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Hyrule Warriors

Así son las primeras horas de Hyrule Warriors desde la óptica de un jugador Zeldero.

Hyrule Warriors a través de la Lente de la Verdad - Avances

Pero, ¡basta de presentación, que Hyrule no se va a salvar solo! En cuanto tomamos el control, viene uno de los momentos que más diferencia marca con respecto a la acción pausada de The Legend of Zelda y a la que más temíamos enfrentarnos. Sin embargo, a pesar de las diferencias y del desenfreno de espadazos y enemigos aniquilados en pocos movimientos, Link sigue moviéndose y atacando como en cualquier juego de nuestra querida saga. Todos los movimientos característicos del héroe están presentes, como el espadazo circular o la estocada hacia abajo, el cubrirse con el escudo o las volteretas laterales y hacia atrás. A pesar de que el concepto jugable es tan diferente, ambas sagas se apoyan entre sí, siendo palpable la colaboración entre Nintendo y Koei Tecmo. No sólo de movimientos se trata, sino que entre enemigo y enemigo se pueden romper vasijas para recuperar vida o magia, que se usa para potenciar los movimientos y velocidad del personaje, o romper briznas de hierba.

Y, como no sólo de la espada vive el guerrero, allí están los objetos. De momento sólo hemos podido probar una degustación de los mismos, llevándose especial protagonismo las bombas, que sirven para despejar caminos o demoler muros. No tienen un uso destacable en la batalla, salvo cuando se obtiene un potenciador temporal que crea una enorme bomba capaz de aniquilar a 50 enemigos con un solo uso, aunque, una vez más, la esencia de The Legend of Zelda sale a la luz cuando conviene recordar que no todo en la batalla es blandir el arma a lo loco, sino que también hay que saber cuándo usar determinados objetos. Estos momentos de pelea a lo Zelda se hacen más destacables con los capitanes enemigos, a los que habrá que esquivar para dejar a la luz su punto débil y atacar entonces, realizando el personaje un movimiento espectacularmente poderoso, y con los jefes finales de nivel. Para todo lo demás, están los sencillos combos entre ataques fuertes y débiles, sin olvidar el poderosísimo super ataque, que hace morder el polvo a decenas de enemigos con un extraordinario movimiento finalizador.

El objetivo principal de cada batalla es el de tomar los fuertes del enemigo, maniobra que se realiza derrotando monstruos dentro de los mismos hasta atraer a un jefe y acabar con él. Los campos de batalla son extensos y la batalla hará que haya que recorrerlos más de una vez para apoyar a las tropas en desventaja o enfrentarse a un capitán poderoso que amenace con tomar nuestra base. También habrá elementos ocultos en el mapa, como los incombustibles cuartos de corazón o las skultulas, para deleite de los fans del contenido coleccionable. Aunque todo puede parecer tan sencillo como avanzar hacia el bastión enemigo y tomarlo al asedio, las distintas misiones dan color a la contienda. Nos veremos de aquí para allá corriendo para ayudar a un capitán goron en apuros, derrotando a los capitanes enemigos para dar moral a las tropas hylianas o pidiendo ayuda a la Gran Hada, todo mientras se reparten mandoblazos y se hace una parada para buscar esa skultula dorada que sólo está en el mapa durante un tiempo limitado.

¡Y todo esto sólo en la primera misión! Cuando se hace el primer paso por el menú se pueden ver todas las cualidades de RPG que se podían estar pasando por alto hasta ese momento, desde la subida de niveles, que determina el máximo de vida, hasta las distintas armas que cada personaje puede emplear. Cada una aporta un estilo y un elemento diferente a cada personaje, pudiendo cada jugador adaptar su armamento a su forma de jugar, ya sea para controlar grandes grupos de enemigos con golpes lentos pero poderosos o para centrarse en esos monstruos que se tienen en frente con estocadas rápidas y golpes giratorios. En este aspecto, cabe destacar también que cada uno de los guerreros tiene un estilo de lucha característico y que el juego “obliga”, en cierto modo, a controlar un poco a cada uno, al menos en las primeras horas de partida.

Con esto sabemos que queda mucho en el tintero, como detallar con profundidad cómo se compran las insignias que permiten desarrollar cada personaje o el sistema de transferencia de habilidades entre las diferentes armas, que buscan hacerse con una espada o bastón de fuego con un gran poder de ataque. También quedan en el aire algunos detalles que se acercan más a la experiencia de Dinasty Warriors, aunque ésos se pueden leer en impresiones anteriores. Ésta ha sido la primera toma de contacto con Hyrule Warriors desde el punto de vista de la saga de Zelda y, de momento, la fusión entre acción, RPG y el “feeling zeldero” deja con ganas de más. No te pierdas el análisis, donde se verá si el título aguanta lo suficiente como para estar a la altura de las expectativas, ¡que no son pocas!