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Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno

Se parece en el nombre y en los personajes. ¿Más de lo mismo? Para nada.

Mario & Sonic en los JJ.OO. de Invierno - Análisis

El diseño de personajes y animaciones está ligeramente retocado con respecto al original, con movimientos y celebraciones particulares para cada uno enfocados a recordar su personalidad. Desde el primer momento el jugador podrá escoger entre todos los disponibles, aunque a medida que avance en el modo campeonato encontrará alguna sorpresa. Sin embargo hay dos peros. Uno es la descarada necesidad de pasar un corrector de los llamados "dientes de sierra" y otro, más notable, es la caída ocasional de la tasa de refresco cuando compiten cuatro personas con la pantalla dividida.

 

 

Esto es lo que hay, pero la experiencia con Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno varía dependiendo de cómo lo aproveche cada persona. Lo más parecido a un campeonato es el modo fiesta, para uno o varios jugadores. Ocho muñeco competirán en los eventos reales y en los de fantasía por hacerse con la mayor cantidad de puntos posibles, así como de medallas. Es la forma de desbloquear nuevas pruebas y de aprender a competir una por una, ya que antes de cada final olímpica hay un entrenamiento que también puntúa. Aunque es una buena idea para ir sacando deportes, el problema es que los tiempos de carga, las pausas, las celebraciones, el consejero y toda la parafernalia hacen que entre competición y competición pase una eternidad. Hay que armarse de paciencia antes de empezar a jugar. Y, además, no puede jugarse con Balance Board, pero si con Wiimote y Nunchaku o sólo con el mando primario, siempre basándose en el sensor de movimiento para imitar algo de lo que se haga en ese deporte o para conducir. Lo mejor es que la respuesta es siempre sensacional, muy precisa y rápida, lejos de los movimientos fallidos del pasado.

Maio & Sonic en los JJOO de Invierno - Análisis Wii en RevogamersComo siempre en este tipo de títulos de Wii, el grado de compromiso del jugador aumentará la diversión. No es lo mismo jugar al bobsleigh como pide la máquina, con el Wiimote al pecho y torciendo todo el cuerpo que girándolo con la muñeca, aunque se consiga el mismo resultado. El hockey sobre hielo, el curling y el patinaje aportan una variedad rica al sistema de juego, mientras que los de velocidad en pista resultan pobres y cansados.

Sin duda la tabla de equilibrios es un plus a este juego ya que altera todo. Es más difícil controlar y obtener buenos resultados con este periférico, pero requiere un mayor esfuerzo y al final acaba siendo más gratificante. Lástima que sólo sea para un jugador y que además su uso esté relegado a un modo concreto, en el que aparecen tanto las pruebas comunes como las especiales.

Hay un elemento que se echa en falta respecto a Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos: la posibilidad de confeccionar campeonatos propios. Una vez conocidas las pruebas, cada grupo o familia escogerá sus favoritas (aquí han triunfado el curling y el snowcross fantasía), pero tendrá que ir entrando y saliendo de los menús para cambiar de una a otra, sin posibilidad de acumular puntuaciones para comparar, mientras que antes podía elaborarse una competición al gusto. Por el contrario, quien se considere un experto podrá prolongar la vida útil de este juego enviando sus puntuaciones por internet a sus amigos o a los servidores oficiales, que recogen los récords de jugadores de todo el mundo, sin distinción por continentes.

Así que aquí vuelven Sonic, Mario, Tails, Luigi y todos sus amigos, pero no a hacer más de lo mismo, sino a revolucionar los deportes de invierno con un título que mezcla muchas cosas. Control sencillo o más complejo, algo de simulación y otro poco de arcade, escenarios reales y mundos de fantasía, y variedad de pruebas duplicadas. SEGA ha sabido marcar la diferencia para que todo sepa a fresco, de modo que los que tengáis el de los juegos de verano no tenéis que compararlo con Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno. Nuevos retos, nuevo control, nuevos modos de juego y horas de diversión por delante, sobre todo si hay pique al multijugador.

 

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