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Quiero mis instrucciones

El fin de un ritual.

Me acuerdo que una de las cosas que más me gustaba hacer de pequeño era leer los libros de instrucciones de los juegos. Eran folletos llenos de ilustraciones únicas, de fragmentos de la historia e incluso a veces de pequeñas pistas para avanzar por los primeros instantes de juego sin ningún tipo de problema.

Era como un pequeño ritual. Abrías la caja, sacabas el cartucho, lo mirabas y lo tocabas, luego cogías el libro de instrucciones y te pasabas un rato mirándolo, leyéndolo y anticipando el disfrute.

En los últimos años me he dado cuenta que ya no realizo este ritual. Poco a poco, los libros de instrucciones se han ido convirtiendo en la cosa más sosa del mundo. Con la obsesión de dejar el primer nivel de tutorial, se han quedado obsoletos en cuanto a su función básica: informar sobre cómo jugar. Pero es que, además, también han perdido toda la gracia. No hay dibujos especiales, no hay datos interesantes: se resume a un folletín en el que te escupen en blanco y negro lo mismo que vas a ver en los primeros veinte minutos de juego.

 quiero mis instrucciones

El colmo ha sido cuando esta semana, al comprar The Wonderful 101, me he dado cuenta de que ni siquiera había manual de instrucciones. Ha muerto. Enterrado. Casi lloro. Y eso que Nintendo había ido anticipando su fin, con una serie de desplegables tipo mapa en sus últimos juegos. Apenas unas hojas informativas y poco más, nada de los cuidados manuales de antaño, que incluso dejaban al final un espacio para escribir tus propias notas y trucos.

El manual de instrucciones era la pequeña puerta que servía de introducción al juego. Una forma de ponerte en situación, de dar los primeros pasos en un nuevo mundo que nos iba a meter de lleno en un planeta misterioso lleno de metroides, en una aventura en busca de la Trifuerza o simplemente en el Reino Champiñón, donde teníamos que atravesar `palabras´ en vez de mundos, uno de los errores de traducción que recuerdo con más cariño del manual de instrucciones de Super Mario Bros. (word por world, para los profanos en inglés).

Los manuales de instrucciones ya no interesan. Pasaron de los colores y las ilustraciones chulas, de la maquetación en condiciones y la presentación de elementos interesantes y complementarios al cartucho, a lasosería máxima. Primero el blanco y negro, acabando con las ilustraciones en color. Luego vinieron los gráficos de los mandos llenos de flechas y de funciones, en vez de una explicación sosegada y tranquila. Se acabaron los pequeños comics, los dibujos originales que no había forma de ver de otra forma, los chistes, las bromas, los trucos y los consejos…

Quiero mis instrucciones

Institucionalizaron los manuales de instrucciones. Se convirtieron en algo que había que meter porque sí y pusieron a trabajar en el tema a alguien que no le interesaba nada de nada. O quizás creyeron que con los omnipresentes tutoriales ingame se habían hecho redundantes y los han ido retirando poco a poco. Si es así creo que sería digno de entrar en el Guiness como `Agonía más lenta y dolorosa´. Hasta se han cepillado los manuales digitales en la Consola Virtual. ¿Qué os costaba escanear un puñadín de páginas?

Me habéis quitado los manuales de instrucciones, malditos, y esa es una de esas cosas que no os perdono. Se ha acabado parte de la magia de comprar un juego y del cariño que los estudios ponían en sus creaciones. Un elemento que hacía especiales los juegos y que ahora es parte del pasado en papel. Y todo por creer que sólo se trataba de aprender cómo se juega y no de ofrecer al jugador algo especial para que empiece a encariñarse con el juego.

¿Qué te parece que ya no se incluyan libros de instrucciones?

Este artículo refleja una opinión personal del autor y Revogamers no tiene por qué compartirla.