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Driver: San Francisco

La conducción vuelve a ser protagonista.

Driver: San Francisco - Análisis

Driver siempre ha sido una saga de altibajos. Con un primer juego espectacular, un título de pura conducción, lo cierto es que la razón de llamarse “Driver” compartía protagonismo con las misiones a pie, dando pasos de gigante hacia el “sanbox”, con desigual resultado.

Tras el por momentos brillante Driver: Parallel Lines, versiones portátiles a parte, vino una etapa de replanteamiento y diferenciación, en la que los creativos de Ubi devolvieron a  la franquicia su espíritu como un titulo de conducción exclusivamente, había nacido Driver San Francisco.

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Los primeros años de Tanner

Como viene siendo costumbre en las últimas producciones de Ubi, la versión para Wii posee una trama y jugabilidad diferente al resto de sobremesas.  

Nos situamos en la ciudad de San Francisco, en los primeros años de un inexperto  agente Tanner ,para acomparle en su camino hacia la  venganza. Su objetivo, Salomón Caine, el clásico Jefe de una banda callejera, responsable del asesinato del compañero de Tanner.

La misión será infiltrarte en la banda hasta llegar a ganarte su confianza, algo nada fácil para el novato agente Tanner .Mas adelante contará con la ayuda de otros  personajes para llevar a cabo su meta.

Acelera, frena, dispara con algo de ayuda

Tras un Tutorial sencillo con mucho sabor al primer Driver, somos libres de explorar la ciudad de San Francisco a través de misiones relacionadas con la historia principal sazonada con misiones secundarias.

El control del vehículo es bueno. El coche se maneja con el Nunchuk exclusivamente, dejando el Wiimote para otras tareas como golpear a otros coches, disparar y algunas funciones más que realizaremos a lo largo de nuestras misiones.  El control en general se siente bien, notas realmente el dominio en las curvas, las aceleraciones y los derrapes aunque quizás el acelerador en el botón ‘Z’ provoque más de una mano dolorida.

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El Wiimote no ha sido tan afortunado. En el uso de funciones secundarias como disparar o ajustar el detector de búsqueda del objetivo el control cumple sin más, pero la tarea de golpear hacia los lados y al frente sacudiendo el mando es errática y bastante molesta, incluso frustrante .Al menos este tipo de acciones no son imprescindibles con este gesto y se puede golpear al objetivo a fuerza de volante y acelerador.

La curva de dificultad no está del todo bien realizada. Algunas misiones son extremadamente sencillas, pero van seguidas por otras en las que es casi imposibles finalizar por debajo del tiempo premiado con el bronce. Las ayudas llegan como premio al finalizar una misión y facilitan bastante el camino.