Super Mario Kart
Super Mario Kart llega a la Consola Virtual de Wii U. ¿Cómo ha soportado el paso de los años el primer juego de la saga?
Super Mario Kart - Análisis
Super Mario Kart fue el juego que empezó una de las sagas más exitosas de Nintendo, uno de esos que se espera con ganas en cada consola y que se convierte en uno de los mayores “piques” multijugador - además de uno de los mayores éxitos de venta. Mario Kart 8 se acerca, y ahora ha llegado a la Consola Virtual de Wii U donde conserva todas sus bondades, su modo a dos jugadores, y se añade el Off-TV, la posibilidad de crear puntos de restauración y, sobre todo, la posibilidad de modificar los controles para que lo adaptemos a la configuración de otro Mario Kart que más nos guste y tener la aceleración, el freno y el salto-derrape en los botones que queramos.
Aunque Super Mario Kart es el primero y sentó las bases de su serie, algunas cosas son diferentes a las que nos hemos acostumbrado a ver después, como que las copas fueran de cinco circuitos a cinco vueltas. En cada recorrido tenemos en el suelo bloques interrogación en ciertos lugares que nos otorgarán un ítem a utilizar (una de los aspectos más reconocidos de la franquicia) y también monedas que aumentarán nuestra velocidad y servirán como pago para que los choques no duelan tanto y para ser rescatados por Lakitu si nos caemos del trazado (pero ojo, si almacenamos más de 99 se nos pondrá en 0 el contador de nuevo).
Los objetos que nos pueden salir son nueve y tenemos las míticas conchas verdes y rojas para lanzar, las cáscaras de plátano, el rayo para encoger a todos los oponente, la estrella que nos hace invencibles temporalmente, los champiñones turbo y los Boo que nos hacen invisibles y nos permiten robar ítems a otros jugadores, pero también hay otros que se quedaron en esta entrega como son la pluma para dar un salto alto y la moneda para subir el número de éstas de nuestro contador. Luego, cada personaje que sea manejado por la CPU tiene la capacidad de usar un objeto concreto una gran cantidad de veces. Mario y Luigi utilizan estrellas; Yoshi, huevos; DK Jr., bananas; Bowser, bolas de fuego; Koopa Troopa, caparazones verdes; y Toad y Princess (no era Peach todavía) lanzan champiñones venenosos que encojen al que los toque. Hablando de encoger, si pulsamos Y+A al escoger a nuestro personaje podremos jugar con él en tamaño pequeño, lo cual es un reto añadido.
En cuanto a los circuitos, veinte en total, hay que buscar una queja: la falta de variedad. Realmente sólo hay ocho tipos de temática de trazados, y como el diseño de cada uno no es demasiado elaborado puede echarnos para atrás si nos hemos acostumbrado a los cada vez más enrevesados circuitos; pero no nos dejemos engañar por esta primera impresión ya que la diversión y dificultad están siempre presentes, y si no hacemos bien algunas curvas nos comeremos los muros laterales (o nos caeremos). En cuanto a niveles de dificultad, tenemos las tres cilindradas diferentes (la última a desbloquear supone un gran desafío), pero no el modo espejo al que ya estamos acostumbrados.
Para un jugador están los clásicos torneos con cinco circuitos a cinco vueltas, y en el que tenemos la necesidad de quedar entre los cuatro primeros para poder seguir, ya que si no lo conseguimos perderemos una vida y habrá que volverlo a intentar. Al final se sumarán los puntos obtenidos en los diferentes circuitos para calcular quién es el ganador. A la hora de la verdad, deberemos quedar primeros casi siempre ya que el juego utiliza un sistema de rivales, de manera que un personaje concreto manejado por nosotros siempre va a tener otros fijos asignados para que ocupen las diferentes posiciones. Por ejemplo, si Toad es nuestro corredor, Princess será la segunda, DK Jr. el tercero, Mario el cuarto, Yoshi el quinto y el resto se reparten los últimos puestos. Si por algún golpe en la última vuelta se produjera un cambio de posición, el sistema de rivales se reasigna al resultado que hayamos presenciado, de manera que siempre el piloto con más puntos que no sea el nuestro será el que quede más adelante para dificultar nuestra victoria, aunque se hace algo extraño en un título en el que los objetos marcan el azar y se podrían vivir diversas situaciones.
Además del GP, tenemos un Time Trial para mejorar nuestros tiempos en los diversos circuitos. Pero lo que llama la atención de jugar solo es que el juego da la sensación de estar principalmente pensado para dos jugadores, ya que la pantalla se divide de la misma manera sin compañía, mostrando en la parte de abajo una vista global del circuito y la posición de los corredores o bien el espejo retrovisor, según nos interese. Para dos jugadores tenemos el GP, carreras sueltas en 1vs1 y el modo batalla donde nos tendremos que lanzar objetos o chocarnos para quitarle vidas (globos) al rival en unos escenarios cerrados diseñados específicamente para este modo.
En definitiva, Super Mario Kart puede no ser visto a día de hoy como el mejor de su saga, pero fue el primero e introdujo un montón de ideas que son las que disfrutamos hoy día. En la entrega de GBA pudimos volver a recorrer todos sus circuitos y, desde la versión de DS algunos vuelven a hacer acto de aparición en las copas retro. Lo que queda claro es que pese a parecer simple, en su época fue todo un bombazo y era más complicado de dominar que lo que vemos en la actualidad, pero eso motivaba a perfeccionar el recorrido. Lo que está claro es que, aunque nos pueda saciar algo de ganas de Mario Kart 8, nos da más ganas de tener la nueva entrega entre nuestras manos y disfrutar de su multijugador online.