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Animal Crossing: Happy Home Designer

Esta casa era una ruina hasta que llegó la inmobiliaria Nook.

Animal Crossing: Happy Home Designer - Análisis

Marchando una de objetos

Animal Crossing: Happy Home Designer ofrece cientos de objetos con los que decorar las viviendas privadas y edificios gubernamentales que nos encarguen desde la inmobiliaria Nook. A pesar de disponer de un abanico tan amplio de mobiliario y enseres será realmente sencillo encontrar el objeto idóneo para cada ocasión gracias a la pantalla táctil. En la parte superior de dicha pantalla podemos encontrar una serie de botones que nos enlazan a diferentes grupos de elementos.

El primero de ellos nos enlaza a los diferentes diseños del suelo y el empapelado de la pared, el segundo abre una nueva pantalla en la que podemos elegir toda clase de objetos, desde el mobiliario clásico como sillas, mesas y complementos hasta la fontanería, pasando por objetos de alimentación e incluso por una zona para la decoración de jardines exteriores. El tercer acceso directo nos lleva directamente a todos los objetos que cuelgan de la pared, mientras que el cuarto y último de estos botones principales abre una selección de moquetas y bases para el suelo.

La transición entre estos menús y submenús es sencilla e intuitiva, pero, si por algún motivo no consiguiésemos encontrar el objeto deseado, siempre podremos utilizar el botón del buscador, que nos permite filtrar los objetos entre los últimos desbloqueados, los recomendados para cada ocasión o bien localizarlos directamente poniendo su nombre en un teclado virtual.

El juego en línea, en el estudio no existe la saciedad

Además de los encargos “típicos” del modo historia también tendremos la opción conectarnos a internet gracias a un ordenador especial en la inmobiliaria Nook una vez hayamos actualizado el software a su versión 2.0. Desde este ordenador accedemos al llamado Portal de Artes Decorativas, en este modo en línea se pueden realizar diseños adicionales (bien sea de casas particulares o de encargos municipales) y subirlos a la red para que el resto de usuarios califiquen nuestras creaciones con un sistema de calificación muy especial: “Aspecto”, “Originalidad”, “Encanto” y “yo viviría aquí” son las cuatro categorías a las que podemos asignar puntos.

Además, nosotros mismos podremos visitar y evaluar las casas diseñadas por amigos u otros usuarios teniendo, además, la opción de filtrar los diseños ya sea por jugador, tipo de edificio o buscando los más populares (lo que nos llevará a los mejores diseños dentro de las cuatro categorías vistas antes).

Una vez al mes, la propia Nintendo también se convertirá en un cliente potencial y abrirá concursos de diseño temáticos, en los que el propio Tom Nook hará las veces de juez y con los que, dependiendo de nuestras calificaciones, podríamos tener la opción de obtener objetos exclusivos.

El catálogo de objetos y las posibilidades de personalización de Animal Crossing: Happy Home Designer no están disponibles por completo desde el inicio del juego. Además de los objetos que se van desbloqueando conforme avanzamos en el modo principal contamos también con el curso de artes decorativas. Utilizando las monedas de juego que obtenemos mediante Streetpass podemos “estudiar” una serie de lecciones que desbloquearán opciones extra para aumentar nuestras opciones de decoración. Estas mejoras incluyen la posibilidad de colocar objetos en el techo (como lámparas y ventiladores), cambiar el diseño de puertas y ventanas y el desbloqueo de colecciones de insectos, fósiles o giroides entre otros. Pero también nos dan consejos a la hora de sacar fotos, nos enseñarán como restaurar muebles y colocar efectos sonoros en las distintas habitaciones.

Aunque posiblemente la función más interesante sea la de poder crear nuestros propios diseños, ciertos objetos como ropa, alfombras y tejados pueden decorarse con dibujos hechos a mano por el usuario. El sistema de dibujo es simple y, debido al tamaño de las cuadrículas, hay que ser muy preciso para que los patrones adquieran formas reconocibles, pero se pueden guardar más de 100 diseños diferentes para decorar.

Decora para tus amiibos y conoce el lado oscuro de la decoración

Uno de los puntos más destacados durante la presentación de Animal Crossing: Happy Home Designer fue la compatibilidad con amiibo. Con el lanzamiento este título se estrena una nueva colección de personajes, aunque en esta ocasión llegan en forma de tarjetas con chip NFC integrado. Para utilizar estas tarjetas contamos con el teléfono amiibo en la planta baja de la inmobiliaria Nook, al activarlo y colocar sobre la superficie lectora una tarjeta, el personaje que la representa se desbloquea como habitante del pueblo y te propone un nuevo reto de decoración. Cada tarjeta te permite también almacenar en su interior los datos de la casa que hayas creado para su personaje y compartirlo con amigos. Algunas tarjetas amiibo vendrán con nuevos objetos desbloqueables, e incluso puedes obtener muebles y enseres que posean tus amigos utilizando una tarjeta amiibo para transferirlos a tu consola. 

Pero además de la compatibilidad con las tarjetas amiibo, Animal Crossing: Happy Home Designer tiene un regalo especial para los poseedores del amiibo del aldeano de la serie Super Smash Bros, y es que esta figura en concreto desbloquea en el juego una gran estatua dorada del aldeano que adopta la misma pose que en la figura.

Durante este texto se ha mencionado en varias ocasiones la facilidad que ofrece el juego para la colocación de los elementos de decoración y la simplicidad e accesibilidad de los menús de selección de objetos. Son, sin duda, puntos positivos para un título que, por desgracia, no ofrece mucho más. Todas y cada una de las “misiones” que se nos encargan (ya sea por parte de los aldeanos o de la propia Canela) siguen exactamente el mismo patrón, buscar y colocar el mejor objeto dependiendo de los gustos de nuestro cliente.

Conforme el juego avanza las posibilidades de decoración aumentan considerablemente, pero la constante repetición de mecánicas y la prácticamente nula dificultad del título hacen que este acabe por desgastarse antes de tiempo. Incluso una vez hemos completado los encargos municipales de la historia principal, lo único que nos quedaría por hacer en el juego sería seguir completando encargos simples de casas particulares para acabar de desbloquear las emociones que tengamos pendientes para nuestro protagonista. El único modo que puede aliviar un poco la sensación de monotonía es el original sistema de calificación y los concursos del Portal de Artes Decorativas.

En definitiva, cuando uno mira de frente a este título puede sentir que está ante una expansión de New Leaf en lugar de un producto totalmente nuevo. A pesar de que la repetición se da más de lo que gustaría, eso no evita que los fans de la serie y de la decoración tengan una propuesta muy completa que satisfaga sus gustos. Es importante que uno sepa lo que se va a encontrar, aunque el sistema de encargos online va a darle vida al juego más allá de lo que se ofrece de origen. Recomendado, pero no a todo el público.