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Bravely Default

Un RPG pintado en acuarela

Impresiones - Bravely Default: Flying Fairy - Avances

A todos aquellos que lleváis pidiendo desde hace años un Final Fantasy como los de antes. Los que saben que un juego no es más bello por tener un mayor número de polígonos. Para esos que desean descansar de RPGs innovadores y quieren volver a lo tradicional, a los combates por turnos. A los que gritan que Square Enix vuelva a ser aquella Square (o Enix) que encandilaba con sus juegos. A todos vosotros, estáis de suerte: Bravely Default: Flying Fairy es vuestro juego.

Porque bastan sólo unos minutos para darse cuenta del aroma a clásico que desprende este título. Pero antes de todo eso, una hada nos dará la bienvenida y nos ofrecerá la opción de poder usar la Realidad Aumentada (algo que no hemos podido probar por la falta de su correspondiente tarjeta RA). Tras este breve encuentro, el juego de Square Enix nos lleva a conocer a los cuatro personajes principales mediante un vídeo introductorio de una considerable duración, compuesto de diversas escenas CGI.

Con el vídeo finalizado, aparece ante nosotros un lienzo de acuarela lleno de vida. Porque si en vídeo el juego enamora por su aspecto, en vivo aún más. Con unos escenarios que parecen sacados directamente de la paleta de un pintor, pero que gracias al efecto 3D ganan en volumen y profundidad. Todo muy bonito de no ser porque los personajes ‘pinyponescos’ no se ven del todo naturales respecto al entorno.

Pero volviendo al principio, a la posada que da inicio a la aventura, nos encontramos tomando el control del joven Tiz, uno de los cuatro protagonistas. Una vez despierto, inicia una pequeña charla con uno de los personajes y acto seguido ya podemos empezar a movernos libremente explorando la estancia, hablando con los otros personajes o saliendo directamente a la calle, momento en el que se nos muestra un majestuoso castillo con su base poblada de pequeñas viviendas. Nuevamente se puede explorar y conversas con sus habitantes, pero no se podrá abandonar el pueblo hasta que no se visite a cierto personaje.

Una vez cumplido el requisito y hablado con quien se tenía que hablar, ya se puede salir al exterior y explorar el mapamundi. Con la cámara más próxima al personaje y las proporciones típicas de cualquier RPG clásico. Pero no es el único elemento rescatado de la vieja escuela, porque también vuelven los combates aleatorios. Aquí la cámara aún se aproxima más al personaje y empieza el clásico enfrentamiento en el que tanto personajes como monstruos combaten por turnos. Decidiendo de antemano los movimientos que cada uno van a realizar.

Bravely Default: Flying Fairy

De la banda sonora compuesta por Revo poco podemos comentar, porque aún usando auriculares y con el volumen al máximo, el sonido ambiente hacía imposible el poder disfrutar de las melodías o de los efectos sonoros que ofrece este bello RPG.

No sabemos si finalmente Square Enix se animará o no a traernos por estas tierras a Bravely Default: Flying Fairy, pero la gran recepción que ha tenido el juego en Japón (agotado en su primera semana), podría acercarnos a este clásico y bello RPG con el que llenar de color a nuestras Nintendo 3DS.

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