Ace Attorney Dual Destinies
Ace Attorney: in Justice we trust!
Ace Attorney Dual Destinies - Análisis
La música de siempre
Y ahora lo importante: la historia y la música. Comenzamos hablando del segundo punto, porque un análisis de Ace Attorney Dual Destinies no puede dejarse ese apartado sin comentar. Estamos ante una creación orquestal fantástica de manos de Noriyuki Iwadare, compositor reconocido que ya ha colaborado en la saga anteriormente y que ofrece algunas adaptaciones renovadas de temas viejos y grandes piezas nuevas de gran calidad en la tónica de la saga (e incluso superior en algunos momentos); básicamente, consigue que a pesar de que solo estemos leyendo, nos sintamos dentro del juego: motivados cuando descubrimos al culpable, tristes mientras se cuentan pasados trágicos… el apartado sonoro es algo muy importante en la franquicia y aquí lo sigue siendo.
En cuanto a la historia nos encontramos ante una época oscura de la ley, donde el fin justifica los medios e importan mucho más los resultados que la verdad, por lo que la gente empieza a estar descontenta con el sistema. Es anecdótico decir que el sistema de jurado popular que apareció en la anterior entrega, y que vendría como anillo al dedo a esta situación, no está presente. Todo este asunto turbio del sistema judicial comenzó ocho años antes de la historia, cuando cierto abogado perdió su licencia aportando pruebas falsas a un caso, aunque ha habido otros asuntos que agravaron la situación. En medio de este caos, un amigo le ha pedido el favor a Phoenix de que regrese a la abogacía, con lo que nuestro protagonista de siempre vuelve a saltar al estrado.
Por suerte no está sólo, sino que tiene en su agencia a su estimado Apollo y a una nueva incorporación al equipo: Athena Cykes, una alumna modelo con la licencia ya sacada junto a unos estudios de psicología con tan sólo dieciocho años. Athena ha estudiado en Europa y por ello la veremos decir ciertas expresiones en castellano, alemán o francés, pero su gran don es percibir el sentimiento real del corazón de una persona, lo cual combinado a su herramienta Mood Matrix tiene una gran utilidad. Durante los casos iremos asumiendo el rol de los tres personajes, con lo cual el desarrollo se vuelve algo más variado dada la naturaleza y habilidades de cada uno.
Pero aunque la agencia de Phoenix esté bien, la situación es un poco caótica: una bomba ha reventado una sala de juicios entera, a un preso se le permite ejercer de fiscal en algunos casos… Silence! Bueno, en resumen parece que la situación no es la más adecuada. La historia se narra bien y nos espera un final que nos asombrará, aunque cabe destacar que el segundo caso puede hacerse demasiado largo, dado que conocemos desde el momento cero al culpable y realmente las sorpresas llegan un poco tarde. Eso, junto al hecho de que no hay muchos personajes por caso, hace que en muchas ocasiones podamos hacernos una idea del culpable muy pronto, con las únicas dudas de cómo y por qué. Eso sí, los pocos que hay siguen siendo tan extravagantes como siempre, y tenemos desde el típico investigador torpe en su trabajo hasta chicas que van siempre metidas dentro de una caja pasando por viejas caras conocidas, por lo que el diseño no defrauda.
Hablando de diseño, hay que hacer una mención al apartado gráfico de los personajes. Se abandonan los sprites clásicos de toda la vida, y se han creado unos modelados en tres dimensiones cell-shading que quedan mejor incluso que los originales, aportando una mayor variedad de transiciones y de animaciones de los personajes, sobre todo en los pequeños detalles como en los chasquidos de dedos de Klavier Gavin. Además, estos diseños, junto a unos escenarios fijos cargados de detalles y presentados en capas, hacen que el efecto 3D de la consola merezca ser encendido en más de una ocasión.
Estamos hablando del primer juego de la franquicia para la nueva portátil de Nintendo, por lo que Ace Attorney Dual Destinies ha sufrido un cambio sutil, centrando la atención siempre en la pantalla superior y dejando a un lado todos los dispositivos táctiles y el análisis en 3D de las pruebas presentes en la anterior entrega. Es más, sólo el Mood Matrix y el opcional uso del micrófono para gritar necesitan la pantalla, el resto de las acciones podemos realizarlas con los botones, aunque la pantalla táctil permite poder revisar aspectos y pruebas en cualquier momento, con lo cual es un complemento ideal para el juego.
En resumen, me atrevería a decir que el juego es el más fácil de toda la serie, ya sea por las investigaciones más guiadas o porque las veces en las que tenemos que pensar a fondo son reducidas, pero aun así la esencia de la saga está ahí, con todas sus rarezas y su sentido del humor único (atención a las caras de sorpresa de los protagonistas) y a esos pequeños detalles en los que Capcom se permite hacer alusiones a personajes de otras franquicias suyas como el que no quiere la cosa.
La pregunta que queda es: ¿Deberíamos estar agradecidos por ver un juego que lo mismo ni lo oleríamos de no salir así? ¿Capcom podría perfectamente haber mejorado la distribución ya fuera traduciéndolo y/o lanzándolo en formato físico? Lo único que está claro es que, por lo menos, Ace Attorney Dual Destinies está aquí y podemos disfrutar de él. Es un hecho indiscutible que si el idioma es un problema para ti, no podrás jugarlo, pero no es un aspecto que se haya tenido en cuenta para la nota del juego, al que un poco más de profundidad en cada caso (que no duración) lo habrían coronado. Eso sí, yo espero que esto sea más que nada una toma de contacto con la consola y se prepare una secuela en breve más completa y que narre detalles que los fans llevan tiempo esperando y no tengamos que esperar a la siguiente generación para esto.
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