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Space Hulk

En el despiadado universo del lejano futuro sólo hay guerra.

Space Hulk (Wii U) - Análisis

Allá por 1989, Games Workshop sacaba al mercado una adición a su incipiente juego de miniaturas futurista Warhammer 40000 llamada Space Hulk. Proponía tomar el mando de una escuadra de Exterminadores de los Marines Espaciales y adentrarse en un, misteriosamente recién aparecido, pecio espacial para iniciar una purificación del mismo por el bien de la humanidad.

Es ahora (finales de 2013) cuando Full Control, de la mano de HR- Games, ha decidido devolvernos este icónico juego en versión digital y lo trae algo más de dos años después a la eShop de Wii U. ¿Estás preparado para enfrentarte a los mortíferos Genestealers?

El poder de la nostalgia

Space Hulk, el juego de miniaturas, es un título muy querido por los aficionados a los juegos de mesa en general y por los jugadores de Warhammer en particular. Era, y es, un juego realmente bien equilibrado, bien ajustado, que recolectó enorme éxito gracias (en parte por las miniaturas) a la atmósfera agobiante y el enorme reto que suponía superar sus misiones.

Se denota en el equipo de desarrollo la pasión y el recuerdo de unas tardes apasionantes con el jueguecito de marras, llegando al punto de encontramos ante el tributo perfecto. Por delante tenemos un videojuego que es un calco casi al cien por cien del homónimo de mesa. No sólo tenemos los mismos personajes, reglas y ambientación, sino que las campañas que incluye son exactamente, misión por misión, las mismas que encontrábamos en el original y en varias de sus expansiones.

Pero cuidado, todo lo que queda bien en el tablero, no tiene por qué sentarle bien a un videojuego y, de hecho, así ocurre con Space Hulk, donde encontramos ciertos aspectos y mecánicas realmente tediosas.

Pasito a pasito

Estamos ante un juego rematadamente lento y endiabladamente estratégico, que nos obliga a pensar al milímetro cada movimiento de nuestros marines, y eso se traduce en tiempo. Controlamos un grupo de Marines Espaciales con armadura de Exterminador, son lentos y pesados y disponen de sólo 4 Puntos de Acción (PA) con los que debemos resolver cada turno. Cada acción consume un número de PA concreto y podremos caminar en línea recta, hacia atrás, en diagonal, pivotar, disparar o ponernos en guardia entre otras posibilidades.

Para flexibilizar nuestro juego, y de forma aleatoria en cada turno, se nos proporcionará entre 1 a 6 puntos de mando para gastar en acciones adicionales. Enfrente, tenemos a los Genestealers Tiránidos, unas auténticas trituradoras en el combate cuerpo a cuerpo, rápidas (6 PA y sus acciones solo cuestan 1 PA) y con un número que nos superará en ocasiones en una proporción de 6/1 o más. Esto, unido a que los estrechos pasillos del pecio sólo permiten un marine/genestealer por casilla, consigue que la atmósfera de agobio y urgencia esté francamente bien conseguida.

Es una lástima que el sistema de juego se vea lastrado por varios fallos que emborronan la experiencia jugable, y parte de esa magia se pierde en el paso virtual. Las animaciones de los personajes, sobre todos los Exterminadores, son extremadamente toscas y lentas (se pueden acelerar en el menú, pero no es suficiente), unido a la imposibilidad de hacer nada durante varios segundos mientras nuestro personaje completa su acción, da como resultado una frustración por la espera y sensación de pérdida de tiempo demasiado aguda.

Lamentablemente, hay que añadir varios problemas de control. El más grave viene dado por la selección de las casillas para movernos o realizar cualquier otra acción, donde fallaremos en varias ocasiones por culpa de un cursor demasiado “nervioso” y que reacciona a veces de forma impredecible. De hecho, que se incluya la opción de deshacer nuestro último movimiento pulsando B, parece más un remiendo a este hecho que por razones meramente de juego.