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Sonic Unleashed

El erizo más famoso del mundo de los videojuegos vuelve a  la carga con una nueva entrega de sus veloces aventuras. ¿Será ésta la ocasión del resurgir de uno de los iconos del medio?

Sonic Unleashed - Análisis

Sonic es uno de los personajes más veteranos del sector y sus juegos forman una de las franquicias más fructíferas. Lo malo es que la calidad de antaño se ve mermada en pos de mayor cantidad y diversidad de juegos protagonizados por el carismático personaje. Tras sus grandes títulos en la era de las dos dimensiones, Sonic protagonizó un más que decente título en su paso a las 3D, Sonic Adventure para Dreamcast. Desde entonces cada nuevo juego ha sido un intento fallido por recuperar el estatus que tuviera en su día y más que un favor un desgaste para la mascota de SEGA, desmereciendo su nombre.

Exceptuando algunos de sus juegos en Nintendo DS, cada nuevo juego del erizo azul a supuesto un jarro de agua fría en mayor o menor medida para sus seguidores. ¿Será este Sonic Unleashed una nueva desilusión? ¿O será  la reconciliación de Sonic con  el mundo de los videojuegos? Veámoslo.


La historia arranca con una elaborada escena cinemática en la que Sonic planta cara a una flota de navíos espaciales capitaneados por el Dr. Eggman, y acaba con una trampa en la que nuestro malévolo villano captura al azul erizo para usar el poder de las Esmeraldas del Caos y liberar a Dark Gaia, un ente maligno que habita preso en el interior del planeta, con el fin de usar su poder en beneficio propio. Tras la irrupción del ser, Sonic se ve precipitado al vacío, cayendo en tierra firme. Allí conoce a Chip, un desmemoriado diablillo enamorado de la comida que nos acompañará a lo largo de la aventura, y al que a su vez intentaremos ayudar a recuperar sus recuerdos.

 Una vez iniciamos nuestra andadura comprobamos que como resultado del los maliciosos actos de Eggman, el planeta se ha dividido en fragmentos, de modo que tendremos que encontrar los diferentes templos Gaia repartidos por el globo para revitalizar las Esmeraldas del Caos y así conseguir que el orbe recupere su forma originaria.

En cada nueva ciudad se nos muestra un mapeado con una serie de puntos visitables. Estos puntos nos dan pie a conversaciones con los lugareños. Si bien en muchas ocasiones serán meramente anecdóticas, en otras nos proporcionarán pistas y piezas de las llaves de los templos a través de los que podremos acceder a las fases de juego.

La acción se reparte en pantallas diurnas y nocturnas. En las fases diurnas Sonic hará gala de sus raíces y correrá velozmente por escenarios diversos coleccionando anillos. La tasa de frames por segundo es suficientemente buena para no sufrir relentizaciones en ningún momento y lograr que el juego fluya sin problemas. Contaremos con varios movimientos para superar los niveles, así como turbos, fintas laterales, derrapes y hasta podremos agacharnos para sortear algunos obstáculos. Por lo demás, nos encontraremos con elementos propios de cada juego de Sonic: loops, rampas, propulsores, barras deslizantes... La destreza que demostremos nos llevará en más de una ocasión por un camino u otro con lo que estás fases serán las que más rejugaremos para conseguir nuevos récords, conocer todos los caminos posibles o conseguir más anillos.

En las fases nocturnas nuestro carismático amigo se transformará en erizo/lobo como otra de las consecuencias de los actos de Eggman. En estas fases la velocidad da paso a un plataformeo más pausado para el que nuestras nuevas habilidades nos serán de gran ayuda. No tendremos la velocidad de Sonic original, pero ganaremos en habilidad para el combate y nuestros brazos se alargarán para poder alcanzar cornisas y salientes que parecen inalcanzables. En estás fases nocturnas el número de enemigos será mayor con lo que será casi primordial conseguir mucha energía oscura para poder acceder a nuevas habilidades y combos.