Bravely Default
Bravely Default, ¿dónde has estado todos estos años?
Bravely Default - Análisis
Lo siguiente que merece atención es el uso de ambas pantallas. La superior sirve siempre para mostrar la acción, ya sea la batalla o el mundo por el que nos movemos. La inferior, por su parte, está reservada a los comandos a utilizar en las luchas y a un mapa de la zona que estamos visitando, además de albergar un menú adicional. En él podremos guardar (cuando sea posible), actualizar la información de nuestros amigos por internet o registrar nuevos, acceder a la administración de Norende, un buzón de Street Pass para recibir a los nuevos llegados, ver una serie de misiones tutorial con las que obtendremos objetos si las realizamos cuando se nos pidan, y el misterioso diario de D.
Este libro es la bitácora del juego, en él podremos encontrar información de todos los trabajos que tengamos, los objetos, personajes, enemigos, profecías enigmáticas de la historia y, un punto muy bueno, un completo visor de eventos. En él podemos ver todas las secuencias de video de la historia principal y de las misiones secundarias, y conversaciones de apoyo que hayamos vivido en la historia, pudiendo elegir el idioma de voces y texto para cada una. Es algo especialmente útil por si hemos pasado por alto algún detalle o queremos volver a ojearlas.
Ya que hemos comentado el tema de las secuencias y su idioma, cabe destacar que desde el menú del juego podremos elegir las voces japonesas o inglesas en cualquier momento así como el idioma de los textos, entre los que se incluye un castellano con una gran traducción. Pero el idioma no es lo único que puede cambiarse, y es que en Bravely Default se puede personalizar casi todo en cualquier momento y así cambiar la partida según nuestras necesidades. Podemos cambiar la velocidad de combates (e incluso ponerlos en automático para subir de nivel fácil), la dificultad, frecuencia de encuentros aleatorios, posibilidad de no recibir experiencia, activar autoguardado al salir y entrar de ciudades y mazmorras, y ajustes de sonido y mensajes.
También podemos personalizar a nuestros personajes, escogiendo las piezas de su equipo, su trabajo y sus habilidades. Hay una lista de veinticuatro oficios que podemos asignar a cada personaje y que iremos obteniendo a medida que avancemos en la historia principal y completemos misiones secundarias. Simultáneamente podemos tener dos campos de habilidades para los combates, siendo uno del trabajo que tengamos y otro que podemos elegir a nuestro gusto. Por ejemplo, podemos ser mago blanco y tener en el campo de habilidad Magia Negra para hacer uso de ambas habilidades (al nivel que las tengamos nosotros o nuestro amigo de Abilink). Digno de mención es que el diseño de trajes de muchos de los trabajos y sus habilidades están inspirados en la saga Final Fantasy.
La historia
Nuestro deber es restaurar el poder de los cuatro cristales elementales para salvar al mundo de la destrucción y la oscuridad a la par que tenemos que hacer frente a un ejército que está empeñado en pararnos los pies. Nuestros personajes son Tiz, Agnès, Ringabel y Edea, los cuales se ven envueltos por diversos motivos en esta aventura y tienen que actuar como héroes pese a rondar todos sólo los veinte años. Aunque en un principio la idea puede resultar más que familiar a más de uno, se presenta de una manera interesante y que engancha desde el primer momento, con diversas sorpresas en el argumento y acompañado todo con unas misiones secundarias que parecen casi parte de la historia principal por lo completas que son. Vamos a estar durante muchas horas pegados a este juego y con sus opciones de configuración nunca nos aburriremos.
Mención también digna, para terminar, apartado gráfico y sonoro. El juego hace buen uso del 3D de la consola en sus preciosos escenarios, algo que deben de saber los propios creadores ya que si permanecemos quietos se nos muestra una vista panorámica del lugar. Los personajes son algo chibi, bebiendo mucho de lo que ya se hizo en los Final Fantasy de Nintendo DS, pero nunca los veremos peor por ello. Por su parte, el apartado sonoro es excelente, no tiene nada que envidiar al trabajo de Uematsu ni al de otros grandes compositores. Detrás de su gran banda sonora está Revo (no confundir con Revogamers) quien sabe perfectamente acompañar a la situación - cabe destacar lo épico de uno de los últimos temas.
En resumen, tenemos un extroardinario J-RPG por turnos y encuentros aleatorios que mejora la fórmula clásica con todas sus opciones de configuración y personalización que hemos comentado, y que sabe sacar partido de las características de Nintendo 3DS. Se puede jugar sin el componente social, aunque gracias a Internet y al sistema de hotspots se consigue mucho más fácilmente la colaboración de alguna persona. Lo bueno es que nada es necesario para disfrutar del juego y que nosotros decidimos los añadidos que queremos utilizar, como el apartado al margen de la aventura principal para utilizar las tarjetas RA y ver y escuchar a los personajes en diferentes secuencias (con opción a fotos). Bravely Default es más Final Fantasy que la propia saga a día de hoy, y se convierte en uno absoluto imprescindible del género de los J-RPG y en uno de los mejores juegos de los últimos años.