Resident Evil 4 Wii Edition
Capcom ha cogido un título magistral y lo ha portado a Wii prácticamente con la única modificación del sistema de control y apuntado. Un riesgo que quizá no merezca la pena y pueda llegar a ser blasfemia, o quizá el toque definitivo.
Resident Evil 4 Wii Edition - Análisis
Como ya hemos mencionado, la única novedad que presenta esta Wii Edition se encuentra en el sistema de control. Los movimientos siguen siendo los mismos que ya presentó la versión de GameCube, pero ahora los ataques han sido mejorados gracias a las posibilidades del mando de Wii: apuntado y cuchillo. Una cámara subjetiva muestra en todo momento al protagonista de la acción. El joystick del nunchaku ejecuta los toscos movimientos característicos de un personaje de Resident Evil, y "Z" se emplea para correr. Además, un golpe hacia atrás del stick a la vez que se pulsa este botón permitirá un úntil giro de 180 grados. La acción y las opciones quedan para el Wiimote. El sistema de apuntado, principal atractivo, queda ahora a cargo del puntero del mando. Será necesario presionar el gatillo "B" para situarse en la primera persona y comenzar a manejar el arma; con "A" se abre fuego. La otra innovación está en el cuchillo, que ahora son los cuchillos. Un balanceo del Wiimote en cualquier momento provocará que Leon saque su cuchillo y realice un corte débil. Sin embargo, si se mantiene presionado "c", el personaje se colocará en posición de ataque con su cuchillo en su mano derecha y los golpes asestados serán más potentes, a la par que dirigibles. Además, los botones "1" y "2" se reservan el mapa y el menú, mientras que "-" permitirá acceder al siempre necesario maletín donde cambiar las armas o utilizar la hierba verde, y "+" será el botón con el que ordenar a Ashley Graham qué hacer.
¿Justifica esta adaptación la reedición de este juego tan laureado? Rotundamente sí. El Wiimote y el Nunchaku han recogido a la perfección el ya majestuoso control de la versión de GameCube y lo ha elevado a un nivel superior. Apuntar es mucho más sencillo, tanto que no será difícil acabar una misión con un porcentaje de acierto en torno al 90%, tras haber servido una buena cantidad de oportunos disparos a la cabeza o la rodilla. Si nunca fue escasa, la munición ya se vuelve excesiva transmitiendo una sensación de superioridad que puede tornarse en sencillez. Además, esa forma de sacar el cuchillo rápidamente es mucho más intuitiva y eficaz, sobre todo a la hora de romper objetos. En conclusión, Wii proporciona a Resident Evil 4 un control soberbio. Por si fuera poco, los nostálgicos siempre pueden jugar con los controles tradicionales siguiendo estos sencillos pasos que permiten controlar la edición de Wii con el mando Clásico o con el mando de GameCube (no, no viene en las instrucciones).
Sin duda otro de los aspectos destacados de la versión de GameCube fue el apartado técnico. Esta cuarta entrega de la saga supuso el salto a la cámara dinámica y el abandono del mundo prerrenderizado, con sus pros y sus contras. El nivel de detalle de Leon Kennedy, desde sus movimientos hasta su cabello, marcó un nuevo máximo en el momento de su lanzamiento. Del mismo modo, los enemigos principales, las criaturas y los compañeros presentan una imagen muy lograda, con una modelación muy delicada y unos rostros expresivos. Los enemigos básicos mantienen esa buena impresión generalizada, si bien se repiten con mucha frecuencia. Mención especial merecen los escenarios: el cambio de cámara y el incremento de la acción ha venido acompañado de espacios mucho más grandes que los tradicionales pasillos angostos que predominaban en la saga Resident Evil, por lo que algunas zonas y texturas presentan un nivel un tanto inferior al resto del juego, a la par que otras zonas son de una gran belleza. Ningún pero al apartado artístico. Mikami se enfrentaba a la necesidad de provocar terror en cualquier punto del mapa, y perdía el factor sorpresa que le otorgaba poder colocar la cámara en el sitio clave. A cambio, ha construido unos escenarios tétricos que llaman la atención por ese tono putrefacto, y en el que destacan algunas criaturas como el ogro gigante. Ahora Capcom incorpora en esta reedición para Wii los 16:9 y el escaneo progresivo y se ha mejorado el acabado de los fragmentos importados de la versión de PlayStation 2. Pero no se ha realizado una auténtica revisión de la apariencia gráfica.