Fire Emblem: Radiant Dawn
El primer juego de rol de Wii nos llega UN año más tarde desde su estreno japonés. ¿Ha merecido la pena la espera?
Fire Emblem: Radiant Dawn - Análisis
Es cierto que incluye un nivel de dificultad fácil, pero es mucho suponer que todo el mundo se quiera pasar dos veces el juego. Existe un término medio entre el paseo militar y la dentellada en la yugular y Radiant Dawn carece de él. Eso sí, para los fans acérrimos de la saga ofrece todo aquello que esperan encontrar y no quedarán decepcionados en absoluto. Subidas de nivel, promociones de personajes, triángulos de armas y magias, aprovechamiento del terreno, posición del altura, transformaciones en bestia, magias, dragones... Todo está presente y los amantes de la estrategia sabrán apreciarlo en la medida de lo que vale, si tal vez echen de menos alguna que otra innovación, como el influir sobre el terreno o un ritmo narrativo más rolero y con diálogos más inteligentes. No nos engañemos, a Fire Emblem: Radiant Dawn hay que verlo como un juego de estrategia y la historia no es lo mejor que hemos visto.
Visualmente hay que señalar dos cosas: estamos ante un juego que no destaca por sus gráficos y nos llega con más de un año de retraso. Radiant Dawn es ese tipo de juegos que fueron reciclados de NGC a Wii (Twilight Princess y Super Paper Mario) sólo que no se hizo absolutamente nada para emplear su particular control, principalmente porque no da a lugar. Sin embargo, técnicamente Wii puede dar, no para más, sino para mucho más. Demasiada simpleza en los escenarios de batalla y casi esquemático en la visualización de los ataques. Escenarios vacíos, texturas simples y animaciones cumplidoras. Radiant Dawn es 100% sistema de juego y hay que aprender a convivir con ello, pero se podría haber hecho cierto hincapié en el apartado técnico. Eso sí, el diseño de personajes es bueno, algunos provienen de la anterior entrega, y el diseño de las secuencias CG es de lo mejorcito que nos ha ofrecido Nintendo (aunque siguen sin poder compararse a los maestros del sector) y encajan perfectamente con el espíritu de juego.
El mejor apartado de todo el título es el sonoro. Grandes melodías, de corte épico y acción que acompañan los momentos narrativos y a las batallas. Pero lo más destacable es el sorprendente (a partes iguales por lo inesperado y su calidad) doblaje al castellano. Así da gusto oír los juegos y más de una compañía debería tomar nota sobre la localización en Wii. Actores de verdad que interpretan y no leen un papel con su texto. Nintendo marca un nuevo mínimo exigible y pone el listón a la altura que se merecen los jugadores españoles.
Resumiendo: El primer juego de rol para Wii deja un sabor agridulce y siguen sin quedar claros los motivos de su retraso en occidente. Nos encontramos ante un Fire Emblem tradicional, sin ninguna innovación remarcable del tipo jugable pero que sacia las ansias de los aficionados. Eso sí, su sistema de juego es implacable y un mínimo error puede tirar por tierra media tarde de estrategia, lo que lo hace simplemente demoledor. Excelente doblaje al castellano. En Wii no hay ningún juego parecido, pero en la CV tenemos el soberbio Shining Force II, eso sí, en perfecto inglés y con gráficos de Mega Drive.