Portada » Análisis » Dragon Quest Swords

Dragon Quest Swords: La Reina enmascarada y la Torre de los Espejos

La franquicia de rol con más solera de Japón hace su primera incursión en Wii con un spin-off que nos propone empuñar nuestro Wiimote como una espada. ¿Aceptáis el reto?

Dragon Quest Swords - Análisis

Nuestro Wiimote se convierte en una espada y podremos dar estocadas, cortes horizontales, verticales u oblicuos en varias inclinaciones. Además, con el botón A podremos fijar un punto en la pantalla sobre el que se centrarán nuestros ataques durante unos segundos. Si pulsamos B, cambiaremos la espada por el escudo y tendremos que dirigirlo a donde vayan a golpearnos para bloquear el ataque.


Algunos enemigos esquivarán un determinado golpe, otros requerirán que les devolvamos las flechas o las magias que nos lancen. Algunos se moverán a toda velocidad por la pantalla (los slimes metálicos son un incordio de matar, pero dejan jugosas recompensas de experiencia) o nos atacaran de lejos antes de acercarse. Los sencillos y cortos combates del principio se irán complicando hasta convertir cada enfrentamiento en toda una orquesta de movimientos pensados para acabar con nuestros enemigos de la forma más eficiente posible.

 Hay pequeños detalles tácticos que completan la experiencia de juego, como los golpes especiales, que se activan con el botón 2 una vez tengamos llena la barra correspondiente. Entonces habrá que hacer unos movimientos concretos, tales como mantener el Wiimote en algo mientras cargamos la energía y luego golpear tres veces o moverlo de arriba abajo para llenar una barra y luego lanzar un potente espadazo de fuego. Además, nuestro escudo se resentirá de los ataques y se irá rompiendo poco a poco a no ser que lo reparemos. Nuestros aliados nos pueden ayudar con hechizos de ataque, mejora o curación y siempre tendremos que vigilar que nuestro medidor de vida no marque el temido 0, que indica fin de partida y pérdida de la mitad del oro que llevemos encima.

Si completamos un escenario, se nos puntuará en función de parámetros como tiempo empleado, enemigos abatidos, porcentajes de precisión de defensa y ataque… Según la calificación que saquemos conseguiremos premios destinados a mejorar nuestro armamento en la ciudad.

La duración del juego no es excesiva, unas siete u ocho horas, pero hay que tener en cuenta que es un juego arcade. Además, obtener las mejores armas o puntuar alto en todas las mazmorras requerirá pasárselas una y otra vez, por lo que el afán de coleccionismo alarga la vida de este título.

Dragon Quest Swords no llena el hueco de los juegos de rol ni tampoco es un arcade frenético, pero la fusión no es descabellada y funciona. Técnicamente correcto y visualmente encantador. Los combates en primera persona son, a la vez, un homenaje a la saga y un concepto que se adapta al Wiimote estupendamente. El juego más parecido que tenemos en Wii es el Umbrella Chronicles, con una estética y evolución de personajes completamente diferente, pero de un ritmo de juego tremendamente parecido. Si hay que sacarle un punto negativo importante es la falta de multijugador.