Jett Rocket
Primera hora: un paseo bonito. Segunda hora: un paseo soso.
Jett Rocket - Análisis
A lo largo de todo el juego, la tónica se mantiene. Las nuevas zonas polares y selváticas se empeñan en incorporar novedades; pero cada nivel te sigue dejando la sensación de “busco células, activo interruptor, un par de saltos...”. La única chicha reside en procurar racionar el combustible del jetpack, fundamental para saltos estratégicos y llegar a ciertas zonas. Finalizar los niveles sin recibir daño es insultantemente fácil, a menos que quieras conseguir el 100% de las células fotovoltaicas, desafío que aumenta levemente la dificultad; pero notoriamente el tedio al buscar esas células escondidas en un rincón absurdo. Una cámara que se bloquea fácilmente en un ángulo incómodo y sin la posibilidad de observar el entorno en primera persona no ayuda precisamente a dichas tareas de búsqueda ¿Qué hacer mientras tanto? Ver los peros gráficos.

Si parecía que el fuerte de Jett Rocket era su apartado gráfico, éste también posee sus defectos. Texturas pobres, un popping ligeramente disimulado, serias caídas de framerate, por no mencionar que el nivel artístico es demasiado genérico. No sería justo dejar de reconocer el gran trabajo que se ha hecho en el apartado técnico y que, al fin y al cabo, estamos hablando de un juego de WiiWare; pero el estilo no comparte esa buena valoración ¿Por qué ese empeño en que los enemigos sean unos robots inexpresivos? La música también puede recibir una descripción similar al diseño artístico, pues si bien intenta imitar el estilo de Galaxy, durante el juego pasa bastante desapercibida. Aun así, la sensación general podría haber sido buena si no tuviera esa cámara tan torpe y algunos bugs y cuelgues ocasionales.
Volviendo al desarrollo de los niveles, cierto es que se pretende deshacer la monotonía con vehículos en momentos puntuales; pero este maquillaje no oculta lo clamoroso: te aburres, o te pasas el nivel sin sudar o te pateas el escenario en busca de un par de células. Los únicos riesgos los correrás yendo a por las células más complicadas del nivel y tratando de conseguir algunos de los logros que incorpora el juego. Si en el intento llegas a perder una vida, lo lamentarás, ya que la escasez generalizada de Check Points te condenará la mayoría de las veces a repetir el nivel íntegramente. Obviamente el lamento no va por la vida, sino por tener que repetir un procedimiento que ya te aburre.
Jett Rocket es un paseo de una tarde, sus tres mundos (con cuatro niveles cada uno) no dan para mucho tiempo. Sumándole su escasa dificultad, este juego se convierte en, como ya se ha dicho, un juego de una sola tarde, de esos que si tardas más de un día en completar te harán dudar de tu habilidad con el género. Como extra, puedes echar un vistazo a la galería que incluye. Y no hay más, los ratos de tedio vividos en un par de niveles te invitarán a no rejugarlo una vez completados todos los premios (algo que se hace necesario para tener la sensación de haber logrado algo). Sus gráficos serán de lo mejor de WiiWare; pero ello no oculta las carencias del juego, sobre todo con la “ayuda” de su horrible cámara.

Si parecía que el fuerte de Jett Rocket era su apartado gráfico, éste también posee sus defectos. Texturas pobres, un popping ligeramente disimulado, serias caídas de framerate, por no mencionar que el nivel artístico es demasiado genérico. No sería justo dejar de reconocer el gran trabajo que se ha hecho en el apartado técnico y que, al fin y al cabo, estamos hablando de un juego de WiiWare; pero el estilo no comparte esa buena valoración ¿Por qué ese empeño en que los enemigos sean unos robots inexpresivos? La música también puede recibir una descripción similar al diseño artístico, pues si bien intenta imitar el estilo de Galaxy, durante el juego pasa bastante desapercibida. Aun así, la sensación general podría haber sido buena si no tuviera esa cámara tan torpe y algunos bugs y cuelgues ocasionales.
Volviendo al desarrollo de los niveles, cierto es que se pretende deshacer la monotonía con vehículos en momentos puntuales; pero este maquillaje no oculta lo clamoroso: te aburres, o te pasas el nivel sin sudar o te pateas el escenario en busca de un par de células. Los únicos riesgos los correrás yendo a por las células más complicadas del nivel y tratando de conseguir algunos de los logros que incorpora el juego. Si en el intento llegas a perder una vida, lo lamentarás, ya que la escasez generalizada de Check Points te condenará la mayoría de las veces a repetir el nivel íntegramente. Obviamente el lamento no va por la vida, sino por tener que repetir un procedimiento que ya te aburre.
Jett Rocket es un paseo de una tarde, sus tres mundos (con cuatro niveles cada uno) no dan para mucho tiempo. Sumándole su escasa dificultad, este juego se convierte en, como ya se ha dicho, un juego de una sola tarde, de esos que si tardas más de un día en completar te harán dudar de tu habilidad con el género. Como extra, puedes echar un vistazo a la galería que incluye. Y no hay más, los ratos de tedio vividos en un par de niveles te invitarán a no rejugarlo una vez completados todos los premios (algo que se hace necesario para tener la sensación de haber logrado algo). Sus gráficos serán de lo mejor de WiiWare; pero ello no oculta las carencias del juego, sobre todo con la “ayuda” de su horrible cámara.