Shin Megami Tensei IV
El RPG más oscuro y maduro de Atlus, para Nintendo 3DS
Shin Megami Tensei IV - Análisis
En cuanto a la dificultad, hay que mencionar que pese a la reputación de la saga, este Shin Megami Tensei IV no es un infierno pero sí que tiene unos picos de dificultad bastante irregulares, empezando por un inicio de juego que a más de uno se le puede hacer cuesta arriba. Pero eso no significa que no haya que bajar la guardia incluso en esos momentos en los que creamos que vamos más tranquilos, porque en este Megaten del mismo modo que puedes barrer a un enemigo en un par de turnos, ellos pueden hacer lo propio contigo y mandarte de visita al barquero del río Estigia.
La causa principal de que esto sea así lo tiene su peculiar sistema de combate Press Turn, basado en combates por turnos. Este sistema de batallas nos permite atacar una vez por cada personaje y demonio que tengamos en nuestro grupo. Hasta aquí sería lo habitual de no ser porque se pueden ganar turnos extra y encadenarlos si se ataca aprovechando la debilidad del enemigo, pero estos también se pueden perder de un plumazo en caso de que ataquemos su punto fuerte. Un sistema de combate que no sólo se aplica contra el enemigo, sino que también lo podremos sufrir en nuestras carnes e incluso el enemigo más insignificante nos puede poner en un aprieto.
¡Hazte con todos!
Uno de los principales puntos fuertes de la franquicia Megaten, SMT IV incluido, se encuentra en su enorme elenco de demonios, así como en uso y las posibilidades que estos nos ofrecen.
Al igual que en la popular franquicia de Game Freak y Nintendo, aquí también hay que recolectar aliados que nos ayuden en las batallas, pero en lugar de usar Pokéballs aquí se les convence cumpliendo las condiciones que ellos mismos nos proponen o incluso engañándolos. Pero de un modo u otro, su colaboración es vital para nuestro devenir en la aventura, como también lo será el saber explotar su sistema de fusión.
El número de demonios que nos acompañan está limitado (3 en combate y el resto depende de las mejoras que tengamos) y tampoco podemos pretender que suban de nivel y evolucionen al mismo ritmo que el del protagonista, por eso es básico recurrir a las fusiones. Gracias a ellas podemos juntar a varios demonios para conseguir nuevos y mejores acompañantes, que a su vez podemos volver a fusionar con otros hasta encontrar el equipo que mejor se adapte a nuestro gusto.
Y si ya resulta entretenido dedicarse a buscar combinaciones de demonios, también lo es el cumplir las numerosas misiones secundarias presentes en este JRPG, el personalizar al personaje tanto con la ropa y las armas como con los puntos de estadísticas o los que nos otorga la app del guantelete. Opciones que suman a los citados cuatro finales y hacen que la media de 40-45 horas que nos puede durar la primera partida se amplíe hasta los tres dígitos. Y eso sin contar con los DLCs, que al ser optativos ya es cosa de cada uno.
Conclusión
Con Shin Megami Tensei IV nos encontramos ante una de las propuestas más grandes del género en Nintendo 3DS. Un JRPG respetuoso con sus raíces, acorde con los tiempos actuales y diferente al resto. Un juego al que los principales “peros” que se le pueden achacar son ajenos a su calidad como producto, pero tienen su peso. Se trata de los continuos retrasos, su falta de traducción (completamente en inglés) o la ausencia de una versión retail. Es una pena, pero estos detalles muy posiblemente lo lastrarán y lo alejarán de las masas.