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Splatoon

Disfruta de un Shooter único en su especie

Splatoon - Análisis

Hace casi un año en el E3 2014, Nintendo nos sorprendió a todos con un simpático shooter para Wii U en el que unos pintorescos “calamares humanoides” peleaban lanzándose pintura para obtener el control territorial. Hoy faltan sólo unos días para el gran lanzamiento de esta nueva IP que conquistó muchos corazones desde su anuncio. Splatoon ha venido para quedarse y en las próximas líneas os invitamos a descubrir hasta la última gota de lo que nos ofrece.

Bienvenido al mundo de los Inklings.

Como hemos contado antes Splatoon es una nueva IP de Nintendo que pretende llenar el vacío que tiene la  compañía en el género shooter y más concretamente en los de tercera persona. Sin embargo en este juego no vamos a encontrar los típicos soldados ni zombies. El mundo de Splatoon está habitado por los Inklings, habitantes de Cromópolis. Los Inklings son simpáticos calamares que pueden transformarse en humanoides. Aparte de ser seres que necesitan siempre ir al último grito, lo que más les caracteriza es su afán por controlar territorios.

Marca tu territorio.

El punto más destacado de Splatoon es el multijugador online. En él podemos disfrutar de trepidantes partidas cuatro contra cuatro. Las partidas tienen tres minutos de duración y el objetivo es que tu equipo tenga más zona controlada que el rival cuando se acabe el tiempo. ¿Cómo lo conseguimos? Nosotros y el resto de Inklings del equipo debemos que pintar todas las partes del escenario que se puedan mientras entorpecemos a los rivales para que no hagan lo mismo.

Para pintar contamos con diversas armas a nuestro servicio, las cuales podemos dividir en tres categorías: armas principales, secundarias y especiales. Las secundarias son objetos que lanzamos con los que si acertamos derrotaremos al rival de un solo golpe, podemos decir que es muy similar al uso de granadas en los shooter clásicos. Las armas especiales las usamos cuando rellenamos la barra especial tras pintar mucho. Son armas poderosas con las que somos capaces de derrotar al rival de un solo golpe. Cuando morimos perdemos parte del progreso de la barra especial.

Pero el arma que vamos a usar de manera más regular, es como su propio nombre indica, el arma principal. En Splatoon hay tres tipos de estas armas, lo cual diversita las formas de jugar. Para disfrutar de una experiencia completamente Shooter lo recomendable son los disparadores, con los que lanzaremos ráfagas de pintura. Las armas de carga son lo más parecido a las francotiradoras clásicas. Puedes matar al enemigo de un solo tiro y dejas una estela de tinta por donde pasa, pero por otro lado tienes que cargarlas antes de disparar. Por último nos dejamos el tipo de arma más novedoso de este tipo de juego, el rodillo. Con él no solo pintamos una gran cantidad de espacio en poco tiempo, sino que además podemos agitarlo para salpicar con su tinta al enemigo. Existen varias armas principales de cada modelo porque cada una de ellas lleva asociada un arma secundaria y un especial distinto, así como distintas estadísticas.

Sin embargo podemos decir que todo esto no es lo más original que nos puede ofrecer Splatoon. Nuestro Inkling es capaz de transformarse en calamar en medio de la partida. Cuando estamos en esa forma vamos mucho más lento si vamos por zona que no esté pintada con nuestro color. Pero si vamos por la pintura de nuestro equipo nos movemos más rápido y somos casi imperceptibles para nuestros rivales. Además nadar en esta forma por nuestra pintura hace que recarguemos tinta y que seamos capaces de subir paredes y atravesar rendijas. Esta forma vuelve a Splatoon un juego increíblemente estratégico. Por ejemplo, podemos escondernos cuando estamos malheridos e intentar llegar hacia la espalda del rival para liquidarlo.

Cuando hemos jugado ha tardado en encontrar partida un rato bastante elevado, no obstante tenemos que entender que eso es normal porque el juego aún no ha salido y el número de gente que hay actualmente es muy bajo. Sin embargo una vez conectado a la partida te ofrece la posibilidad de volver a jugar con las personas con las que acabas de participar en el combate. De esta forma el juego te reconecta con esas personas directamente y no tienes que buscar a siete jugadores más de nuevo. Mientras esperamos podemos disfrutar de un entretenido minijuego en la pantalla de nuestro Gamepad, el cual también podemos disfrutar en la plaza de Cromópolis.

Otra cosa a destacar es la fluidez dentro de la partida. En absolutamente ninguna de las partidas de las decenas que hemos disputado hemos notado ni un ápice de lag. Lo cual disipa una de las grandes preocupaciones que muchas personas tenían respecto al juego. Las partidas son divertidas y frenéticas. Duran solamente tres minutos que parecen segundos y en ningún momento se hacen pesadas. Cuando morimos dentro de la partida soltamos un poco de pintura del rival en el lugar de nuestra muerte y reaparecemos de forma casi instantánea en nuestra base, donde a través de nuestra pantalla táctil podemos tocar en el mapa a uno de nuestros aliados y dar un gigantesco salto para aparecer a su lado.

En la pantalla táctil de nuestro Gamepad se muestra un mapa donde podemos ver diversa información sobre la partida. Lo más importante es la posibilidad de ver las zonas que ha pintado cada equipo y visualizar donde se encuentran nuestros compañeros. De esta forma sabemos dónde tenemos que ir a pintar y donde se requiere encarecidamente nuestro apoyo.

Al terminar la partida ganamos puntos de experiencia dependiendo de si hemos ganado o perdido y de nuestra actuación en el campo de batalla. Cuando somos nivel diez podemos entrar a disputar partidas clasificatorias. En ellas el objetivo es subir de rango jugando con y contra gente de tu mismo nivel o similar. El último modo multijugador actual es el modo con amigos, el cual es igual que el modo normal pero participando en la partida con gente que tenemos en nuestra lista de amigos de Wii U.