Boom Street
Monopoly parece, Mario Party no es…
Boom Street - Análisis
Luego tenemos la divertida variante multijugador, que podremos jugar tanto online como en casa. La primera opción funciona bastante bien, permitiéndonos jugar con amigos o gente de todo el mundo de una manera bastante fluida, aunque con algún parpadeo. Su único problema reside en que al ser tan largas las partidas, la facilidad de que los rivales que van perdiendo se desconecten tras varias horas es bastante alta. La otra cara del multi, la modalidad local, es lo que le hace subir puntos a este título de finanzas, ya que es la opción más divertida para hasta cuatro jugadores que podemos jugar, si lo deseamos, con un único mando.
Pasamos ahora a hablar de la mecánica en sí, cuya base es la del conocido Monopoly, pero aportando sus propias ideas. En el tablero hay una serie de casillas, las cuales pasamos a comentar. Primero están las casillas de edificios, en las que si caemos cuando ésta aún no tiene dueño podremos comprarlas y, en caso de tener dueño, tendremos que pagarle una cantidad de dinero determinada; pero si tenemos una gran fortuna, podemos expropiarle el local al otro jugador pagando cinco veces su valor. Si se trata de un edificio de nuestra posesión, podremos mejorar cualquiera de nuestras pertenencias si aportamos el suficiente dinero. Luego tenemos la casilla del banco, en la que podremos comprar acciones y, si hemos pasado por las cuatro casillas de palo, subir de nivel. Luego tenemos otras como las de suerte, las de comodín, tuberías para movernos por el escenario, etc.
La siguiente clave de este título son los distritos. Se tratan de zonas de casillas del mismo color en las que hay edificios que pueden ser o no propiedad de uno o varios de los jugadores, y que tienen acciones por un valor determinado. Estas acciones nos dan mucho juego, ya que podemos hacer que la banca las reconvierta en dinero cuando estemos en apuros económicos, y cuentan además como parte de nuestros bienes. El valor de las acciones irá variando en función de su compra/venta y de cómo vaya mejorando el distrito del que son. Por lo tanto, aquí es donde tenemos un componente estratégico en el que no sólo importa comprar y mejorar edificios, sino también buscar el mejor distrito para comprar sus acciones.
Para llevar la cuenta de cómo va la partida, podemos mirar siempre abajo a la derecha un cuadro donde se muestra la información de cada jugador: su efectivo y sus bienes. Los bienes son la suma del valor de todas las acciones, las propiedades y el dinero del jugador y lo que realmente cuenta para ver quién gana la partida, ya que ésta se acaba cuando un jugador llega a una cantidad determinada, aunque también puede terminarse cuando algún jugador se quede sin ningún bien.
En definitiva, Boom Street ofrece una experiencia que no es la habitual para este tipo de juegos ya que el ritmo es algo lento; pero si sabemos apreciar sus posibilidades estamos ante un juego muy completo, con bastantes horas para desbloquear contenido en el modo Tour y un multijugador bastante divertido y que ofrecerá piques interestelares. Todo esto, una vez más, maravillosamente traducido al castellano por Nintendo.