Portada » Análisis » Chibi Robo! Zip Lash (3DS)

Chibi-Robo! Zip Lash

¡Este robot te va a enchufar una buena!

Chibi Robo! Zip Lash (3DS) - Análisis

 Chibi-Robo es un robot de 10cm de altura fabricado con fin de ayudar a las personas. Aunque no lo parezca nos encontramos ya ante la quinta entrega de este personaje, poco conocido por muchos y amado por pocos. En Chibi-Robo! Zip Lash abandona tanto sus peculiaridades  como sus particularidades para adentrarse en un nuevo género en el que explorar: el de las plataformas. ¿Le habrá sentado bien este cambio?

A saltos con Chibi-Robo! Zip Lash

Chibi-Robo abandona todo lo que era para meterse en una aventura plataformera clásica bidimensional, un género convencional con el que poder llegar a una mayor audiencia. La historia, como es habitual, es un mero pretexto: Unos extraterrestres han visitado La Tierra y están robando todos los combustibles y energías renovables que encuentran. Chibi-Robo no puede permitírselo y se dirige a ponerle solución. Así recorreremos el mundo con el fin de encontrarlos y mandarlos fuera del planeta azul.

Lo primero que nos encontramos al coger los mandos  es a Chibi-Robo dirigiéndose hacia La Tierra desde la estación subespacial en la que se encuentra trabajando, acompañados por una música épica, mientras descubrimos las nuevas mecánicas de las que hace gala esta entrega. El comienzo no podría ser más prometedor. Nuestro robot no solo se dedicará a dar saltos en este juego de plataformas, hará uso de su clavija, para atacar y engancharse a incontables superficies,  y así poder llegar al final de cada nivel. Para usar la clavija utilizaremos dos botones: ¨X¨para hacer un ataque directo hacia delante o en un ángulo de 45º, e ¨Y¨ para realizar un ataque cargado de mucha más potencia y con la posibilidad de lanzarlos hacia todos los ángulos posibles y a una mayor distancia. El resto de controles se compone de la siguiente manera: ¨Stick¨de dirección, botón ¨A¨ de salto, ¨L¨ para anular el ataque cargado, y ¨R¨ para hacer rodar a Chibi  y con el que poder ir más rápido.

Con esta base nos disponemos a descubrir a la en un principio novedosa propuesta. Y digo en principio porque lo que vemos en los dos o tres primeros niveles en cuanto al uso de la clavija es lo que veremos en el resto del juego. No se indaga ni se le saca jugo. Más que una justificación, es una excusa.  Su introducción con el fin de diferenciarlo del resto de juegos del género no da resultado. Por lo que acaba siendo una nueva reiteración del género sin significar que eso sea algo malo, ¿verdad?

No solo será superar las fases de principio a fin saltando entre plataformas, también nos propone retos en forma de insignias a conseguir en cada fase. Lo que viene a ser los coleccionables, que se basan en: no utilizar objetos; no hacer uso de ningún punto de control; no recibir daño; recoger 3 monedas estrellas; atrapar a los tres Chibi-bots que son versiones en miniatura (más si cabe) del propio Chibi-Robo; y conseguir los Aperitivos (fabulosa la idea de recoger marcas reales) repartidos en cada fase. Además nos ofrecerá retos escondidos en cubos azules en cada fase en donde tendremos que conseguir todas las monedas antes de que se acabe el tiempo, y, por si no fuera poco, para terminar cada nivel tendremos que hacer uso de la clavija para atinar en un platillo volante que en cada fase se presentará como un puzle distinto.  Sin duda lo más original de las fases.

Por otra parte, del total de fases, hay 8 en las que nos olvidamos del plataformeo y nos montamos en distintos transportes (globo aerostático, un patinete, unos esquís acuáticos, un submarino). Cada transporte se controla de diferente forma, y unas están mejor implementadas que otras. La realidad es que su concepto es muy parecido a lo visto en muchos juegos gratuitos para móviles, en donde somos llevados por el nivel y nosotros solo nos encargamos de esquivar obstáculos. Estos niveles son más difíciles que la media ya que te permiten fallar lo mínimo, y si lo haces tendrás que repetir la fase desde el principio por lo que no serán del gusto de todos los jugadores, pero añaden variedad al desarrollo.

Tras acabar cada fase han implementado una ruleta que nos marcará el siguiente nivel en el que deberemos jugar. Una idea pésima que nos obligará a repetir una o dos fases por imposición, sin permitirnos jugar los niveles en orden. No se entiende si han querido ser originales o simplemente es una manera rastrera de alargar la duración del cartucho. Por suerte no tardaremos en cogerle el truco y nos evitaremos repetir fases si no lo deseamos. Una vez superado todas las fases de cada mundo accederemos a la fase del Jefe, los cuales poseen un patrón de ataque que no nos costará mucho aprender. No son muy originales y unos son mejores que otros, pero están bien.

¨Uepa! Esto no se parece nada a ChibiRobo¨ te estarás diciendo si has llegado a leer hasta aquí. La verdad es que no, en absoluto. Es algo completamente distinto, una especie de reinvención, un renacimiento, borrón y cuenta nueva. Pero aún así se rescata algo: Tely sigue igual de pesado que siempre; seguimos recogiendo la basura que nos encontramos por el camino; y el diseño de personajes sigue siendo genial. Detalles que no nos hacen olvidar de donde viene.          

En su simpleza está su belleza. No es un juego que queme circuitos, de hecho a nivel visual es muy modesto, pero tiene cierto encanto. Los niveles se basan en una sucesión de bloques, plataformas y anclajes donde encajar la clavija del robot de principio a fin, sin tener nada que llame la atención en su transcurso. Son sus fondos, los de cada una de las fases, hechos con texturas y polígonos simples los que dibujan paisajes preciosistas, en los que desviaremos la mirada continuamente y nos fijaremos en los objetos en movimientos y como nos observan escondidos los traviesos extraterrestres. Y no me olvido de los personajes, tanto de amigos como enemigos, que presentan un diseño robusto y con unas animaciones muy bien hechas. Chibi-Robo es pura simpatía.