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World of Goo

Castillos en el aire que se hicieron realidad. Punto por punto, goo por goo.

World of Goo - Análisis

 A simple vista, World of Goo no es más que un juego de habilidad (aventuras, según sus propios creadores) en el que hay que llevar un determinado número de bolas, goos, a una cañería construyendo estructuras con ellas y sorteando los distintos obstáculos de cada escenario. Pero nos encontramos ante uno de los mejores juegos del año, aún más conociendo sus características.

La riqueza del título parte de que cada pantalla es distinta a la anterior, algo que 2D Boy (un estudio formado por únicamente 2 personas) ha conseguido por dos vías. Primero, gracias a un brillante diseño de escenarios y de puzles, donde cada obstáculo está en el sitio indicado, sin buscar la frustración del jugador.

Y segundo, mediante la incorporación periódica de nuevos goos cada vez más originales y con habilidades complementarias hasta, literalmente, la última pantalla. La programación de físicas y la interacción entre ellos te mantiene tan alerta como sorprendido en todo momento. No creas que ya lo has visto todo, porque en la siguiente escena encontrarás un nuevo elemento que te hará creer que estás en un juego nuevo.

En conjunto, estamos hablando de un título que destila frescura de principio a fin, que jamás se repite y que obliga a pensar una y otra vez en la solución al acertijo. Por supuesto que la soltura nos llevará a resolver cada vez más rápido, pero esta ventaja se verá compensada con una curva de dificultad muy precisa.

Además, no hay una única forma de llegar a la cañería, ya que cada jugador podrá desarrollar su propio estilo: rápido y tambaleante o lento y seguro. Al objetivo principal de rescatar a un número mínimo de goos, hay que sumar un reto especial, que pedirá en cada ocasión completar el puzle en un tiempo mínimo o llevar hasta el final una cantidad muy elevada de bolas. Esta es una de las dos invitaciones para volver a jugarlo. La otra, competir  por internet con gente de todo el mundo para ver quién hace la torre más alta, a través de La Corporación.

Por tanto, World of Goo es un videojuego que cumple al máximo con su cometido principal: divertir y entretener por su jugabilidad. Pero además emociona, pide una sonrisa y, si te identificas, hasta enfurece. Tiene encanto, conseguido principalmente por su apartado artístico, sublime en su sencillez.

2D Boy ha escogido un estilo caricaturesco, deforme y grotesco para representar los cuerpos vivos, es decir, los menos importantes. Serán tanto los personajes humanos que salpican la historia, como las manos alargadas, cabezas pelonas, bocas extra rojas u ojos chorreantes de rimel que completan los escenarios. La frescura y la originalidad se la guardaron para los goos, pues nunca unas bolas pudieron tener tanta personalidad. De un vistazo (y un sonido), ya sabrás cual va a ser su comportamiento.