter contra Kadabra jamás lo olvidare, viéndolo junto a un amigo acabamos literalmente en el suelo llorando de la risa, desde entonces me encanta ese Pokémon fantasma, aunque también tengo mucho cariño a Cubone, de nuevo debido a la serie de animación.