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Overlord: La Leyenda Siniestra (Dark Legend)

Hay historias acerca de grandes héroes y nobles acciones. Ésta no es una de ellas…

Overlord: La Leyenda Siniestra - Análisis

 

Pero... su gran virtud es su gran debilidad, ya que se ha querido meter demasiado. El popping es bastante acusado, especialmente cuando vamos paseando y la hierba aparece de improviso y bastante cerca nuestro, y debido a que siempre somos legión, las caídas del framerate suelen ser frecuentes. En ningún momento se hace injugable, pero sí le resta brillo al conjunto.

El control es muy sencillo. Nos moveremos por los escenarios con el nunchuk, dejando libre el C más el apuntado para la cámara y el Z para que nosotros ataquemos, fundamental al principio pero que queda en desuso cuando nuestras legiones sean más numerosas. Con al A llamamos a nuestros esbirros y el B sirve para enviarlos a la muer... al combate. Adónde los enviamos depende de adónde apuntemos. La cruceta de control sirve para cambiar el tipo de esbirro seleccionado y para que lancemos nuestros hechizos. + es para abrir el menú de los hechizos, y - para poner un estandarte donde esperen nuestras tropas (un componente estratégico fundamental en determinados combates y puzles). 1 queda relegado a los menús del juegos, muy sencillos y que apenas usaremos. 2 lleva al mapa, mucho más usado.

Tendremos a nuestra disposición a cuatro tipos diferentes de esbirros, que tendremos que ir desbloqueando en nuestra aventura. Cada uno tiene sus características: los viridios resisten el veneno y pueden emboscar a los enemigos, mientras que los zarcos son los únicos  que pueden atravesar el agua y resucitar a los esbirros que mueran. A los esbirros se los invoca en unos pozos a cambio de ánimas, que recogeremos después de matar a nuestros enemigos. Perdemos de su predecesor los tipos diferentes de ánimas para cada esbirro, así que todos comparten el mismo tipo. El resultado es que podremos acabar el juego con una reserva de más de 800, algo absurdo.

Los puzles son inteligentes y requieren que usemos muchos elementos: distraer a enemigos, explorar los escenarios, emplear el correcto tipo de esbirro... A veces habrá que romper elementos del escenario sacudiendo a nuestros esbirros y haciendo que exploten (es genial cuando los agitamos con el wiimote y poco a poco van poniendo cara de locos) y a veces volver a escenarios anteriores a completar un puzle gracias a haber conseguido un nuevo esbirro.