Portada » Análisis » Wii Music

Wii Music

Un juego para todos y para nadie. La nueva obra de Miyamoto dispuesta a explotar toda nuestra creatividad musical.

Wii Music - Análisis


Análisis Wii Music Revogamers

Wii Music
se anunció en la presentación de Wii como un juego en el que podríamos desde dirigir una orquesta hasta poder interpretar una canción con una agrupación instrumental. Después de eso, desapareció durante más de un año para volver a ser presentado en el que seguramente fuera el peor E3 por parte de Nintendo en muchos años, causándole una imagen negativa que no se merece y haciéndolo foco de las críticas más duras y, muchas veces, infundadas que un servidor ha podido presenciar.

Pero ahora ya no hay excusas ni hipótesis, el juego está en los escaparates dispuesto a dar la nota estas navidades con un planteamiento jugable completamente distinto a lo que veníamos viendo. Es más, me atrevería a decir que con Wii Music se estrena un nuevo género: Simulación Musical.

Y es que, debido a su peculiar jugabilidad, mucha gente lo ha tachado de no ser un juego, incluso su propio creador, sobre todo a la aparente falta de retos. Claro que, esta mentada falta de retos es algo cierto a medias, ya que el simple hecho de aprender a manejar en él un instrumento ya es un reto, y si usamos la denominación 'Juego' para títulos como Ultima Online o World of Warcraft, ¿Por qué no con Wii Music?


¿Qué es Wii Music?

El título en cuestión abarca una nueva manera de ver la jugabilidad en un juego musical, como ya íbamos adelantando, ya que no consistirá en pulsar 'X' botón en el momento apropiado, como venía pasando hasta ahora, aunque sí incluirá un modo de juego con estas características.

Estamos ante la apuesta más fresca y rejuvenecedora del año y, seguramente, de la generación. Es un título mucho más arriesgado que cualquier otro, por no tener ningún precedente real que, además, ha contado con la mala suerte (o mala planificación) de ser presentado, como ya hemos comentado, en el peor E3 en muchos años y, sinceramente, Wii Music es algo tan nuevo que merece la pena conocer. Pero vayamos por partes.

Nada más encenderlo se nos aparecerá un simpático y bajito Mii con peluca blanca al estilo del siglo XVIII y nos enseñará las bases del juego. El largo tutorial nos servirá para hacernos con la simple pero laboriosa mecánica del título y, tras concluir la lección, podremos acceder libremente a las distintas secciones que abarca el juego: Improvisación, Videos, Clases y Juegos.


Improvisación, la piedra angular de Wii Music

En el modo improvisación dispondremos de las 50 obras con las que cuenta el título, que van desde lo más clásico (como la pequeña serenata de W.A. Mozart) hasta cosas más modernas(como Material Girl, interpretada por Madonna en los años 80), sin olvidarnos de algunos de los temas más emblemáticos de Nintendo (el tema de Super Mario Bros. o el de The Legend of Zelda no podían faltar a la cita). Podremos elegir entre ir a nuestro aire, tocando notas al tuntún o entre el modo rápido (donde ellos nos pondrán la obra y el instrumento a tocar) y el modo personal.

En dicho modo podremos elegir el estilo musical con el que queremos que se haga la interpretación, escoger en qué sección queremos tocar nosotros, el tempo de la obra, etc. Al final de cada interpretación, Sebastián nos preguntará si queremos grabar un vídeo de lo que hemos tocado y, si respondemos afirmativamente, podremos ponerle una puntuación y una carátula creada de forma muy simple. Al principio, no estarán todas las obras disponibles, pero las iremos desbloqueando según vayamos tocando.

Hay cuatro controles, uno para instrumentos de teclado o percusión (sin Wii Balance Board), otro para instrumentos de cuerda rascada (como la guitarra), otro para instrumentos de cuerda frotada (como el violín) y otro para instrumentos de viento (como la flauta). Tres de estos controles emplean el sensor de movimientos de manera intensiva y, podemos decir, que se echa en falta mayor precisión. No es raro ver como nuestro gesto llega tarde o por duplicado al juego cuando estamos en los modos de control de teclado o cuerda rascada, que requieren movimientos más bruscos. Sin embargo, este problema no es cosa del juego, sino más bien un defecto del propio Wiimote y se acrecentará en función del pulso que tenga cada uno. Los otros dos controles funcionan bastante bien y no darán problemas.

Una vez tocando, podremos tocar las notas en el sitio o dejar volar nuestra imaginación e inventarnos frases nuevas. Sin embargo, como es natural por otra parte, esas frases nuevas siguen un camino preestablecido y a veces no será parecido a lo que quisiéramos hacer, al no tener control nosotros de las notas que se van a tocar. No obstante, por norma general, las notas siempre serán adecuadas y podremos improvisar sin perder de vista la obra original, creando así interpretaciones realmente curiosas. A esto hay que sumarle que se podrá jugar a 4 jugadores y que, en caso de estar solos, podremos grabar independientemente cada voz por separado, creando así nuestra personal interpretación del tema que queramos de los 50 disponibles.

Los otros modos de juego

Si nos vamos al apartado de juegos, veremos que podemos elegir entre tres distintos: El modo director de orquesta, el modo de las campanas y el modo del tono perfecto. En el primero, modo con el que se nos dio a conocer Wii Music años atrás, podemos dirigir hasta cinco obras orquestales haciendo nuestro Wiimote de batuta. Sin embargo, nótese que la diferencia de peso entre un Wiimote y una batuta es acentuada y, sumándole esto a que seremos meros metrónomos y reguladores de volumen, limitan el juego a una experiencia quizá demasiado agotadora y quizá con demasiada poca libertad, con respecto al modo principal de improvisación. Hacer un rallentando será una odisea, y hacer un accelerando misión imposible.


El modo de las campanas nos permitirá, al más puro estilo Guitar Hero, interpretar una canción agitando el mando en el momento oportuno. Cada personaje, sea humano o máquina, tendrá dos campanas, una por mano, que se corresponderán con notas de la canción que suene. Es un modo muy divertido, es una lástima que, otra vez más, dispongamos solamente de cinco obras para disfrutarlo. Manejaremos las dos campanas agitando el Wiimote una y agitando el Nunchuk otra y podremos jugar hasta cuatro jugadores, creando entre todos la melodía de la obras a tocar.