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Los Delirios de von Sottendorff y su mente cuadriculada

Reordenando ideas.

Los delirios de Von Sottendorf y su mente cuadriculada - Análisis

Bendita cámara, maldita cámara

Los controles son simples, aunque en nuestra mano siempre está el poder de la cámara en sí, pudiendo alejarla, acercarla o incluso girarla un poco. Esto es algo con un potencial increíble, ya que permite ver algunos huecos de las habitaciones que no serían visibles de otra manera, o bien situar la vista en un enfoque que sea más adecuado para las secciones de plataformas en las que hay que ser rápido. La cámara además puede manejarse con el circle pad o con la cruz de control, según se escoja desde las opciones cual se asigna al personaje y cual a la visión.

Eso sí, pese a que suena estupendamente, en caso de tener una habitación arriba de la que estamos ocupando que nos tape un poco la vista, habrá que girar la cámara y tener un ángulo que no sería la ideal para saltar en esos casos. Puede pasar también en zonas de plataformas semi-transparentes y otras móviles a diferentes niveles de profundidad y altura que haya una confusión visual, pero eso más que un fallo se considera parte del reto en sí de buscar el enfoque o giro de cámara adecuado. Lo bueno es que, salvo estos problemas de visión que bien llevados no entorpecen al jugador, no hay ningún otro problema del juego más allá de zonas de cierto mundo con pequeñas bajadas de frames.

Las pequeñas imperfecciones siempre van a estar ahí, pero ninguna de ellas es algo que haga que el juego no sea disfrutable ni mucho menos, lo peor que puede pasar es tener que repetir una habitación un par de veces. Ahora es momento de ver un apartado que brilla desde el primer momento: todo lo visual y sonoro. Los gráficos son buenos, amigables y con diferentes habitaciones llenas de elementos reales en los que uno puede subirse, además de que el 3D del juego es muy suave y cómodo a la vista. La música y las voces son de una calidad muy alta, y no sólo porque el violín suene bien o porque la genial voz de nuestra locura sea graciosa y agradable de oír, sino porque todo resuena en la cabeza del barón, y en la nuestra. El propio juego avisa de que lo ideal es utilizar es cascos y vaya que si es así, ya que la tecnología holofónica permite que nos sintamos como el barón dentro de su mundo, oyendo melodías y sermones por diferentes lugares. Como todo es mejor con un ejemplo, Delirium Studios ha colgado un vídeo explicando este apartado.

Los delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada es un título hecho con cariño que busca perseguir un objetivo de originalidad y frescura, y lo consigue a través de las 8-10 horas que puede durar el viaje, aunque es una cifra que depende de la capacidad de cada uno sobre todo. Uno de los mejores del catálogo de la eShop de este año y un título muy a tener en cuenta por todos aquellos a los que les gusten los desafíos donde la parte habilidad mental y física se dan de la mano pero con mayor protagonismo de la primera, siendo sin duda alguna un juego que ese fan tiene que probar, sin riesgo de equivocarse.