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25 años de Castlevania

Un látigo para matarlos a todos...

Habría que esperar cuatro años para volver a ver un juego de Castlevania en una plataforma de sobremesa. Castlevania: Lament of Innocence en 2003 para PS2 contaba los orígenes de la saga y se apoyaba en el hardware de la PS2 para presentar un sistema juego similar al que se pudo ver en los títulos de N64, pero pudiendo presentar un mejor apartado artístico, más recargado y más refinamiento.

Fue al camino a seguir de Castlevania: Curse of Darkness en el 2005, en el que vemos la jugabilidad del Symphony of the Night llevado al entorno 3D, sumando el apartado de invocaciones y recolección de almas que se había podido ver en las entregas de DS.

Porque esa es otra, mientras en sobremesa Castlevania tenía un éxito irregular, en el mundo de las portátiles Castlevania no paraba de arrasar.

Finalmente apareció un título para Wii, Castlevania Judgment, que fracaso de forma estrepitosa ya que se trataba de un juego de lucha con un control imposible y que estaba desvestido de cualquier viso de Castlevania. Una nota a pie de página.

Los portátiles de oro

Entre 2001 y 2008 Konami sacó seis Castlevania para las consolas de Nintendo, todos ellos basados en la premisa de exploración y subidas de nivel de Symphony of the Night. Todos ellos son tesoros de los videojuegos.

Castlevania: Circle of the Moon (GBA, 2001) comenzaba a cargar peso en los personajes secundarios a lo largo del juego, introduciendo diálogos y una historia algo más compleja. Castlevania: Harmony of Dissonance (GBA, 2002) se parecía aún más a Symphony of the Night, mostrando sorpresas para el jugador y numerosos finales dependiendo de su progreso. Por último, tenemos a Castlevania: Aria of Sorrow (GBA, 2003) en el que por primera vez el juego tiene lugar en la época actual y en la que se presenta al personaje de Soma Cruz, un misterioso personaje capaz de recolectar las almas de los enemigos para usar sus poderes.

Castlevania: Dawn of Sorrow (DS, 2005) fue el primero juego para la portátil de doble pantalla de Nintendo. Volvía Soma Cruz y se trataba de la primera secuela directa de la saga. La mayor potencia de la DS permitió escenarios mucho más ricos, mostrando un nivel artístico espectacular y una banda sonora de lujo. Pero Castlevania tenía mucho que decir aún en 3DS.

Castlevania Portrait of Ruin (DS, 2006) cambiaba de tercio y se salía del entorno típico del castillo de Drácula. Visitábamos varios escenarios, como ciudades, pirámides y bosques encantados mientras desentráñabamos los misterios del Cazavampiros. El último juego de DS, Castlevania: Order of Ecclesia (DS, 2008) también está considerado el mejor Castlevania de esta época. Siguió la línea de mostrar algo más que el castillo y mostraba un título de exploración libre y con una dificultad ajustadísima que lo convertía en un reto.