Teslagrad
Vuelven los juegos de plataformasclásicos a Wii U con Teslagrad.
Teslagrad - Análisis
Conquistados por el arte
Que Teslagrad destaca artísticamente no es ninguna novedad, basta con buscar una sola imagen por internet para hacerse una idea de lo cuidado que están sus escenarios. Pero ver el juego en movimiento es aún más gratificante, todos los entornos están dibujados con mimo y, a pesar de ser un juego completamente 2D, no será raro encontrarse con elementos dinámicos situados en diferentes niveles de dibujado de los escenarios (como gatos correteando por tejados que están por encima y debajo del protagonista), potenciando así su riqueza y dándoles un mayor efecto tridimensional. La diversidad de estos entornos también es un gran punto a favor deTeslagrad, en el que nos encontramos desde los exteriores lluviosos de una ciudad, hasta entornos naturales similares a un gran invernadero, pasando por fábricas incandescentes e interiores de castillos. El único problema en este caso es el paso tan abrupto que se da entre zonas tan diferentes, cambiando directamente de una a otra sin pasos intermedios, aunque tal vez podríamos considerar esto como parte de la magia de la torre de Tesla.
Los personajes, por su parte, están muy bien animados pero, en este caso, el estilo de dibujo se simplifica bastante y no llega a los niveles de calidad de los entornos.
Sin embargo, aunque pueda parecer increíble, ni la original jugabilidad ni el estilo artístico son lo que más destacan de este juego, ese privilegio se lo lleva el apartado sonoro, que sabe adaptarse perfectamente a cada situación. Los temas principales son capaces de transmitir perfectamente las sensaciones que los desarrolladores buscan en cada momento. El tema del primer jefe final, por ejemplo, define muy bien cómo se sentiría un niño al enfrentarse a algo de tal envergadura, amén de que sabe marcar muy bien un punto y aparte tras venir de unos entornos donde predominaban las melodías con suspense y mucho más tranquilas.
Los efectos sonoros, como la lluvia, los golpes o los diferentes sonidos de los pasos dependiendo del material por el que se mueven los personajes merecen una mención aparte.
No es oro todo lo que reluce
A pesar de que pueda parecer una obra casi redonda, Teslagrad también tiene algunos fallos que lo hacen alejarse de ser un juego sobresaliente. Ya se han mencionado algunos “defectos” jugables, como podían ser los picos exagerados de dificultad, pero a eso habría que sumarle también que el juego, por desgracia, sufre también de errores técnicos, como es el caso de algunas ralentizaciones e incluso cierto “lag” (retrasos) en el momento de cargar ciertas salas, (especialmente con las pantallas adyacentes a la torre central). Por desgracia, esto estropea completamente la experiencia tan fluida que se da el resto del tiempo y no tiene explicación, ya que la consola tiene potencia de sobra para mover un juego sencillo técnicamente como es Teslagrad.