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Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno

Se parece en el nombre y en los personajes. ¿Más de lo mismo? Para nada.

Mario & Sonic en los JJ.OO. de Invierno - Análisis

 

 

Maio & Sonic en los JJOO de Invierno - Análisis Wii en Revogamers

 


El invento de juntar a Mario & Sonic y ponerles a competir en eventos deportivos reales, rodeados de todos sus amigos, ya se demostró exitoso con la entrega de la olimpiada de verano. Pero en lugar de repetir la fórmula del éxito sin más, SEGA ha dado una vuelta de tuerca aprovechando el tirón de los más de diez millones de consumidores del primer juego, para ofrecer un título semejante en aspecto y estilo, pero totalmente renovado en jugabilidad. De este modo, Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno es el mejor complemento a su hermano mayor.

Maio & Sonic en los JJOO de Invierno - Análisis Wii en RevogamersPorque con la licencia de Vancouver 2012 han logrado crear dos o tres juegos distintos, según se mire. Un título soso para un jugador sin Balance Board, o el mismo mucho más ameno para quienes posean el periférico, y un título multijugador muy completo. Sin ser culpa de la compañía, el hecho de que sólo pueda conectarse una tabla de equilibrio a Wii es una lacra, como pasa con todos los juegos de deportes de montaña de la consola.

Como título oficial de los Juegos Olímpicos de Invierno, el jugador se encontrará con una serie de pruebas olímpicas clásicas, no todas, en las que competir por medalla o contra amigos en casa. Desde las individuales a mejor tiempo como el esquí alpino hasta las de equipos como el bobsleigh o el hockey hielo, la premisa para todas es que sean breves y sencillas de manejar. Tienden a la simulación, pero no han sido excesivamente exigentes en el control, además de lo fácil que es superar a la máquina y completarlas todas.

Pero por otro lado, SEGA ha llevado la competición a su terreno creando las pruebas fantasía, una variedad de las originales ambientadas en los universos de Sonic y de Mario Bros. Son más largas, más locas y arcade y siempre ponen a los rivales en la pista dispuestos a pelear de cuatro en cuatro. Heredan elementos de Mario Kart como los objetos y los turbos, que siempre permiten dar un vuelco a la partida en el último minuto. Algunas, como el patinaje artístico, rozan el absurdo y dejan con la boca abierta en la primera toma de contacto. De un plumazo se ha ampliado el repertorio, la jugabilidad y, en general, la vida del juego.

 La combinación de estos dos estilos forma el conjunto real Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno. El resto son unos minijuegos simples entre los que sólo el de pelea de bolas de nieve puede dar buenos momentos de diversión y un buen puñado de entretenimientos a desbloquear gastando los puntos obtenidos: enciclopedia de los Juegos, tienda de ropa para los personajes, otra de música en la que reproducir melodías del juego o de los viejos plataformas y otra para la personalización de los equipos.

Y es que la presentación está muy cuidada. Las escenas de vídeo salpican todos los apartados del título, empezando por una introducción preciosa y acabando con la ceremonia de clausura cuando se completa un campeonato. También la introducción de cada prueba, de los participantes, la celebración de la victoria, la entrega de trofeos... El problema que arrastra todo esto son los desesperantes  tiempos de carga entre una y otra, que pueden llegar a enturbiar una partida y hacen perder el ritmo (incluso aunque se puedan saltar).

Cuando arranca el deporte el nivel se mantiene alto, con una gran variedad de entornos gracias a la combinación entre la recreación de las pistas reales de Vancouver, incluidos los pabellones, con los circuitos de fantasía que recuperan los objetos, texturas, colores y formas de cada marca. Cabe destacar la nostalgia de ver el Circuito Mario con su castillo adaptado al hielo, pero con gombas, chomps y túneles y todos los elementos; o los loopings propios del Green Hill de Sonic the Hedgehog. Se han esforzado por llenar las gradas de público, siempre tratando de mantener el equilibrio entre cada universo.