Nintendo Pocket Football Club

Nintendo Pocket Footbal Club - Análisis

Las primeras impresiones con Nintendo Pocket Football Club resultaron muy positivas. Quiero dejar bien claro lo peculiar del juego, aporta aire fresco y alternativa a las anualidades FIFA y PES, cercano a la experiencia de juego de títulos como Football Manager o FX Fútbol pero a la vez lejos del manager estándar al que acostumbramos, llevando la sencillez como bandera.

Lo primero que aprendemos es que el público manda y sin su apoyo no somos nada. Después de configurar nuestro equipo con un sencillo y limitado (nos hubiese encantado poder crear nuestro escudo con la táctil) pero muy resuelto editor, la primera noticia que recibimos es un ultimátum, si el apoyo de la afición cae abruptamente (medido por un porcentaje del 0 al 100) nos abrirán la puerta del club invitándonos a irnos. Dicho porcentaje aumenta o reduce en función de los resultados que obtengamos en cada partido.

Metidos en faena y ya con total potestad en el equipo, los primeros pasos serán un ameno tutorial por todos los aspectos y menús básicos del juego. Adicionalmente, contamos con una útil guía que amplía información de todos los aspectos del juego y que podemos consultar en casi todo momento.

Allá van con el balón en los pies

Como manager, nuestra responsabilidad principal es mejorar el nivel de nuestro pobre equipo inicial, intentando llevarlo a buen puerto por las cuatro divisiones y tres copas disponibles. El juego existe para y por el sistema de desarrollo de jugadores, a priori sencillo pero que alberga mayor profundidad de la que cabía esperar en un título tan desenfadado.

El desarrollo viene dado mediante los entrenamientos globales al pasar de semana o con los específicos. Estos últimos son la piedra angular y nuestra principal arma para llegar a buen puerto con semejante equipo de tuercebotas. Recibimos cartas en los partidos de competición oficial o amistosos y están divididas en cuatro grupos: táctica, técnica, físico y apoyo. Se pueden emplear individualmente o buscar combos de dos o tres cartas que den como resultado la creación de un entrenamiento especial (hay 125 posibles) que irán mejorando las siete habilidades que poseen los jugadores en Nintendo Pocket Football Club. Desde tiro a velocidad, pasando por salto o motivación, cada una de las habilidades tienen un rango que refleja el nivel que nuestro jugador posee en dicha habilidad indicado en una escala alfabética/cromática. Además, cada jugador tiene un nivel de potencial que muestra la predisposición y progreso que puede alcanzar en los entrenos, complementado con un indicador de cansancio que cambia entre verde-amarillo-rojo al acumular entrenamientos y partidos consecutivos que aumentan exponencialmente el riesgo de lesión.

Para rematar la faena, se ha dotado a los jugadores de un sistema de clases con doce tipos disponibles que definen cómo juegan sin balón y que vienen definidas por los entrenamientos recibidos, proporcionando un impacto visible y directo en el juego de todo el equipo. Todo este sistema proporciona al juego un rico componente táctico que hará sopesar cada acción que tomemos, todo influye en nuestro juego y está realmente bien ejecutado y equilibrado, sin duda un gran acierto.

Nuestras  funciones se ven ampliadas con las opciones de despacho. El equipo posee unos fondos fijos por temporadas que se ve incrementado al subir de categoría, con el que podemos ampliar plantilla a base de talonario en el mercado de fichajes cual magnate futbolístico. Afortunadamente funciona como una forma de suministrar sabía nueva o refuerzos a nuestro plantel y nunca da la sensación de poder comprar el éxito de nuestro equipo. Además del requisito económico y tope salarial, la posición y marcha del equipo determinan el éxito o fracaso en un fichaje.

Se ha incluido un mercado paralelo entre amigos de 3DS, donde podremos colocar cinco copias de nuestros jugadores para que nuestros amigos puedan ficharlos con el salario como único handicap. Una buena idea mal implementada que puede llevar a la situación de grupos con equipos muy potentes sin un desarrollo previo y que rompe por completo con todo el equilibrio y mecánica principal del juego.