Mario Golf World Tour
Analizamos Mario Golf World Tour, la nueva entrega del Mario más deportista para Nintendo 3DS.
Mario Golf World Tour - Análisis
Con Mario Golf World Tour nos damos cuenta de que Camelot ha cambiado. De los títulos deportivos de Mario (siempre dejando al margen a Mario Kart), posiblemente los suyos sean los que presentan una mejor acogida. Tanto en tenis como en golf, siempre se han distinguido por saber dar con un equilibrio entre el arcade, el realismo y, de vez en cuando, el rol. Ese equilibrio hizo que Mario Golf fuera uno de los títulos que más pilas gastaron en mi vieja GameBoy Color. Un mapa con varios clubes, extras por descubrir y desafíos que superar. Un personaje que iba subiendo niveles a medida que embocaba hoyo tras hoyo… Con ese buen recuerdo, no he podido evitar llevarme una pequeña decepción con esta última entrega porque lo que he jugado estos días no es lo mismo.
No nos confundamos, no quiero decir que haya salido un mal juego. Mario Golf World Tour es el siguiente paso en el camino que ya había Mario Tennis Open hace un par de años. Un desarrollo más arcade, la sustitución de la esencia rolera por un sistema de compra de ítems y un mayor abanico de opciones multijugador dan fe de ello.
En esta ocasión, lo más parecido a un modo historia es el club de golf que se han montado Peach y Cía. en su castillo. Un entorno colorido y lleno de vida por el que te cruzas a rodo tipo de criaturas del Reino Champiñón; pero que en el fondo no es más que una forma lenta de acceder a la tienda de ítems, algunos minijuegos y torneos varios. Es discutible si podemos considerar argumento el que tu Mii tenga que obtener su hándicap y conseguir las copas de los tres circuitos convencionales de 18 hoyos presentes. Da la impresión de que Camelot no ha querido eliminar por completo el modo historia; pero todo lo que éste trae podría haber sido perfectamente implementado como una serie de opciones más en el menú.
De hecho, el gran pecado de este modo es que al principio es absurdamente monótono. Con la excusa de sacar tu hándicap, ganarte la clasificación para el torneo y, ahora ya sí, ganar la primera copa, te toca hacer el recorrido completo del circuito más sencillo tres veces (en el mejor de los casos). Repetir tanto los 18 hoyos más sencillos del juego no es una forma de empezar con buen pie.
Por otro lado, el desarrollo de tu personaje también es demasiado lento, y esto se debe al sistema de ítems y equipamiento del juego. Cuando completas una partida o un minijuego, el jugador obtiene dos recompensas. En primer lugar, un nuevo ítem al azar estará disponible en la tienda y, además, recibes unas cuantas monedas que poder gastar allí mismo. El problema de este sistema es que para empezar a tener un control versátil de las características de tu Mii necesitas echarle un buen puñado de horas. No hablamos de tiempo que dedicas a perfeccionar su equipamiento, no, hablamos de tiempo para poder tener un par de opciones de personalización, aunque todavía no sean muy eficientes.
Esta tardanza se debe a lo comentado anteriormente: necesitas partidas para que la tienda empiece a tener un surtido respetable y monedas para comprar lo que necesites ¿Problema? Las partidas largas (circuitos de 9 ó 18 hoyos) dan suficientes monedas para permitirte un nuevo objeto; pero la tienda apenas va recibiendo un nuevo artículo cada cuarto o media hora de juego. Los minijuegos ayudan a rellenar con rapidez las estanterías; pero su remuneración suele ser bastante escasa. Si le sumamos el hecho de que el nuevo ítem disponible se escoja al azar, menos control que tiene el jugador sobre el crecimiento de su personaje.
Al menos se cuenta con una forma equilibrada de conseguir ítems gratuitos: los torneos online. Por lo general, Nintendo dará uno o varios objetos gratuitos de recompensa tan sólo por participar en uno de sus torneos. Además, normalmente se trata de artículos que no se venderían en la tienda. Si la oferta de eventos no se ve mermada con el tiempo, podría darse la paradoja de que sea el juego multijugador el que fomente el desarrollo del personaje en tu partida y no al contrario, como es lo habitual.