Etrian Odyssey IV
Aventurero, atrévete a descubrir unas de las aventuras más exigentes de Nintendo 3DS.
Etrian Odyssey IV: Legends of the Titan - Análisis
Ha llovido mucho desde el lanzamiento en Europa del primer Etrian Odyssey para Nintendo DS y por el camino nos hemos perdido sus siguientes dos entregas, pero no así con la cuarta. Un Etrian Odyssey IV: Legends of the Titan que ha supuesto el salto de la saga a Nintendo 3DS, sin perder su esencia y sus rasgos más característicos, pero con un buen puñado de novedades a valorar.
Toda aventura tiene un punto de partida y en Legends of the Titan ese es Tharsis, una acogedora ciudad con vistas al majestuoso árbol de Yggdrasil. Nosotros somos el último de los gremios de mercenarios que ha llegado dispuesto a obtener fama y fortuna desentrañando el misterio que se esconde en Yggdrasil.
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Hay que reconocer que Etrian Odyssey IV no será recordado por su historia, pues al final ésta no es más que una mera excusa para embarcarse en una nueva gran aventura como es el explorar las numerosas cuevas y mazmorras presentes en el juego y que supondrán un auténtico desafío a más de uno. Pero antes de que todo esto empiece hay que formar nuestro propio gremio.
Con un total de 7 clases de guerreros a elegir (más tarde se sumarán otras tres), Etrian Odyssey consigue que nos sintamos mucho más próximos a la aventura gracias a la cierta libertad que nos otorga a la hora de componer a nuestro gremio. Con cuatro tipos de personajes por clase y dos colores, cada uno se puede personalizar el grupo seleccionando a sus cinco guerreros para luego posicionarlos en la parte trasera o delantera del grupo. Pero esto no termina aquí, porque cada clase tiene su propio árbol de habilidades que se va desarrollando según lo estime cada uno, así como posteriormente entrarán en liza las subclases, que aportarán nuevas habilidades a escoger para nuestros personajes. ¿El resultado? Unos vistoso personajes totalmente personalizados al gusto y necesidades de cada uno.
¿Quién dijo que ya no se hacen juegos tan difíciles como los de antes?
Pero aventureros, no os dejéis engañar por su aspecto amigable de corte manganime, que desprende este juego de Atlus. Eso sería un tremendo error, porque detrás de él se esconde un juego cuya dificultad puede desesperar a más de uno y esto es precisamente lo mejor de Etrian Odyssey IV: Legends of the Titan.
O lo amas o lo odias, o... bueno, ahora hay otra opción: el modo de dificultad casual. Porque jugar en su modo normal puede ser todo un reto para todos aquellos aventureros mal acostumbrados al nivel de dificultad actual en la industria. En Legends of the Titan hasta una simple ratita o un mísero saltamontes te pueden mandar al otro barrio, es por eso que en las mazmorras hay que andarse con pies de plomo y saber que una retirada a tiempo es mejor que una batalla perdida, como perdidos terminarán nuestros objetos y nuestros niveles de experiencia si vemos la pantalla de Game Over.
Como es de esperar, con el modo de dificultad casual la exigencia se reduce, así como el nivel de experiencia necesario a la hora de enfrentarse a según qué enemigos. Pero esto tampoco significa que la aventura se vuelva un paseo por el campo, porque seguirá siendo necesario el seguir subiendo los niveles de los personajes, pero sí que de primeras lo vuelve mucho más accesible al gran público, principalmente porque con él seleccionado (se puede cambiar en cualquier momento desde Tharsis) al morir vas directamente a la posada manteniendo todos tus objetos y nivel de experiencia, así como algunos objetos de uso recurrente se puede usar de forma ilimitada.
Otra de las principales bazas de los Etrian Odyssey se encuentra en la exploración. Ya sea por nuestros continuos viajes en globo por los distintos overworlds o por el interior de las cuevas y mazmorras, será necesario tener un Stylus a mano y sacar al Ptolomeo que llevamos dentro. Porque sin un mapa que nos ayude, las mazmorras serán un laberinto mortal, pero para que esto no suceda tenemos la pantalla táctil de Nintendo 3DS y nuestro Stylus para dibujarnos uno y anotar todo lo que creamos conveniente de cara a nuestra aventura. Quizás al principio puede parecer tedioso, pero enseguida esta cartografía se convierte en algo de lo más adictivo.