Super Mario Kart
El Mario Kart para lobos solitarios.
Super Mario Kart (N3DS) - Análisis
Considerada ya otra de las veteranas marcas de Nintendo, la saga Mario Kart ha logrado asentarse como un auténtico gigante en sus más de veinte años de vida. Tras haber gozado de los derrapes, la antigravedad y hasta los 200 centímetros cúbicos de Mario Kart 8, la compañía japonesa ha querido convertir nuestras New Nintendo 3DS en un DeLorean portátil para traernos la entrega que sirvió como pilar principal para este hito y de la que venimos a hablaros: Super Mario Kart.
Karting hacia el pasado
Con la perspectiva que arrojan dos décadas pilotando karts, volver a probar las mieles de este clásico de Super Nintendo es algo dulce, pero también ligeramente agrio. Catarlo de nuevo trae a la memoria esos recuerdos de los que, para muchos, significaron sus primeros pasos a los mandos de una consola, y por supuesto la primerísima vez que encarnaron al bueno de Mario lanzando caparazones a diestro y siniestro mientras pilota un kart. Hasta ahí todo es dulzura, pero, cuando miras de reojo al compendio de Mario Kart 8, te das cuenta de cuánto han cambiado las cosas y de las carencias de este honorable clásico.
Símiles gastronómicos aparte, Super Mario Kart ofrece en la portátil exactamente lo mismo que ofrecía en El Cerebro de la Bestia, pero con una flamante carencia que llega a consecuencia de la naturaleza de New Nintendo 3DS y que más adelante comentaremos. Seguimos teniendo cuatro copas de cinco circuitos cada una y a cinco vueltas cada circuito (cifras totalmente alteradas en entregas posteriores), los power-ups siguen recogiéndose gracias a bloques que hay en el suelo (con grandes desaparecidos como la pluma, que nos permite dar un gran salto), nuestros rivales siguen teniendo los suyos propios (como Yoshi y su lanzamiento de huevos o Peach con sus champiñones venenosos) y hasta tenemos un contador de tiempo para ver si batimos nuestras marcas a cada vuelta. A priori, el cómputo de elementos suena bien, pero el problema es que esta vez debemos olvidarnos de cualquier tipo de multijugador.
Los modos para un jugador se conservan. Tienes el Mario GP si quieres ir superando los diferentes circuitos del videojuego; ya sea en 50cc, 100cc o 150cc (este último, desbloqueable); o Time Trial si lo que quieres es ese pique contra ti mismo por conseguir cada vez mejores tiempos en cualquier circuito de los disponibles. Pero, aunque todo lo relacionado con echar partidas con amigos está ahí, es completamente inútil, no hay forma de competir con un colega porque no hay opción de conectar con otra portátil. Claro que siempre cabe la posibilidad de que os pongáis los dos en la misma consola a alternar los mandos mediante ZL+ZR+Y y os turnéis. En un juego de carreras. En un Mario Kart.
La esencia de Mario Kart
La experiencia base, la pura esencia de la franquicia es la que se puede disfrutar en este Super Mario Kart. Lejos quedan los fragmentos submarinos, las playas y sobre todo eso de circular por paredes o techos. Aquí la conducción se ciñe a una pista, a las cuatro ruedas de nuestro pequeño y destructivo bólido y a la maldad de nuestros competidores.
A través de los 20 circuitos de los que goza, aunque con mucho escenario repetido, compites por llegar el primero a la meta con unas mecánicas sencillas pero efectivas. Aquí, si quieres disputar la siguiente carrera del GP, tienes que quedar entre los cuatro primeros. Si no lo logras, perderás una vida y tendrás que repetir hasta lograr el puesto exigido por lo menos. Y puedes tener por seguro que no es algo fácil ya que, tanto nuestros siete rivales (con caras como Donkey Kong Jr.), como los controles (algo duros si vienes de entregas recientes) no van a hacer que sea una tarea sencilla.
Su aspecto, a pesar de los años, luce bastante bien en la pantalla de New Nintendo 3DS. Aunque se nos permita expandir ligeramente la imagen y darle cierto difuminado, disfrutarlo con sus pixelotes y en el formato 4:3 para el que fue concebido se convierte en toda una delicia cuando va acompañado de esa banda sonora tan de Super Mario y tan de Super Nintendo. Desde luego, y sin caer en la idea de que la imagen podría suavizarse con algún que otro filtro, es la mejor forma de recordar cómo lucía en los televisores de antaño, o para hacernos una idea de ello si no pudimos disfrutar del original.
En definitiva, Super Mario Kart es un título que llega con sus más y sus menos a la Consola Virtual de New 3DS. Su modo individual cumple a la perfección para los puristas de la saga y para quienes busquen un juego de carreras sencillo y adictivo. Sin embargo, el no poder disfrutar de una de las grandes bazas de la franquicia, su multijugador, es un lastre demasiado grande y que resta mucho al conjunto. Si prefieres echar partidas con un amigo o amiga y tienes la oportunidad de disfrutarlo en otra plataforma, quizás esta no sea la versión que buscas.