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GT Pro Series

Si buscas velocidad y usar tu Wiimote a modo de volante… este no es tu juego.

GT Pro Series - Análisis


Mención aparte merece el volante… por desaprovechado. Ubisoft le encargó a Thrustmaster la creación de un acople para encajar el Wiimote y que la sensación de conducción mejorase. Thrustmaster ha hecho su cometido perfectamente: el acople de plástico tiene un tacto perfecto, ciertamente similar al de un volante real. El Wiimote encaja muy bien (tan bien que desafortunadamente se llevó consigo parte del adhesivo que sujeta la protección del sensor…). Y la posición de conducción mejora ligeramente al permitir relajar la forma de agarre… y ya. Es decir, Thrustmaster ha cumplido con lo que se le ha pedido. Pero ¿no podrían haber ido más lejos? Teniendo la oportunidad de incluir un periférico tan barato, cuya electrónica, vibración y alimentación corren a cuenta del Wiimote, un volante con un soporte para fijarlo en una mesa (optimando así la posición y dependencia respecto al vehículo virtual), con botones traseros que posibilitaran un acceso más cómodo, o con un tamaño superior habría supuesto realmente un añadido más que interesante. Con esto, por comodidad, acabarás por dejarlo en la caja.

Podría parecer que el título ofrece mucho para que al menos dé para rato. Pero no es así. Con esos conductores rivales que se comportan todos igual (más rápido pero igual en los niveles superiores), la dificultad para superar con oro los primeros campeonatos es irrisoria. En los de nivel intermedio podrás entretenerte un ratillo quedándote último para luego sobrepasar a tus contrincantes con gestos forzados a toda velocidad (alguna sonrisa se te escapará, hay que reconocerlo). Pero el proceso se hará aburridísimo pronto. En 5 horas y algo habrás vencido a todos esos clones y no te quedarán muchos alicientes.


Éste era GTCube. Pro es igual: You Will say "WOW"

Toquemos por último el aspecto desfasado que resta: la presentación. Parecerá mentira, pero este GT Pro no incluye ninguna mejora visual apreciable respecto al título original, GTCube, de hace cuatro años. Entonces era perdonable en parte, pero ahora es vergonzoso. Se mantienen las borrosas texturas de antaño (ver esos edificios-pegatina hace daño), los dientes de sierra presentes en todos los elementos hacen que el poco lúcido diseño cell-shading quede feo, los componentes del decorado como árboles y farolas se repiten cual serie de Hanna Barbera, la física no ha venido a la fiesta, nada es deformable y como broche te encontrarás en ocasiones con unos amigos ya olvidados: los pop-up.
¿Qué menos que incluir modos progresivo y panorámico para sentirse revitalizado? Pues ni eso.

 Fuera de lo gráfico se estampa el mismo nivel: Menús sosos y obsoletos con estilo ochentero, los sonidos de los motores o claxon no pegan ni en uno de GBA, el uso de la vibración es un copia/pega con la misma intensidad, la música… la música… ¡la música es insoportable! ese conjunto de melodías petarderas con calidad de móvil y ritmo “tecno-fiesta” parece una broma.
Todo eso en las cosas que tiene, porque por no tener, no tiene ni música en el menú de Wii, ni luz marcha atrás, ni traducción alguna: todo en inglés.

Conclusión:
Ubisoft intenta vender una creación realmente equilibrada: pobre e incompleta en todos sus aspectos. Como el original salió sólo en Japón, a muchos puede parecerles nuevo, pero no nos engañemos: GT Pro Series es un juego de coches entre la pasada generación y la anterior, sin profundidad alguna y de una factura deficiente. Lo único que muestra velocidad es lo que han tardado en meterlo en un WOD. Incluye un intento de volante que podría haber dado mucho más de sí. Incluso como está, utilizado en un juego con mucha más intención, entonces habría justificado una compra de 20€, pero ni de lejos las 10.000 pesetas que osan pedir y nadie debería gastarse.

 

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