[Crónica] Presentada la segunda jornada de caza Monster Hunter

Este viernes han arrancado las acciones de la campaña promocional española de Monster Hunter Tri en Madrid y Barcelona. Los primeros aspirantes se han acercado a los lugares designado, se han ordenado cazadores y han recibido un obsequio. Quienes quieran participar tienen hasta las 18:00 de hoy para presentarse siguiendo las indicaciones.

El sábado continuará la acción con nuevos premios aún no revelados. Los cazadores ordenados hoy y también nuevos aspirantes (la jornada de hoy es optativa) tendrán que pasarse entre las 10:00 y las 18:00 del sábado 17 de abril en dos ubicaciones que tendrán que descubrir siguiendo estas pistas:

En Madrid, hay que dar 220 pasos al oeste comenzando en este punto.

En Barcelona son 250 pasos hacia el norte a partir de esta plaza.

Las pruebas del sábado destacarán por su diversión, pero no por su sencillez. Además, así ha arrancado la jornada del día 16 de abril.

Si algo tenemos los cazadores revogamers, es que somos madrugadores. Tan madrugadores que llegamos a la cita incluso algo antes que los Hunters profesionales, que quizá se retrasaron debido al difícil acceso a la zona donde el monstruo se escondía.

Una vez allí, los civiles nos indicaron que a unos metros se oían cosas raras. Siguiendo un camino de ramas rotas, hierbas desperdigas, arañazos en el suelo y heces, llegamos hasta un pequeño montículo donde se perdía el rastro. Algo confundidos, volvimos sobre nuestros pasos y, ahora sí, nos topamos con los Hunters armados hasta los dientes, y su peculiar vestimenta. Fue entonces cuando encontramos la huella del Lagiacrus en nuestro punto de partida, con lo que parecía que el pequeño desencuentro horario provocó que hiciéramos el camino al revés.

Ante el último rastro del monstruo, los Hunters nos preguntaron si sabíamos a qué nos enfrentábamos, y cuáles eran sus peores ataques. Superada la prueba de rastro y conocimientos, nos premiaron con un trofeo de caza (la cabeza de un Rathalos), y pidieron nuestra ayuda para mañana, el día en que, definitivamente, terminará la caza.

Sergio Figueroa, Madrid

Antes de las 10:00 horas, un pequeño grupo de aspirantes a cazadores ya rondabamos la estación de Atocha de Madrid en busca de alguna huella de Barroth. Sin embargo, los preparativos se retrasaron y el evento no dio comienzo hasta media hora más tarde.

Para entonces, tan sólo nueve personas habíamos acudido a la cita, y entonces comenzó un particular ritual de presentación. Dos cazadores experimentados animaron a los aspirantes a demostrar su valía, exprimiendo el aire de sus pulmones y el conocimiento de su cerebro.

-  "¿¡Qué hemos venido a cazar!?" - decía con voz estridente el captador.

-  "¡Un Barroth!" - gritaban los participantes.

Entre las miradas extrañadas de los viajeros que matan el tiempo en la estación y sus objetivos, uno por uno, los aspirantes tuvimos que superar dos pruebas más para conseguir sus premios. Primero, demostrar la capacidad de liderazgo consiguiendo un fuerte grito de toda la tropa, y después, respondiendo a complejas cuestiones. Demostrada nuestra valía, se nos concedieron el sello de la prueba especial y la pequeña figura de recuerdo.