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¡Versus! Ronda 4: ¿Merece la pena Starfox Zero?

La lucha llega al espacio exterior.

Tras la semana dedicada a Wii en Revogamers os traemos los resultados de la encuesta en la que casi el 70% de vuestros votos estaban a favor de que Wii fue una gran consola

Esta semana tenemos un tema que ha hecho arder los foros ya que estamos ante un juego que tenía todas las papeletas de convertirse en un juego de amor-odio y esa parece ser la tónica generalizada para Starfox Zero. Muchos lo ven como la demostración perfecta de lo que el Gamepad puede dar de sí y otros no lo quieren tocar ni con un palo. Y tú, ¿en qué lado estás? Sin más dilación comienza el 4º combate de Versus. Round #4: Fight!

 

¿Merece la pena Starfox Zero?


Pasadas unas semanas del estreno de Starfox Zero no puedo más que reafirmarme que estamos ante un gran juego. Un gran juego que efectivamente no es para todo el mundo como ya sabíamos, ya que hasta la propia Nintendo en su publicidad nos advierte acerca del sistema de control que puede frustrar de primeras por la dificultad que conlleva y, ante todo, por la necesidad de plantearte que no debes tratarlo como un juego más.

Porque aquí es clave como indicaba en el análisis conocer bien cada vehículo y cada fase para saber dónde dirigir la mirada. Hay tramos donde prima mirar a la televisión, en otras debemos centrarnos en el mando y en otras tu habilidad de pilotaje es la protagonista.

Todo ello nos obliga a cambiar el chip lo que supone y ha supuesto Starfox como saga nintendera hasta ahora, porque ya no estamos ante un arcade más donde el mayor reto es superar tu propio récord y encontrar la ruta secreta, si no que en este caso como solemos pedir a gritos a los desarrolladores se ha querido innovar sin perder la propia esencia de la saga.

Y innova acercándonos a lo que debería ser pilotar una nave en el espacio. ¿Acaso piensas Oriol que un piloto de avión de guerra no debe de tener un ojo mirando a su alrededor para no chocarse y otro manejando el arma para abatir al enemigo? Desde luego fácil no es, pero no conozco nada más cercano a la realidad, con la desorientación propia al girar o cambiar el sentido a toda velocidad. Y está en tu propia habilidad está el saber elegir que vista elegir en cada momento para orientarte, pero una de las 2 disponibles siempre es la correcta.

Personalmente no me suelen gustar los controles de movimiento pero el nivel de inmersión que se consigue y la precisión que vas adquiriendo según dominas cada fase es algo indudable, aunque bien es verdad que muchos se pueden echar atrás a las primeras de cambio, lo que es totalmente respetable, porque, por suerte, no todos los juegos son para todo el mundo.

Y esta circunstancia no nos debe de cegar con el resto del juego. Con el “pollo” Walker el error es querer manejarlo como el Arwing, ya que debemos tratarlo más como un juego tridimensional al uso, mirando la tele y usando el Gamepad puntualmente y desde luego el cambio entre fases no sólo no rompe el ritmo sino que consigue todo lo contrario,mantenernos en tensión y darle dinamismo, como la fase con el Walker debiendo defender nuestra nave mientras avanzan los misiles a contrarreloj. Un cambio así te rompe pero para bien, para estar activo y no pensar sólo en pulsar el botón de disparo sin parar como en un simple matamarcianos del montón.

Si no fuera por todas las novedades le hubiéramos criticado por la excesiva continuidad y ser casi un calco del Starfox64, y para jugar a algo que ya tengo prefiero el original, y si bien estas novedades son mejorables como casi todo en esta vida sí que suponen un camino, una identidad propia a seguir. ¿Acaso no le pedimos a los juegos de Super Mario que innoven con cada nueva generación? Cada cosa nueva introducida, aunque nunca guste a todos, se agradece y lo más importante en este caso es que se respeta la diversión y rejugabilidad propia de la saga, para no defraudar las fans que con tantas ansias lo esperábamos.

Y si como es tu caso si tras pasarte el juego sigues sin verle sentido al control, es tremendamente recomendable jugarlo en cooperativo, sólo así le verás lo que nos han querido transmitir de pilotar y disparar de manera totalmente independiente, sensación que hasta ahora nadie había conseguido transmitirnos. Y sólo Miyamoto se atreve a transmitirnos sensaciones con los videojuegos, por algo es el más grande.