Sonic Lost World
Sonic vuelve a estar bajo control.
[E3 13] Impresiones Sonic Lost World - Avances
Por enésima vez, un Sonic de plataformas se convierte en exclusivo de consolas Nintendo como ya ocurrió con Sonic Colours, aunque en esta ocasión llega con más ganas de hacer ruido que con el título de Wii y DS. Un pequeño stand circular con un Sonic enorme decía “aquí estoy yo” a todo el que pasaba por allí, y os aseguro que pararse a jugarlo es un gesto que recompensa.
Como en el tráiler de su estreno, lo primero que impacta de este Sonic Lost World es la imagen que deja. Windy Hills 1-1 es la primera pantalla de la demo, y precisamente está formada por una especie de rodillos flotantes en el aire por los que Sonic corretea sin escapar un ápice de su gravedad, mientras la cámara le persigue todo el tiempo desde atrás.
El fondo está demasiado difuminado como para ser parte de la escena y las plataformas por las que hay que ir avanzando aparentan ser una adaptación exagerada a la alta definición de los primeros mundos del clásico Sonic the Hedgehog. No es que tenga una calidad baja, es que es raro cómo se va presentando, con una hierba picuda y asimétrica que parece césped artificial. Todo esto cambia en las otras dos pantallas de la demo, Desert Ruins 1 y 2, importadas directamente del mundo de comida de Sonic Colours. La primera porque todo lo que ocurre sucede sobre unas estructuras mínimas y en scroll lateral, en forma de caminos de regaliz o galletas oreo; y la segunda porque ese fondo inerte está mucho más presente al pasar a otra estructura 2D, pero esta vez en vertical, en una especie de colmena de abejas y panales de miel.
Los caminos secundarios y los recovecos se encuentran por todos lados. En las pantallas 3D la exploración consiste en dar vueltas y probar a hacer otros tipos de saltos, o en encontrar muelles amarillos y rojos entre la maleza y los árboles. Por su parte, en las 2D hay que ser atrevido y probar a caerse por algunos puntos o a llegar más alto pisando enemigos. Como buen Sonic, la primera vez siempre queda la sensación de que falta algo más. Y no hay mejor prueba de que es cierto que se nos hayan olvidado los cinco anillos.
Ya sea en una u otra pantalla, este Sonic Lost World deja sensación de control, de que puedes hacerlo y vas por donde quieres, pese a que no sea fácil lograrlo. Los frenazos y derrapes ayudan a volver a tomar las riendas para no morir o entrar por una ruta alternativa. El mundo a lo Super Mario Galaxy es el que mejor refleja esta sensación porque en la parte trasera de cada cilindro puede haber algo escondido, aunque por otro lado a veces también hay que correr para poder llegar a otro secreto. Eso sí, una vez que cruzas a otro cilindro ya no es posible volver, por lo que rejugar los niveles será prácticamente una obligación.
El viejo frenesí que caracteriza a la mascota de SEGA queda plasmado en la tercera de las pantallas de la demo. Es una especie de caída libre, en unas ocasiones volando y en otras corriendo cuesta abajo entre huecos de troncos o de panales de miel. No se puede frenar, tan solo esquivar y torcer hacia los lados tratando de esquivar a los enemigos que van surgiendo. Ya hemos visto fragmentos parecidos en títulos anteriores del erizo azul.
En lo que respecta a los controles además de movernos con el stick izquierdo y de utilizar los botones ZR y ZL para correr y realizar el famoso Spin Dash respectivamente, el resto de acciones del erizo azul se realizan con dos botones más. El botón A sirve para saltar, y si lo presionamos dos veces podremos hacer un doble salto, pero más vale no confiarse mucho porque el segundo salto es de menor alcance y nos irá justo para agarrarnos a cornisas.
Por otro lado, si esta misma combinación de botones la hacemos cuando tenemos fijado a un enemigo el resultado será el conocido Homing Attack que ya aparecía en otros títulos de la serie como Sonic Generations. El Homing Attack funciona, pero no es tan automático como para que baste con apuntar con el stick para un lado. Hay que estar bien posicionado y es más exigente de lo que parece, aunque resulta muy favorable para los combos cuando están todos los enemigos en fila. Por último, la combinación consecutiva de A y X nos permite dar un pisotón o un ataque con patada si el objetivo de nuestro ataque está fijado.
El mando de Wii U cuenta con un pequeño mapa de poca utilidad en el que aparecen estadísticas de aros o las vidas que nos quedan. También sirve la pantalla del Gamepad para activar los wisps cuando se tiene uno. Por ejemplo, en el caso del wisp de color azul, que es como el visto en Sonic Colours, se activa con el dedo en la pantalla táctil y nos sirve para dar a Sonic la habilidad de utilizar bloques azules con los que crear plataformas y así acceder a rutas antes innacesibles.
Son muy buenas las sensaciones de primera mano que transmite este Sonic Lost World. No se puede negar que es raro en comparación con los últimos juegos del Sonic Team, así como que se nota que han intentado hacer algunos cambios y que ha heredado elementos que le fueron bien a las últimas entregas. Los gráficos son chocantes por la falta de algo a lo que agarrarse, de lo concreto de un suelo firme como el que ha siempre ha tenido el erizo bajo sus pies. Sin embargo, frente a este aspecto descontrolado, contrasta una jugabilidad que sí está bajo control y que, al fin y al cabo, es lo que más necesita un juego como éste.
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