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Overlord: La Leyenda Siniestra (Dark Legend)

Hay historias acerca de grandes héroes y nobles acciones. Ésta no es una de ellas…

Overlord: La Leyenda Siniestra - Análisis

 

Overlord La Leyenda Siniestra Wii

 

Desgraciadamente, la dificultad de los puzles no es muy elevada y no hay tantos escenarios como se desearía. Tampoco los combates resultan excesivamente difíciles y la mayoría de ellos se ganan por aplastante mayoría. Nuestro balance fue de ocho horas de juego, unos treinta esbirros muertos y ni un solo game over. Sólo nos quedó una mejora por conseguir. El segundo lastre de Overlord es, pues, su excesiva sencillez y corta duración, te deja con ganas de más, de mucho más, y de que haya más reto.

El tercer lastre de Overlord es el control de nuestros esbirros (algo de lo que también adolecía la primera parte, para PC, PS3 y XBOX 360). A veces alguno no responde a lo que le pedimos, otras veces salen corriendo a recoger premios en medio de un combate en vez de golpear, se quedan pìllados en los escenarios... Son pequeñas cosas, ajenas a la habilidad del jugador, que resultan algo frustrantes.

El cuarto y último lastre de Overlord (y el que más duele) son los bugs. Sí, hay bugs, y algunos de ellos bastante molestos. Había un puzle en el que nuestros esbirros tenían que empujar una plataforma. La respuesta era evidente, pero no podíamos hacerlo ya que no se reconocía a la plataforma como elemento de interacción: Sólo después de apagar la consola y volver a ese punto pudimos seguir avanzando. En otro momento saltó una cinemática en el momento que nuestros esbirros cogían un premio. Al volver al juego esos esbirros estaban bugeados, quietos, y no había forma de llamarlos. Hubo que salir de ese escenario y volver a entrar para conseguir la mejora. En un tercer momento, mientras rompíamos alegremente unas vasijas, atravesamos el suelo y nos quedamos atascados en medio de ninguna parte, con el consecuente reinicio de la partida.

Overlord La Leyenda Siniestra Wii

 

Alejados del debate de por qué hacer el juego mucho más fácil que su predecesor, tanto en mecánica de juego como en resolución de puzles, si Overlord hubiera tenido un par de meses más para pulir fallos y buscar una forma de estabilizar la tasa de frames estaríamos ante uno de los diez mejores juegos de Wii, de talento y calidad va sobrado.

 

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