Super Monkey Ball: Banana Blitz
La primera apuesta de SEGA para Wii viene en forma de mono dentro de una bola. Y es divertidísima.
Super Monkey Ball Banana Blitz - Análisis
Pero que este aspecto infantiloide no engañe a nadie: Monkey Ball es una banana muy dura de pelar. Los aproximadamente 100 niveles se dividen en 8 mundos (mas dos ocultos) con temáticas diferenciadas. Por orden, sus nombres son: Isla Simio, Jungla Loca, Dulce Nevada (qué apropiado), Desierto Detritus, Océano Pirata, Cavernas de Cobalto (precioso diseño), Lagos Volcánicos y El Caso Espacial. Bien, tras la “original” lista, hay que hacer notar la progresiva curva de dificultad. Los sencillísimos niveles introductorios del mundo uno tienen la misión
de que intimes con el control; la jungla introduce los primeros mecanismos móviles y la nevada le da velocidad al asunto. Pero a partir del desierto empieza “lo bueno”, pues comenzarás a encontrar retos realmente complicados. Ya sea por la enrevesada forma de las plataformas, por la movilidad de los pasillos, por los enemigos (¡esos topos!) o por el límite de tiempo, irás encontrando pruebas cada vez más difíciles, llegando a niveles realmente desesperantes y que llevarán más de media hora en intentos, aunque realmente duren menos de dos minutos. Que venga el mayor “hardcore gamer” y se enfrente a algunas pruebas de los últimos mundos para demostrar su valor. En estos casos, la recomendación es pausar el juego y observar el nivel desde todos los ángulos con la opción incluida para encontrar atajos o facilidades. No obstante, el que demuestre paciencia recibirá una grata recompensa: poco a poco, vida tras vida, se puede ir avanzando un pequeño tramo más, y es esa sensación de “parecía imposible, pero creo que al final podré superarlo” la que convierte la gran dificultad de algunas fases en un reto muy interesante y por tanto divertidísimo.
Al final de cada mundo te las verás con un animalote con papel de jefe final, y deberás golpearle varias veces en el punto clave para derrotarle y robarle el plátano dorado que rellena tu racimo (¡ah! esta es la historia). Si bien son algo más fáciles que los niveles, algunos también suponen un duro desafío y representan una forma fresca de dividir el sistema de juego.
La “cara B” de este Monkey Ball es una oferta de minijuegos realmente poblada. Esta práctica de meter juegos en los que ver a Aiai y sus amigos en otros menesteres se lleva realizando desde pasados episodios de la serie, pero en esta ocasión (y para intentar aprovechar el mando de Wii de cualquier forma posible), Sega presenta hasta 50 de estos juegos, todos accesibles desde el inicio y con posibilidad de 4 jugadores. Como hemos comentado, el equipo habitual de la serie SMB se ha encargado del juego principal, mientras que Bauhaus Ent. ha realizado los jueguecillos. Sería injusto analizar el título basándose esencialmente en estos juegos. Del medio centenar, alrededor de 20 son realmente entretenidos y los distintos controles hacen su función… pero el resto son muy flojos. Aparte de que la calidad de la presentación disminuye, en muchos de estos últimos el control está mal implementado/pensado y no funciona agradablemente, otros son refritos entre sí, y otros dejan con una sensación de vacío debido a su casi mema sencillez. Una pena, considerando que el juego principal es realmente una demostración de cómo usar el Wiimote. Monkey Ball no es un party game, y por tanto el intentar meter tanto contenido de ese tipo sin más dedicación da como resultado una parte excesivamente irregular.
Conclusión.
Super Monkey Ball: Banana Blitz es uno de los mejores títulos de lanzamiento de Wii. Sega ha trabajado para renovar la saga con acierto en estética y sobre todo en control, presentando su nuevo estándar. Con una dificultad considerable, pero con unos niveles memorables, se erige como probablemente el mejor SMB de todos. Si buscas un título de minijuegos, hay (o va a haber pronto) ofertas dedicadas más completas, como Wario Ware: Smooth Moves, Mario Party 8 o Rayman Raving Rabbids.
Sus más y sus menos:
+ El perfecto control.
+ Su dificultad (¡si tienes paciencia!).
+ El diseño en todos sus aspectos.
- No es el SMB con más niveles de la saga.
- La oferta agridulce de minijuegos.