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Castlevania the Adventure: ReBirth

¿Metroidvania? Estos jóvenes…

Castlevania the Adventure: ReBirth - Análisis

Aunque atendiendo a los últimos Castlevania que han llegado a las tiendas parezca mentira, la interminable lucha entre la familia Belmont y Drácula no siempre siguió tanto la estructura de Metroid. Hace ya mucho tiempo, Castlevania era sobretodo una mezcla de plataformas y acción en la que acabar con todo lo que esté entre el punto A y el punto B. Uno de los juegos de este estilo era Castlevania: The Adventure para Game Boy, justamente en el que se basa esta versión de WiiWare... Y lo hace tan bien que realmente parece que estés jugando en una portátil enorme.

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Una aventura contrarreloj

Nada más empezar la partida (algo que harás muchas veces ya que en principio no se puede continuar por donde lo dejaste - cosa que se puede cambiar con un truco), la breve escena introductora que pone en situación este ReBirth en la línea argumental de la saga es directamente un montón de imágenes sacadas del juego de Game Boy, incluso con sus varios tonos de verde, con textos en inglés (aunque en todo el juego solo hay textos al principio y al final, la traducción no se echa en falta)
Ya antes la música sacará tu vena nostálgica, porque desde que accedes a su Canal correspondiente te sientes transportado al pasado; aunque sin llegar al extremo de Mega Man 10.

 Tras esos diez segundos de introducción, más otros tantos que muestran el primer nivel en el mapa del castillo, la cosa empieza de verdad... ¿Pero qué es esto? ¿Tiempo límite? Pues sí, aquí no tienes tiempo de explorar a tu antojo como en los muy recomendables juegos de DS; tienes que terminar cada una de las 6 fases en menos del tiempo dado, que suele estar en torno a los 12 minutos. "Buf, ¡qué corto, poco mas de una hora!" Nada más lejos de la realidad: The Adventure ReBirth no solo es muy rejugable sino que además es tremendamente difícil; algo sobre lo que se hablará en detalle más adelante.

Realmente el desarrollo de los niveles no es tan distinto al reciente, aunque por norma general no podrás volver sobre tus pasos cuando hayas pasado de una habitación a otra. Armado solo con tu látigo y algunas armas secundarias que puedas encontrar por el camino deberás abrirte paso por el castillo, además de tener que hacer los saltos adecuados para llegar a la siguiente plataforma y vigilar el nivel de corazones que indica cuántas veces puedes usar cada arma alternativa. Una vez llegas al final del nivel, te esperará un jefe que habrá que derrotar para pasar a la siguiente zona. Aunque esté abajo el contador de tiempo, pocas veces acaba siendo un auténtico problema ya que cuando mueres y regresas a alguna piedra roja (que hace las veces de punto de control) siempre ganas un par de minutos; y como es bastante difícil completar un nivel sin morir ni una sola vez (quitando el inicial), no tienes por qué preocuparte aunque tampoco puedes pensarte mucho las cosas o acabará atacándote algún enemigo.

 Algo que da realmente mucha vida útil fuera de la dificultad es que cada nivel se puede recorrer de varias formas distintas, algo que acabas dominando cuando tienes que empezar por quinta vez el primer nivel. No tan solo consiste en elegir en un momento determinado si cruzar una puerta o bajar una escalera: muchos caminos están tras una puerta cerrada con llave, y dicha llave puede encontrarse muy al principio del nivel. Las llaves ocupan el hueco que correspondería a un arma especial (que son las clásicas: agua bendita, cruz, hacha arrojadiza y otras, además de un reloj capaz de parar el tiempo), por lo que no solo habrá que llegar vivo hasta la puerta sino que habrá que evitar coger otra arma secundaria por error; cosas que desde luego no piensas la primera vez que juegas al nivel. Aunque al final todos confluyen en la sala justo antes del jefe de nivel; los caminos no tienen nada que ver unos con otros, y a veces incluso pueden ahorrarte la batalla contra el minijefe (además del final, cada nivel también tiene un enemigo algo más débil), lo cual se agradece mucho cuando quieres terminar lo antes posible los primeros niveles para volver a llegar a ese en el que te atascas.