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Ducktales Remastered

El clásico de NES cobra vida de nuevo.

Ducktales Remastered - Análisis

Echando la vista atrás, y al montón de viejas revistas de videojuegos que tengo en un rincón, no puedo dejar de pensar en qué lejos quedan esos días en que los juegos basados en películas y series de Disney eran sinónimo de calidad. Y es que el final de la década de los 80 y los primeros años de los 90 fueron testigos de una época de la que surgirían, ligados a la animación procedente de la casa del ratón más famoso del mundo, algunos de los títulos inolvidables de los 8 y 16 bits. Lo curioso es que mientras en las consolas de la competencia serían los estudios de la propia SEGA los encargados de parir un clásico tras otro (Castle of Illusion, World of Illusion, Quackshot, Aladdin...), en el caso de las máquinas de Nintendo no sería ella misma, sino una Capcom en estado de gracia, la responsable de producir la mayoría de títulos basados en franquicias Disney, con juegos de tal calibre como Chip ´N Dale, Adventures in the Magic Kingdom, Darwing Duck o The Magical Quest, por citar sólo unos pocos.

Sin embargo, el primero de ellos, y sin duda uno de los mejores, sería Ducktales, un plataformas 2D de desarrollo no lineal basado en la serie de televisión del mismo nombre, detrás del cual estaría el equipo del mítico Mega Man y que con el paso del tiempo se ha ido ganando el status de juego de culto. Protagonizado por Uncle Scrooge o Tío Gilito como lo conocemos nosotros, su seña de identidad, además de su genial banda sonora, era el particular uso que hacía éste de su bastón y el salto “pogo”. En lugar de emplear su bastón como una típica arma de combate cuerpo a cuerpo, la principal utilidad que le daba el codicioso pato era el de un saltador de muelles, con el que conseguía un salto mucho más potente con el que alcanzar las zonas más recónditas del escenario, derrotar a sus enemigos y saltar sobre suelos de pinchos sin recibir daño. Una mecánica rompedora a la par que divertida, y que otorgaba un gran dinamismo al juego una vez que el jugador la dominaba por completo.

Análisis Ducktales Remastered Wii U

Veinticinco años después Capcom y Disney han decido darle nueva vida a Ducktales encargando un remake a una de las desarrolladoras de moda actuales, la californiana WayForward, especializada en juego de dos dimensiones y que tiene a sus espaldas una buena cantidad de remakes y “reboots” de gran calidad (Contra 4, A boy and his blob, Double Dragon Neox). A su crédito también ayuda que, al margen de sus creaciones propias como Shantae o la serie Mighty, sea una compañía habituada a realizar trabajos de encargo basados en series de animación (Batman: The Brave and The Bold o Adventure Time son ejemplos recientes).

DuckTales “remasterizado”

De un simple vistazo podríamos decir que Ducktales Remastered es un remake al uso y bastante fiel al original. No obstante, una vez jugado en profundidad cabe apreciar que el trabajo realizado por WayForward sobrepasa el mero lavado de cara gráfico, y que son varios los aspectos que se han retocado de la versión de base para ofrecer una experiencia lo más adaptada posible a los tiempos que corren.

En cuanto a la jugababilidad pura y dura, se nota que la base sigue ahí intacta, con unas físicas impecables y con un salto “pogo” que sigue como estrella de la función y que poca novedad más presenta más allá de la posibilidad de ejecutarlo de forma más sencilla sin tener que presionar la cruceta hacia abajo. La mecánica es enormemente divertida y adictiva, y una vez que le cogemos el gusto, querremos completar cada nivel sin dejar de rebotar ni un segundo, saltando de enemigo en enemigo, de bloque en bloque, y de cofre de cofre.

Si las mecánicas básicas del original se mantienen prácticamente inalteradas, los niveles en cambio han experimentado numerosos retoques, aunque muy sutiles en la mayor parte. Además de la adición de una nueva fase que sirve de tutorial y de introducción a la historia del juego, el resto de niveles clásicos, si bien mantienen buena parte de la estructura de la versión de NES, han sido rediseñados en aras a hacerlos algo más extensos y enfatizar la faceta de exploración. Porque Ducktales Remastered no es simplemente un plataformas de ir del punto A al B. Al más puro estilo Wario, la codicia de nuestro protagonista nos lleva a buscar todas las gemas y cofres que esconden los escenarios y que aparecen ante nosotros cuando saltamos o pasamos por encima. Y ello sin olvidar los pasillos y habitaciones secretas que harán la delicia de quienes disfruten de este estilo plataformero.