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Disney Infinity

Tu juego. Tu mundo. Tus reglas. Sus aciertos. Sus errores. Tus figuras. Acompáñanos analizando el videojuego más ambicioso de Disney.  

Disney Infinity - Análisis

Disney Infinity es la apuesta más arriesgada de la compañía estadounidense hasta el momento en el campo de los videojuegos. Un macro-proyecto que implica una nueva línea de figuras coleccionables y un videojuego muy ambicioso capaz de crear infinitas horas de diversión para todo tipo de público aprovechando todas y cada una de las licencias de Disney, además de la tecnología NFC. La idea parece genial, pero el resultado no lo es tanto. Le falta mucho para llegar a ser el juego que Disney quiere y, sin embargo, sigue siendo un producto atractivo.  

Es conveniente aclarar conceptos antes de hablar en detenimiento de Disney Infinity. Para empezar, emplea un sistema de figuras y portales (empleando la terminología del juego de Activision) inspirado directamente en Skylanders, aunque ambos juegos no tengan más que eso en común. Cada portal admite hasta dos figuras y un Playset. Un Playset es una figura hexagonal que contiene información sobre aventuras de larga duración inspiradas en un universo Disney en concreto. Para jugar a un Playset se requiere tener al menos una figura del universo correspondiente, por con el starter pack no se puede jugar a ellos a dos jugadores (aunque sí al resto de modos). Además de las figuras y los Playset también hay discos de poder, que pueden tener la base de una figura o de un Playset y que otorgan diferentes poderes a los personajes. Disney Infinity permite multijugador local a dos jugadores, dada la limitación del portal a dos figuras, y multijugador online de hasta cuatro jugadores.

Otro elemento importante es el Toybox, una especie de editor de mundos que describiremos más adelante y sobre el que gira toda la idea comercial de Disney Infinity. Además, cuenta con una serie de aventuras independientes de los Playsets que expanden la experiencia jugable y sirven además como tutoriales de algunos conceptos.

Cómo se juega

La mecánica de juego de Disney Infinity se divide en dos vertientes diferentes, pero que trabajan en conjunto. Por un lado, se trata de un juego de plataformas en 3D enfocado a la acción directa. Todos los personajes pueden saltar (o doble-saltar), atacar, utilizar objetos de la mochila, esquivar, trepar por salientes, etc. El único fallo real de la parte de plataformas es, precisamente, la cámara, que es de tipo manual y no se maneja de forma muy fina, defecto que queda acusado especialmente si en lugar de usar el Wii U Gamepad se usa el Wii Remote.

Por otro lado, Disney Infinity también es un juego de carreras. Los coches pueden acelerar, frenar, derrapar, hacer turbo, giros de 360º e incluso saltar. Sobre el papel suena muy bien, máxime cuando hay pequeños escenarios que imitan la dinámica de la saga Mario Kart. Sin embargo, el motor de física es atroz y provoca un comportamiento exagerado y extraño en los vehículos, lo que hace que el juego se vuelva caótico, incontrolabe y excesivamente aleatorio. Se trata de un punto muy negro en la jugabilidad y da la impresión de estar metido en el último momento y sin apenas haber sido calibrado. Las carreras no son divertidas en Disney Infinity, son un infierno.

Toybox, el creador de universos

La Toybox es la idea central de Disney Infinity. Nos ofrece la posibilidad de, empleando las diferentes piezas halladas a través de los Playsets, crear nuestro propio mundo de fantasía y compartirlo con todo el mundo, siempre y cuando pase por los estándares de calidad de Disney. Una idea fantástica y que puede recordar a Little Big Planet de PS3 y PSV pero que, en realidad, es mucho más limitada de lo que parece a simple vista.

Disney Infinity

Para empezar, lo único que se puede crear en Disney Infinity es el escenario, por lo que hay que olvidarse de diseñar un juego con misiones y cosas que hacer. Las reglas las tienen que convenir los jugadores de forma tradicional. Además, el juego sufre mucho a nivel técnico en la Toybox y las caídas de framerate, los tiempos de carga y los tiempos muertos entre acción y acción se multiplican. Por si fuera poco, para desbloquear los elementos de la Toybox se necesita primero desbloquearlos en su Playset correspondiente u obtener giros para gastar en la caja fuerte y recibir un elemento aleatorio entre una selección. El sistema no es muy gratificante y requiere emplear mucho tiempo de juego para poder empezar a construir cosas decentes, pero con la imposibilidad de poder crear tus propias aventuras, la motivación cae en picado.

Además, aunque Disney Infinity podría llegar a ser verdaderamente infinito gracias a la colaboración de los diferentes usuarios, esta limitación con respecto a la Toybox acorta la vida útil del juego de manera drástica. Todavía están a tiempo de permitir, en sucesivas actualizaciones, poder crear tu propia aventura con sus propias reglas, y que deje de ser un slogan publicitario ambiguo para transformarse en una realidad tangible. De hecho, la Toybox debería servir para crear tu propio Playset y compartirlo con todo el mundo, amén de para poder jugar a los Playsets creados por la comunidad.