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Kororinpa

Kororinpa son subidas y bajadas que tratan de poner a prueba la habilidad y el pulso de los jugadores en cada momento. ¿Hasta dónde ha llegado este tobogán?

Kororinpa - Análisis


Si hubiese que buscar un adjetivo que aglutinase a los primeros juegos de Hudson Soft para Wii - y que este no fuese "sencillos" - sería el de "alegres". Sin entrar en la provocación constante de un público que exagera su belicosidad, la compañía japonesa ha creado dos títulos, Wing Island y el que nos ocupa, que permiten al jugador disfrutar de cielos azules, escenarios iluminados por soles radiantes, naturaleza...

Así es Kororinpa, un juego tan sencillo como guiar a una pelota hasta un agujero a través de unos pasillos, plataformas y túneles. No existen ni historia, ni hilo argumental, ni personajes. El único sentido de este juego es terminar cada recorrido, llamado kororinpa, en el menor tiempo posible y recogiendo una serie de piedras preciosas colocadas en él. Estas joyas pueden ser de dos colores: naranja y azul. Es necesario hacerse con todas y cada una de las primeras para poder terminar la pantalla; sin embargo, las segundas son opcionales. Si se recogen, obtendremos un premio al completar el kororinpa.


De este modo descubrimos quizá el principal atractivo del título: obtener premios. Tanto el tiempo como las piedras azules permiten acceder a nuevos contenidos. Pueden ser nuevas bolas, melodías o, lo más importante, pantallas. Al comenzar el juego dispondremos tan solo de 3 bolas y de 5 pantallas para jugar. Pero al acabarlo habremos alcanzado 20 esferas y más de 60 pantallas distintas –sin contar el modo simétrico-. Y sin embargo, la durabilidad es demasiado corta. Muchas de éstas son fácilmente logrables en torno al minuto, y tan solo algunas nos harán perder en torno a los 8. Para fomentar la rejugabilidad, Hudson Soft. ha incluido un sistema de copas de oro, plata y bronce que premian los menores tiempos. Es realmente difícil hacerse con las primeras, incluso con las bolas más rápidas.


Las bolas, que son el sujeto del juego, estás caracterizadas y configuradas de diferente forma. Muchas de ellas representan algún animal, otras, pelotas de diversos deportes, quedando un grupo de diversa composición: desde una sandía a una bola de coches de juguete, pasando por la misteriosa bola virtual. Unas serán más lentas y sencillas de controlar, otras rápidas y con poca reacción a los giros; algunas incluso saltan realmente si realizamos un brusco desplazamiento vertical con el mando.