Shaun White Snowboarding Roadtrip
Ubisoft se lo ha tomado en serio y parece que la versión de Wii marca el ritmo en este caso. ¿Será suficiente?
Shaun White Snowboarding Roadtrip - Análisis
Pero con un poco de práctica comenzaremos a ponerle nombre y momento a cada truco para alcanzar unas puntuaciones que el primer día parecían de chiste. Todo gracias a una curva de dificultad muy ajustada que te permite avanzar pensando que no has aprendido nada y, cuando realmente requiere que demuestres en un esfuerzo que sí sabes, te sale. Es ahí donde comienza a picar Shaun White Snowboarding, cuando te crees que puedes empalmar esos dos giros increíbles y que te vas a hacer los 10.000 en el halfpipe. Lástima que el sistema de puntuación sea demasiado benévolo.
Después está la opción de jugar con el Wiimote, sin Nunchaku, cogido de frente. La inclinación sustituye a los pies, con lo cual las partidas se vuelven más sencillas. Sin embargo, es útil para memorizar los tipos de trucos y asociarlos a movimientos y botones, de modo que después, en pleno vuelo, sean más fáciles de enlazar.
En cooperativo, a pantalla partida, se suman los resultados, ya sean puntuación o tiempos, lo que obliga a un equilibrio entre los participantes. Eso sí, habrá distintas marcas a batir, calibradas para todas las experiencias. Lo mejore de este modo, así como del entrenamiento, es que permite todas las combinaciones de mandos posibles hasta sumar cuatro jugadores (siempre una Balance Board máximo en Wii). El objetivo es recorrer otra vez las mismas pistas con algún aliciente que no sea superar la propia marca, dando un buen aporte de rejugabilidad. Por último, intentando potenciar el multijugador, se ha añadido un modo para ir pasando el mando, Silla Caliente, totalmente innecesario, puesto que sólo aporta la comparativa entre resultados de distintos jugadores, algo que se puede hacer en el modo historia pasando el mando.
Sólo por la jugabilidad, ya merece la pena hacerse con este título. Pero tampoco hay que desmerecer el trabajo llevado a cabo por el equipo creativo. Han huido del estilo realista en pos de uno más libre y dibujado para "lo humano" que se mezcla con unos entornos naturales y paisajes afinados al ojo. Y bellos si es que es lo que se quiere buscar, como Los Alpes suizos, o feo y muerto como Los Andes chilenos.
Artísticamente, los escenarios han sido creados para alternar sensaciones y todos son tan distintos de los otros que no da la sensación de repetición, incluso para un juego de snowboarding. Han incluido pequeños elementos diferenciadores como retamas, carreteras o casitas, y se han sacado ubicaciones extrañas de la manga, como una pista de nieve artificial en el interior de un centro comercial japonés. Pero lo mejor es mejor es el ajuste en su diseño, variando de unas pistas a otras en función del objetivo planteado. En algún momento echarás en falta algún salto y en otro no podrás dejar de "grindar". A medida que avanza la historia y crece la dificultad, también lo hará el número de obstáculos y trabajas, una decisión que aporta reto a este Shaun White.
La banda sonora es el elemento más descompensado. También han optado por fichar a estrellas para adolescentes como Rund DMC, pero es tan escueta que comenzará a repetirse una y otra vez hasta saturar. Con el botón '1' se cambia de canción en cualquier momento, por si alguna raya en exceso. La historia ni es importante ni destaca, pero Ubisoft ha doblado el juego completamente al castellano, lo que supondrá un mínimo aliciente para ver las breves escenas de vídeo que anteceden a la llegada a un nuevo entorno y escuchar sus bromas infantiles y sus chistes malos.
Shaun White Snowboarding Road Trip puede ser el inicio de una bonita franquicia de un deporte que, en Wii, necesita brillar gracias a la Balance Board. Un control soberbio y suficientemente exigente, acompañado de un trabajo de calidad en el resto de aspectos y modos multijugador de todos los estilos aseguran horas y horas de diversión, pique y satisfacción. Sin pasar frío, sin salir de casa y sin moratones.