El éxito de Dragon Quest X

Dragon Quest siempre ha sido sinónimo de éxito absoluto de ventas. Desde sus inicios, cuando un juego de la saga salía a la venta, Japón se paralizaba y las colas kilómetricas eran habituales en el barrio de Akiba, en Tokyo.

Pero si Dragon Quest siempre había mostrado un apego hacia el rol tradicional japonés, en el que fue el pionero, y una forma muy concreta de hacer las cosas, con Dragon Quest IX para DS comenzó a cambiar esta tradición, creando un juego con una carga argumental mucho menor y con contenido online para ampliar la vida útil.

Y por fin, ahora, tenemos Dragon Quest X entre manos. Un juego de rol online persistente con cuotas mensuales en una videonconsola que no está preparada para este tipo de juegos al carecer de disco duro y tener una infraestructura online más que mejorable. Ya tenemos las primeras cifras de ventas, que arrojan un buen resultado en tanto a que permanece arriba en las listas, pero que resulta más que pobre si lo comparamos con el resto de títulos de la saga, que a estas alturas ya llevaban entre dos y tres millones de unidades vendidas. Pero, ¿de verdad es un mal lanzamiento para Dragon Quest X?

Por un lado, hay que ver que en los juegos que tienen cuotas mensuales, conseguir que los usuarios tengan cuentas activas es mucho más importante que el que se compren el juego de forma inicial. Con apenas seis meses de juego, el jugador ya se ha vuelto a gastar el precio inicial del juego, así que el secreto es tanto tener una base amplia de jugadores (que ya va por los 700.000 y subiendo) como mantenerlos jugando durante mucho tiempo.

¿Cuál es el título que más beneficios le ha dado a Square-Enix en toda su dilatada vida empresarial? Exactamente: Final Fantasy XI. Ese juego que aparentemente ha pasado sin pena ni gloria por el mundo de las consolas y el PC y que, sin embargo, después de seis años se sigue jugando. Para juzgar si un MMO ha tenido éxito hay que darle tiempo para que se asiente y ver si la gente, después de varios meses, continúan enganchada.

No, los problemas para Dragon Quest X pueden venir por haber salido en Wii y no directamente en Wii U, una consola con una infrasestructura online madura y, esperamos, un disco duro perfecto para instalaciones y parches de contenido, que son el pan de cada día para un juego de rol online. En Wii es complicadísimo instalar y jugar a Dragon Quest X, con unos tiempos de instalación cercanos a la media hora y una parafernalia completamente ajena al mundo de las consolas.

Pero el verdadero problema de Dragon Quest X viene dado por la evolución del género MMO en la actualidad. Resulta que en el PC, donde los MMO son un género que está llegando a su tercera generación, como Guild Wars 2, sólo existe un MMO que funcione a base de cuotas mensuales: World of Warcraft, con una base oficial de 8 millones de cuentas activas. El resto de títulos que han salido al mercado con el pago por cuotas han acabado por abrirse al modelo Free to Play, o gratuito, en el que el jugador puede disfrutar de un paquete básico de contenido gratuito para luego ir ampliándolo con micropagos. El Señor de los Anillos, DC Online, Age of Conan, Aion, Star Wars Old Republic... Todos han fracasado con las cuotas pero son solventes y estables gracias al modelo F2P.

Y en esta tesitura tenemos a Dragon Quest X, que tiene la complicadísima tarea de convencer al jugador de consola de que pague mes tras mes, cosa que nunca ha hecho. Además, tiene que lidiar con una consola que es la peor opción posible para sacar un juego estas características y menos aún con una versión superior en todos los aspectos programada para Wii U. Por último, se trata de un juego perteneciente a un género en pleno cambio de modelo de negocio y que, encima, ha adoptado la modalidad que se está abandondando.

¿Dragon Quest X será un éxito o un fracaso? Sólo el tiempo lo dirá pero, desde luego, no tiene el viento a favor.

¿Y tú qué opinas? ¿Dragon Quest X será un éxito o un fracaso?

Este artículo refleja una opinión personal del redactor y Revogamers no tiene por qué compartirla.